Con una misa se recuerda al activista a tres años de su asesinato; simpatizantes y familiares exigen resultados a la FGE
Se cumplen tres años del homicidio de uno de los principales opositores al Proyecto Integral Morelos, Samir Flores. / Emmanuel Ruiz | El Sol de Cuautla
A tres años del asesinato del activista Samir Flores Soberanes, quien fuera uno de los principales opositores al Proyecto Integral Morelos (PIM) y su central termoeléctrica en Yecapixtla, Liliana Velásquez, su viuda, rechaza cualquier vínculo entre las actividades de su marido y el crimen organizado, sosteniendo que el móvil del homicidio fue su rechazo al proyecto energético del oriente de Morelos.
Este domingo, la familia de Samir Flores ofreció una misa en la que fuera la vivienda del activista, en el pueblo de Amilcingo, donde la madrugada del 20 de febrero de 2019 fue herido con arma de fuego por al menos dos personas que llamaron desde la calle. Aquel día, el activista pasó a convertirse inmediatamente en un símbolo de resistencia para las organizaciones que defienden los territorios indígenas y se oponen a megaproyectos que dañan el medio ambiente.
Este domingo, la familia de Samir Flores ofreció una misa en la que fuera la vivienda del activista. / Emmanuel Ruiz | El Sol de Cuautla
“No sabemos bien por qué siguen queriendo involucrar el asesinato de Samir con el crimen organizado”, dice Liliana, en referencia a las versiones que vinculan la muerte de su esposo como resultado de la colusión entre el gobierno y el crimen organizado. Y agrega:
“Como decía Samir: él estaba luchando por defender su territorio; no estaba haciendo nada malo, ni involucrado con el narcotráfico, como lo han querido hacer ver. Seguimos pensando eso, (y preguntándonos) por qué las fotografías, (por qué) seguir queriendo involucrarlo con el narcotráfico, cuando sabemos cuál era la política”.
A tres años de aquel 20 de febrero, la familia del activista no está satisfecha con el avance que ha tenido la investigación a cargo de la Fiscalía General del Estado (FGE), hasta ahora sin resultados públicos, ni siquiera para las personas más cercanas al defensor del territorio, quien también es reconocido por haber fundado la radio comunitaria del pueblo, “Amiltzinko”.
“Hemos pedido que la investigación sea atraída por el gobierno federal, pero nos han hecho caso omiso de esa petición. Pero seguimos teniendo el apoyo del pueblo”, dice Liliana, con voz pausada.
Tras la misa, los familiares, amigos, estudiantes y representantes de organizaciones civiles que acudieron a recordar al activista avanzaron hacia el panteón municipal, en una procesión que atravesó el pueblo para depositar ofrendas florales en su tumba.