El gobierno mexicano atraviesa por un cambio en la relación con Estados Unidos, al pasar de una cooperación asistencialista, limitada y asimétrica, a una integral entre iguales, sostiene el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard.
En entrevista con EL UNIVERSAL, el canciller asegura que hoy se construye una alianza de respeto en la que ambos gobiernos aceptan una responsabilidad compartida, para resolver los problemas comunes.
Ambos países, resalta, acordaron dejar atrás la Iniciativa Mérida y convertirla en el Entendimiento Bicentenario, con el cual se hará frente a la seguridad, pero con nuevos enfoques en los que la prioridad es la protección de la población.
México y Estados Unidos acordaron caminar por una nueva etapa en la relación bilateral, refiere el responsable de la política exterior de nuestro país.
¿Por qué es importante haber organizado este Diálogo de Alto Nivel de Seguridad?
—En primer lugar, se dejó atrás la Iniciativa Mérida. El día de hoy iniciamos con el Entendimiento Bicentenario. A 200 años del inicio de las relaciones entre México y Estados Unidos, ambos gobiernos estamos de acuerdo en una nueva visión sobre los temas compartidos.
De ahora en adelante, la relación se caracterizará por un enfoque integral respecto a temas de seguridad, salud y comunidades seguras.
En segundo lugar —muy importante— es que, por primera vez, existe un interés por construir una relación en la que las prioridades de México tengan el mismo nivel que las que tiene Estados Unidos.
¿Cuáles son las prioridades para nuestro país? Reducir la violencia y homicidios en México, darles oportunidades de desarrollo y trabajo a jóvenes y atender las causas de los problemas en ambos lados de la frontera.
Este es un cambio significativo porque las estrategias anteriores estaban enfocadas, apenas, en que se capturaran a los capos del narcotráfico.
Con el Entendimiento Bicentenario trabajaremos para prevenir las adicciones y combatir de raíz todas las causas que llevan a los jóvenes a unirse al crimen organizado.
En síntesis, estamos pasando de una relación, con una cooperación limitada y asimétrica, a una cooperación integral entre iguales. Estamos construyendo una alianza de respeto, en la que ambos gobiernos aceptamos una responsabilidad compartida para resolver los problemas que nos aquejan.
Ya no será, como era antes, una cooperación asistencialista. Ejemplo de esto es que, a partir de este nuevo entendimiento, [ambos países] intercambiaremos inteligencia financiera.
Por primera vez, cooperaremos en el rastreo de armas, una acción indispensable para reducir la violencia a corto plazo.
Con esto, podremos lograr los tres grandes objetivos de ambos países: proteger a nuestra gente, prevenir la delincuencia en la zona de la frontera y desmantelar las redes criminales.
¿Cuál es el camino a seguir con esta nueva relación de cooperación en seguridad?
—El 1 de diciembre se presentará un plan anual para proyectar los logros de 2022.
Antes de que termine enero de 2022, presentaremos también el plan de trabajo para los próximos tres años.
En suma: la Iniciativa Mérida queda atrás. Este es el inicio de una nueva etapa en la relación bilateral, en temas de seguridad, con Estados Unidos.