Inflación por arriba de 7 por ciento y desaceleración en Estados Unidos, las causas; México, junto con Brasil y el vecino del norte, las naciones con mayor disminución en las estimaciones del organismo internacional
El Fondo Monetario Internacional (FMI) recortó su perspectiva de crecimiento económico para México en 2022, del 4.0 por ciento proyectado en octubre pasado a 2.8 por ciento, con lo cual se ubica entre los tres países con el mayor ajuste a la baja, junto con Estados Unidos y Brasil, en 1.2 puntos porcentuales menos en cada caso.
En la actualización ayer de su informe sobre las “Perspectivas de la Economía Mundial”, explicó que esta fuerte disminución en su pronóstico para el Producto Interno Bruto (PIB) de México se debe al alza de tasas en su lucha contra la inflación por arriba de 7.0 por ciento, así como a la esperada desaceleración en el crecimiento de Estados Unidos, su principal socio comercial, rebajado de 5.2 a 4.0 por ciento para este año.
“La revisión a la baja de las perspectivas de Estados Unidos lleva consigo la perspectiva de una demanda externa más débil de lo previsto en México en 2022”, abundó.
Sin embargo, el organismo financiero internacional mejoró su pronóstico para la economía mexicana en 2023, a 2.7 por ciento desde el 2.2 por ciento estimado en octubre.
Las nuevas expectativas del FMI implican una moderación en la actividad económica de México en este y el año próximo respecto al crecimiento de 5.3 por ciento estimado para 2021, que también fue recortado desde el 6.2 por ciento previsto en octubre pasado, a conocerse oficialmente el 31 de enero próximo.
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La economista en jefe del FMI, Gita Gopinath, comentó que México tuvo un desempeño más débil a lo esperado en la segunda mitad del 2022, debido a interrupciones en las cadenas de suministro.
“Eso se traslada un poco al 2022; también tenemos la variante del virus con la que los países están lidiando y hay un ligero endurecimiento de las condiciones monetarias en México (a través del alza de las tasas de interés)”, abundó Gopinath.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) mantiene su pronóstico de crecimiento para México en 6.3 por ciento para 2021 y en 4.1 por ciento para el presente año.
Gráfico
Para el crecimiento global, el FMI espera que se modere de 5.9 en 2021 a 4.4 por ciento en 2022, 0.5 puntos porcentuales en este año de lo previsto en octubre, en gran medida a causa del recorte a las proyecciones de las dos economías más grandes, Estados Unidos y China; para la nación asiática el ajuste fue de 5.6 a 4.8 por ciento.
Apuntó que la economía global arranca 2022 en condiciones más débiles de lo esperado. A medida que avanza la nueva variante Ómicron del Covid-19, los países han impuesto restricciones de movilidad.
Apuntó que, a raíz del aumento de los precios de la energía y las interrupciones en el suministro, la inflación es más alta y generalizada de lo anticipado, sobre todo en Estados Unidos y muchas economías emergentes y en desarrollo.
Además, la reducción del sector inmobiliario de China y la lenta recuperación en el consumo privado han limitado las perspectivas de crecimiento.
El organismo espera que el crecimiento global se desacelere a 3.8 por ciento en 2023, pero 0.2 puntos porcentuales más que en octubre del 2021, y refleja un repunte después de que se disipen las actuales trabas en el crecimiento en el segundo semestre de este año.
Gopinath dijo que la incertidumbre sobre la pandemia, la inflación, el abastecimiento y el endurecimiento de la política monetaria de Estados Unidos plantean nuevos riesgos para la economía mundial.
Además, anticipó que la escalada del conflicto entre Rusia y Ucrania podría impulsar los precios de la energía, manteniendo la inflación general en niveles altos durante más tiempo.
Para América Latina y el Caribe, el FMI estimó que se expandirá 2.4 por ciento este año, por debajo del avance del 3.0 por ciento previsto en octubre, mientras que para 2023 mejoró su expectativa a 2.6 por ciento desde 2.5 por ciento.
Para Brasil, revisó a la baja su proyección para 2022, a un aumento sólo de 0.3 por ciento, desde el 1.5 por ciento anterior, ya que “la lucha contra la inflación ha generado una contundente política monetaria de respuesta, que lastrará la demanda interna”. Para 2023 espera un crecimiento de 1.6 por ciento desde 2.0 por ciento.