Los recursos que proporcionará el gobierno también permitirán mejorar el perfil de vencimientos de la empresa.
La Secretaría de Hacienda anunció que como parte de la estrategia de apoyo en favor de la sostenibilidad de Pemex el Gobierno Federal le realizará una nueva aportación patrimonial hasta por 3 mil 500 millones de dólares, lo cual fue criticado por los especialistas, ya que consideraron que estas acciones podrían tener un impacto en la finanzas públicas.
Precisó que con la transacción, la SHCP y Pemex lograrán reducir el monto de la deuda externa de mercado de la petrolera y mejorar su perfil de vencimiento mediante la extensión de sus amortizaciones de corto y mediano plazo.
Hacienda indicó que de camino a la segunda mitad de la administración se intensificará la coordinación entre Hacienda y Pemex con el objetivo de mejorar la posición financiera de la empresa.
Así, se contempla reformular el plan de negocios para incluir las acciones necesarias para fortalecer la posición financiera de Pemex y se implementarán mecanismos y estructuras financieras, que permitan al sector público coinvertir en proyectos de exploración y extracción para asegurar la disponibilidad de una plataforma de producción robusta; y, que permitan mejorar la estructura de la deuda de la empresa.
Destacó que el apoyo a Pemex no compromete la sostenibilidad de las finanzas públicas, ni los recursos para los programas estratégicos y sociales.
Critican inyección
Para Héctor Villarreal, director general del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), las justificaciones que da Hacienda para apoyar a Pemex dejan mucho que desear, y llama la atención que el rescate económico se realice de manera unilateral, no le están pidiendo nada a cambio a Pemex.
Gabriela Siller, directora de análisis económico y financiero de Banco Base, dijo que con este tipo de acciones, la petrolera se ve como un barril sin fondo para las finanzas públicas y para la economía mexicana, y el hecho de que necesite apoyo financiero es porque no es rentable.
Juan Musi, analista económico y socio de Alpha Patrimonial, señaló que Pemex es una empresa que está en situación de quiebra, pero lo que están viendo las calificadoras a nivel local y global, es que con la aportación de los 3 mil 500 millones de dólares se mantiene el aval del gobierno, lo que brinda confianza a los proveedores para seguirle prestando y a los inversionistas para continuar comprando sus bonos.
No obstante, advirtió que el rescate de Pemex con las aportaciones millonarias del gobierno podría terminar vulnerando las finanzas públicas. “Es una forma de maquillar los números y que se vea mejor el balance y la situación financiera de Pemex, aunque se deteriore el balance del gobierno federal y la situación de las finanzas públicas. Al final de cuentas sacar dinero de la bolsa del gobierno debe tener un impacto en sus finanzas”, recalcó.
Para Joel Virgen, economista en jefe de Out of the Box Economics, el hecho de que los recursos para el apoyo a Pemex no impliquen un gasto público no implica que el costo de oportunidad de utilizar dichos recursos de liquidez sea cero, ya que pueden existir mejores y más rentables opciones en su utilización.
“Para las calificadoras, Pemex sigue siendo un pasivo contingente para el Gobierno Federal y por tanto un riesgo para el perfil soberano”.
Standard & Poor’s consideró que si bien dicho apoyo es insuficiente para atender plenamente las necesidades de fondeo y los desafíos de negocio de Pemex, está en línea con el historial de apoyo del gobierno, un factor clave de calificación para la empresa. “Aunque el soberano no garantiza la deuda de Pemex, mantenemos nuestra evaluación de que existe una probabilidad casi cierta de respaldo del gobierno si la empresa afronta dificultades financieras”, indicó.