Moneros e internautas belgas respondieron a los ataques terroristas en el aeropuerto y el Metro de Bruselas, que dejaron 34 muertos y más de 200 heridos, echando mano de una popular y pequeña figura de bronce que se levanta sobre una fuente a unas calles de la Gran Plaza de esa capital, conocida como Manneken-pis. La efigie, un niño desnudo orinando, es obra del escultor flamenco Jérôme Duquesnoy el Viejo, data del siglo XVII y aparece en carteles en toda Bélgica. En camiones, trenes, aeropuerto, tiendas, playeras y toda clase de artículos para el turismo. Es un símbolo nacional que recibe mantenimiento a menudo, pues la oxidación cambia su color a verde, como otras obras y construcciones al aire libre en Europa. Después de los atentados en una sala del aeropuerto internacional y en una estación del Metro, en el corazón de Bélgica, sede de la Unión Europea y de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), los moneros locales y los usuarios de redes sociales acudieron a su símbolo nacional para lanzar una peculiar respuesta al terror. Manneken-pis orinando a Mahoma, Manneken-pis orinando una mecha de dinamita, Manneken-pis orinando un encapuchado, Manneken-pis preguntándose si es mucho pedir que lo dejen orinar a gusto, Manneken-pis orinando un fusil AK-47, Manneken-pis haciendo un juego de palabras con la voz inglesa peace (paz), Manneken-pis de espaldas pidiendo tiempo, porque aún no termina de hacer sus necesidades. La recopilación de imágenes, publicada en la página electrónica de The Independent, ha dado otra dimensión a la pequeña efigie del niño desnudo, de por sí célebre en todo el mundo, pues debe recordarse el atentado de enero de 2015 contra el semanario francés Charlie-Hebdo en París, donde un comando yihadista atacó en represalia por las caricaturas sobre el profeta Mahoma