En el inmueble, en donde se aplicaban vacunas supuestamente provenientes de Texas, los responsables levantaron, limpiaron y escaparon con toda la evidencia.
Menos de 24 horas después de que MILENIO documentó la existencia de una clínica clandestina en la colonia Arboledas, de Atizapán, que vendía esquemas de vacunación a 250 dólares avaladas “por autoridades de salud de Texas”, las instalaciones fueron desmanteladas y sus operadores se esfumaron.
Funcionarios de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y de la Fiscalía mexiquense inspeccionaron el lugar pero se fueron con las manos vacías.
Los representantes de la Secretaría de Salud anunciaron que preparan denuncias por delincuencia y crearon un grupo de vigilancia para prevenir reacciones adversas de las personas que recibieron el biológico fraudulento.
Vecinos de la residencia marcada con el número 10 en la calle Arboledas afirmaron que poco después de que el noticiero Azucena por MILENIO difundió el reportaje, un grupo de personas se encargó de desalojar la casa.
“En la noche, poco tiempo después de ver el noticiero, escuchamos ruidos y cuando nos asomamos vimos camionetas y personas afuera. Estuvieron ahí unas horas y luego se fueron”, comentó una vecina quien pidió el anonimato.
A las 11:30 de la mañana de ayer, los agentes de la Cofepris Laura Chavarría, Eduardo Negrete y José Manuel Castillo inspeccionaron la casa durante tres horas pero no hallaron rastros de equipo médico ni de vacunas.
Cerca de las 15 horas arribó Roberto Hernández, comandante regional de la Fiscalía estatal, quien luego de una revisión por 30 minutos se fue con las manos vacías.
En entrevista con MILENIO, Francisco González, propietario de la casa, aseguró que prestó el inmueble a un conocido para que lo ocupara del 21 al 25 de enero; dijo que después del reportaje no se ha podido comunicar con él y que presentará una demanda en su contra.
Al alertar a la población sobre los riesgos de aplicarse supuestas vacunas anticovid en lugares clandestinos, la Cofepris dio a conocer que estableció un grupo de vigilancia dedicado a este caso, por lo que se exhortó a los padres y madres de menores que recibieron la inyección en esa clínica a reportar cualquier reacción a través del correo farmacovigilancia@cofepris.gob.mx.
También anunció que “colaborará con instituciones de procuración de justicia para (denunciar) las acciones que constituyan conductas delictivas”.
Insistió: “Cualquier producto comercializado como vacuna covid-19, sin importar su empaque, marca o ubicación, constituye un fraude y es riesgoso a la salud por ser de dudosa procedencia… esta comisión no ha expedido licencia a ningún particular para la venta o importación de estas vacunas”.
Quitar a López-Gatell
Julem Rementería, coordinador del PAN en el Senado, pidió a las autoridades investigar el caso de esta clínica clandestina y quitar del cargo a Hugo López-Gatell, subsecretario de Salud, quien, dijo, “no sirve al frente de la pandemia y provoca una buena parte de esta situación de desesperanza y gran preocupación.”
Por su parte, el presidente de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, el morenista Emmanuel Reyes, urgió a la Cofepris y al gobierno del Estado de México a frenar la operación del “mercado negro” de vacunas anticovid para niños y adolescentes, ya que incluso se puede poner en riesgo la vida de los menores.
En redes sociales, el perfil en el que se hacían las citas, identificado como Luis Ángel González Villa, dio de baja su cuenta. En ella se describía como experto en tecnología y decía trabajar en Befree.solutions, una empresa que ofrece soluciones tecnológicas a empresas y negocios.
Esta empresa no solo tuvo presencia en el Estado de México, también dio citas para vacunarse en San Luis Potosí el 15 de enero y en Aguascalientes el día 17 del mismo mes.
Con información de: Silvia Arellano y Fernando Damián...