Para el presidente de la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico, Eduardo Peimbert Ortiz, la medida sin duda llega en mal momento, y si bien el impacto no será inmediato a fin de cuentas "son golpes muy fuertes porque todos están involucrados y la actividad económica relacionada; desde el transporte de mercancías y de pasajeros, es decir ningún ciudadano está exento de las afectaciones en el incremento".
A pesar de la molestia, señaló es una medida que ya fue anunciada que será aplicada por la Secretaria de Hacienda, y la única esperanza es que estos incrementos "se reflejen en impulsar el desarrollo económico, de todo el país; es decir, que con las ganancias de este aumento lleguen a crearse fuentes de trabajo y propiciarlas y crear las condiciones para que la gente trabaje y así haya menos delincuencia".
En este sentido, el presidente de la Cámara Nacional de Comercio en Pequeño (Canacope), José Salgado Patiño, consideró que el aumento en el precio de la gasolina Magna que será de 13.96 pesos por litro, el de la gasolina Premium de 14.81 pesos por litro y el del Diésel de 13.98 pesos por litro; esta previsto a niveles macroeconómicos, pero desafortunadamente se vuelve a castigar a los pobres de México.
Aun cuando se presuma que la economía mexicana se verá beneficiada con este aumento, la realidad la carga impositiva se carga más a los sectores más vulnerables. Recordó que con lo anunciado en agosto de 2016, los precios máximos de las gasolinas Magna, Premium y del Diésel, serán mayores a los observados en julio en 56, 44 y 21 centavos por litro.
En este contexto, el presidente de la Coparmex, Juan Pablo Rivera, comentó que seguramente el impacto a los ciudadanos no será inmediato con el aumento de los combustibles pero de una manera o de otra y a pesar de que los empresarios busquen la forma de mitigar la crisis, será difícil sortear "porque prevalece precisamente una disparidad entre los salarios que no suben y esta serie de medidas que anuncia la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.