La negativa del Gobierno para modificar el permiso de la planta de Iberdrola en Monterrey tendría consecuencias devastadoras para las empresas a las que surte, advirtió un juez federal.
Afectaría la libre competencia económica y es un cambio abrupto al mercado eléctrico, que afecta el principio de confianza legítima de los inversionistas, afirmó Rodrigo de la Peza, juez especializado en competencia económica.
Al conceder una suspensión definitiva para que la planta de Iberdrola siga surtiendo a las instalaciones de Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma (ahora Heineken México) en la capital regiomontana, De la Peza respaldó la solicitud para que el permiso de autoabastecimiento de Iberdrola se convierta en un permiso bajo las nuevas reglas de la industria eléctrica, a lo cual se niega la Comisión Reguladora de Energía (CRE).
Esto quiere decir que el juez consideró, de un primer examen, que los argumentos de Heineken serán suficientes para declarar ilegal la negativa de la CRE.
"Podría llevar a cabo su proyecto empresarial bajo cierto esquema de planeación y financiamiento y todo ello se ve abruptamente modificado e incluso devastado por la negativa de migración del permiso de autoabastecimiento", agregó el juez.
De la Peza enfatizó que el permiso de Iberdrola ha operado durante 20 años y que la migración a la nueva modalidad está regulada y ha sido otorgada en otros casos.
También afirmó que la CRE negó el nuevo permiso sólo por una cuestión administrativa sobre la fecha en que entraría en vigor, no por razones técnicas.
La interconexión de la planta de Monterrey con el Sistema Eléctrico Nacional expiró el 31 de enero, pero el juez ordenó a la CRE, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) no interrumpir, restringir ni alterar el servicio que presta a Heineken.