Con el fallido intento de llevar al Partido Acción Nacional a la ultraderecha de la mano de VOX, quedó al descubierto el interés de actores internacionales
Desde España, Argentina y Brasil figuras ultraconservadoras han puesto la mira sobre el país. Si bien el intento de alianza entre el PAN y Vox resultó un fracaso, quedó comprobado que estos grupos buscan operar en territorio nacional, incluso algunos ya cuentan con colaboradores
Con el fallido intento de llevar al Partido Acción Nacional a la ultraderecha de la mano de VOX, quedó al descubierto el interés de actores internacionales por contar con una fuerza política propia en México.
Desde España, Argentina y Brasil, contando con el apoyo de colaboradores en territorio nacional, se impulsa la idea de adoptar posturas conservadoras bajo el argumento de que existe una amenaza comunista latente.
Durante su gira de trabajo por México para promover la defensa de la “Iberósfera” a inicios de septiembre, Santiago Abascal, líder de VOX, dio a conocer a distintos medios de comunicación que los trámites legales para registrar la marca de su partido ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial iniciaron desde abril de 2020
Oficialmente, teniendo como intención brindar asesorías de comunicación, relaciones públicas y “en el ámbito de la seguridad nacional”.
El partido de ultraderecha español ya trabaja no solo en el ámbito legal, sino también en cuanto a organización política. Como lo confirmó Elsa Méndez, diputada local en Querétaro electa en 2018 por el PAN y que en 2021 intentó sin éxito buscar la reelección por la vía independiente.
“Muy pronto tendremos VOX México. Seguimos en la lucha, tiemblen progres”, escribió en su cuenta de Twitter junto a la fotografía de su encuentro con Abascal.
Además de Méndez, quien como legisladora importó varias iniciativas de VOX como el PIN parental, también se reunieron con Abascal integrantes del grupo Sublevados, una organización liderada por Pedro Cobo que surgió en redes sociales con el objetivo de difundir el ideal conservador en la sociedad, principalmente en jóvenes de edad universitaria, ante lo que ven como la amenaza del avance de la “progresía”.
Este grupo se ha vinculado estrechamente con el ideólogo argentino Agustín Laje, quien también visitó México junto con su colaboradora Lupe Batallán en el marco de la visita de Abascal para asistir a un foro en contra del aborto igualmente organizado por el PAN. Laje llamó a crear un nuevo partido distinto a Acción Nacional, principalmente tras el despido de Cristian Camacho, de Sublevados, como encargado de las redes sociales de los senadores panistas.
“Este hombre será una pieza fundamental para la construcción de un partido político de nueva derecha en México. Los cobardes del PAN lo cesaron por organizar un acto con Santiago Abascal y gracias a eso evidenció que la dirigencia del PAN está arrodillada a la agenda izquierdista”, publicó Laje en su cuenta de Twitter como parte de una serie de mensajes en defensa de Camacho y criticando a los que llama “progres” del PAN, como su secretario general Héctor Larios.
Para analizar este interés de grupos de ultraderecha internacional en México, Reporte Índigo entrevistó a Daniel Muñoz Torres, jefe de la carrera de Relaciones Internacionales en la Facultad de Estudios Superiores Aragón de la Universidad Nacional Autónoma de México, quien comenta que si bien es habitual que partidos busquen aliados ideológicos extranjeros, operar una fuerza política propia representaría un reto distinto.
“La cuestión es que ellos tratan de crear su propio partido y yo creo que sería muy difícil operar como una fuerza política independiente a los partidos tradicionales mexicanos. Pero es un intento más por tratar de generar alianzas para frenar el avance de la ‘izquierda populista’. Sus intentos van por esas dos vías: acuerdos con partidos como el PAN y, ahora, irse de manera independiente.”
Basándose en los últimos comicios de España, Argentina y Brasil, el académico postula que la intención es impedir otra victoria electoral de la izquierda, en este caso encabezada por Morena en las elecciones de 2024. Esto al explicar que, tras la crisis financiera de 2008, hubo un auge de movimientos de corte populista a ambos extremos del espectro político internacional para los que México resulta atractivo.
“Aquí en México, hasta el momento, no hemos visto figuras tan relevantes política y socialmente que quieran abrazar abiertamente estas defensas, pero vemos que hay un acecho constante y no van a quitar el dedo del renglón porque es un país clave”
Daniel Muñoz Torres
Jefe de la carrera de Relaciones Internacionales en la FES Aragón de la UNAM
“Es el segundo país más grande de Latinoamérica, que hoy esté encabezado por un gobierno de izquierda es algo que pudiera generar que la región se divida en los ejes de izquierda y derecha.”
En ese mismo sentido, Enrique Mireles, máster en marketing político, gobernanza y comunicación estratégica por la Universidad Católica de Murcia, habla con Reporte Índigo sobre el riesgo que representa para el PAN el que sus propios militantes y simpatizantes se hayan identificado con el discurso de figuras como Abascal y Laje, particularmente luego de que el partido se posicionó institucionalmente como en contra de sus postulados más radicales.
“Es una caja de pandora que se acaba de abrir. Efectivamente, dentro de los partidos de oposición hay militantes y simpatizantes que sí coinciden con los ideales de estos grupos. Sin embargo, por lo que hemos visto y por las reacciones que se dieron, son los menos. Esto abre el camino a que se cuestionen si están en la institución política correcta en el sentido de que les esté avalando estos ideales. Estas personas pueden sentirse descobijadas ideológicamente.”
Aunque reconoce que los grupos de Abascal y Laje se han anotado victorias en sus países, el estratega considera que esto no debería ser motivo para que incursionaran, o tuvieran éxito, en México. Destacando diferencias poblacionales y políticas como el hecho de que España y Argentina llevan varios años enfrentando problemáticas económicas, ahora agravadas por la pandemia, situación que no ha alcanzado magnitudes similares en México.
“La tercera fuerza en España quiere venir a decirle a la segunda fuerza de México cómo enfrentar al rival. Igual y no lo analizaron. En Argentina igual, acaban de haber elecciones y los partidos alrededor de estos personajes únicamente consiguieron el 13.6 por ciento de la votación. Es un buen número, porque pasan del cero a eso, pero no son los principales opositores”, critica Mireles.