Cuernavaca, Mor., Javier Hernández García, habitante de San Agustín Tetlama, Temixco, uno de los poblados indígenas que resultarían afectados por la mina de oro y plata que pretende explotar la empresa canadiense Álamos Gold (antes Esperanza Silver) en la zona arqueológica de Xochicalco, denunció que ha recibido amenazas de muerte en mensajes de texto y en redes sociales por manifestar su oposición a este proyecto.
En entrevista, responsabilizó a la compañía de lo que pueda sucederles a él o su familia y acusó a la compañía de haber aplicado una estrategia de división social, compra de voluntades y alianzas con grupos delincuenciales para obtener el aval de los pobladores.
El activista reveló que las intimidaciones comenzaron en enero cuando, junto con otros inconformes, acudió a la Secretaría de Economía y a la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador, en la Ciudad de México, a entregar un escrito en el que expusieron la situación.
En el documento señalaron que incluso “la Cruz Roja se ha puesto al servicio de la empresa, ya que repartió entre los habitantes de la comunidad productos contra el Covid-19 que adquirió Álamos Gold.
“En mi bandeja de Facebook encontré varias advertencias de tortura, secuestro y levantones, que me iban a matar y que yo no sabía con quién me estaba metiendo. Hasta exhibieron mi número de teléfono, la calle donde vivo y fotos de mi familia. Toda esta campaña es para callarme”, advirtió.
Recalcó que la minera se ha valido de artimañas, como organizar junto con autoridades agrarias asambleas sin respetar los usos y costumbres, "para comprar a los comuneros (184) y ejidatarios (60)".
Sin embargo, explicó Hernández García, al menos 25 por ciento de los 2 mil habitantes de Tetlama están en desacuerdo con la mina, pues prevén los daños que causará al medio ambiente, a su salud y a su patrimonio cultural.
En tanto, la Unificación de Pueblos y Colonias Contra la Minería en Morelos exigió a la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales que no apruebe el manifiesto de impacto ambiental de la compañía, a la cual le fueron otorgadas siete concesiones para explotar 16 mil hectáreas en Temixco, Xochitepec, Miacatlán y Coatetelco.