En Quintana Roo, Marybel Villegas acusa imposición de personas que no representan la 4T; en Oaxaca, Susana Harp adelanta impugnación a resultados; experto ve riesgo de ruptura
Complicado fue como definió Mario Delgado, dirigente nacional de Morena, el proceso interno mediante el cual eligieron a los seis candidatos que buscarán las gubernaturas del 2022, el cual continuó hasta este jueves en medio de disputas entre los seleccionados y quienes quedaron fuera.
Tras una jornada que se extendió poco más de 14 horas, la coalición Juntos Haremos Historia reveló los nombres de tres hombres y tres mujeres, de acuerdo con el principio de paridad de género que estableció ese partido.
“Como nos comprometimos a abrir espacios de participación política para la mujer, fue difícil, porque cinco hombres ganaron las encuestas en las entidades correspondientes, una en Quintana Roo, Mara Lezama”, señaló el líder partidista en entrevista radiofónica con MVS.
Justamente la elección de la alcaldesa de Benito Juárez fue la que desató más inconformidades, pues la senadora Marybel Villegas acusó, en redes sociales, una imposición “de candidatos que no representan los principios de la 4T”, y adelantó que actuará respecto al proceso electoral, sin aclarar si se refería a impugnar el resultado o unirse a otro partido, como sugirió semanas atrás: “esta noche decidió Morena, el 5 de junio decidirá el pueblo de Quintana Roo”.
En la misma entidad, el senador José Luis Pech calificó la decisión “como inesperada y dolorosa” para la mayoría de los quintanarroenses.
Por su parte, el empresario y aspirante por la misma entidad, Luis Alegre, manifestó en redes sociales su compromiso “por construir una verdadera democracia en la que todos tengan voz”, y subrayó que se abocará a denunciar la desigualdad y corrupción para procurar la transparencia como forma de gobernar.
La superdelegada del Bienestar, Nora Ruvalcaba, fue la elegida para contender por la gubernatura en Aguascalientes, en donde la exaspirante, Flavia Narváez, subrayó, en una publicación, que la muestra de las encuestas aplicadas sólo fue de mil 200 personas en un estado con más de un millón de habitantes.
Para Durango, la candidatura quedó en manos de la alcaldesa de Gómez Palacio, Marina Vitela, elección que no le pareció al senador José Ramón Enríquez, quien escribió en su cuenta de Facebook que la entidad “merece más”, y que sus 30 años de servicio no fueron tomados en cuenta.
En Hidalgo, el senador Julio Menchaca resultó electo, y el único mensaje de apoyo que recibió entre los contendientes fue de la diputada Simey Olvera.
Una de las candidaturas más respaldadas fue la del senador Américo Villarreal, en Tamaulipas, a quien los morenistas expresaron su apoyo.
Caso contrario fue Oaxaca, donde la senadora Susana Harp pidió respetar el resultado de las encuestas, luego de que Salomón Jara fue seleccionado. Argumentó que el 52.2 por ciento de la población prefirió a una mujer como candidata.
En respuesta, el senador con licencia respondió que su triunfo era de todos los militantes y simpatizantes de la 4T y que no había amaño en los sondeos.
“Las encuestas fueron serias, no encuestas ‘patito’, que nos colocaban muy abajo y a la señora (Harp) al 100 por ciento; por eso vamos a defender nuestro triunfo”, dijo.
Sobre este desencuentro, Delgado refirió que no había hablado con la legisladora, pero que “la queremos, la respetamos mucho; creo que ha venido a enriquecer nuestro movimiento… Siempre es muy complicado tomar definiciones, hay muchos aspirantes y solamente una candidatura”.
Sobre la impugnación que anunció Harp, dijo que respeta su punto de vista y recalcó que “ahí están las transmisiones en vivo, que hicimos en Facebook; se pueden checar, para que no quedara duda”.
El gran adversario y gran enemigo que tiene para las elecciones futuras no es la oposición, son las pugnas y las escisiones internas, no solamente a nivel regional
José Luis López Chavarría, Dir. Seminario de Derecho Electoral, UNAM
ADVERSARIO INTERNO
Las inconformidades que se generaron desde el comienzo del proceso interno de Morena, a pesar del pacto de unidad que firmaron todos los aspirantes, podrían representar un riesgo para el partido, no sólo de perder las elecciones, sino de desintegrar al movimiento de la 4T, opinó José Luis López Chavarría, director del Seminario de Derecho Electoral de la UNAM.
“El gran adversario y gran enemigo que tiene para las elecciones futuras no es la oposición, son las pugnas y las escisiones internas, no solamente a nivel regional”, dijo el experto.
Consideró que la disputa dentro de esta institución es producto de dos fenómenos: que es un movimiento político al que le falta maduración y consolidación, y que el Presidente Andrés Manuel López Obrador haya mencionado a quienes podrían sucederlo en 2024, pues esto ha polarizado y confrontado a los grupos internos.
“Indudablemente influyeron en las pugnas dentro de las dirigencias estatales. Hay que recordar que, finalmente, el tener un probable apoyo de un grupo político estatal, entiéndase un gobernador triunfante en los próximos comicios, desde luego viene a ser un apoyo importante y adicional en los grupos políticos en el plano nacional”, señaló.
Desde su perspectiva, la falta de coordinación y las diferencias ponen en riesgo la fortaleza con la que Morena ha logrado posicionarse durante los últimos años.
El dato: Tres casas encuestadoras utilizó el partido para llevar a cabo los sondeos para elegir a sus abanderados: Buendía y Asociados, Mendoza Blanco y Asociados y Covarrubias.