Debido a la alta necesidad de vivienda, a la falta de créditos hipotecarios y a los altos precios de los departamentos en la Ciudad de México, redes de estafadores que se hacen pasar por vendedores de departamentos del Instituto de Vivienda defraudan a la población, delito que suele quedar impune
En la Ciudad de México es más fácil ser estafado que poder acceder a una vivienda. De un día para otro el sueño de comprar un departamento se convierte en una pesadilla en la que la moneda de cambio son los ahorros de toda una vida.
Esto, gracias a grupos de estafadores que operan impunemente, principalmente en redes sociales, y que se hacen pasar por intermediarios del Instituto de Vivienda de la Ciudad de México (INVI).
Sus armas son el desconocimiento de las personas de los procesos, trámites y requisitos para solicitar un crédito con el INVI, así como la necesidad que hay de vivienda en la capital del país, pese a que la Declaración Universal de los Derechos Humanos (de 1948) y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (1966) consideran que es un derecho universal la vivienda digna y adecuada.
A finales de noviembre del 2020 el Instituto de Vivienda comenzó a alertar sobre anuncios fraudulentos en los que se ofrece la venta o traspaso de inmuebles construidos con sus créditos
También, juegan en contra los altos precios de los inmuebles por el “cártel inmobiliario”, los altos intereses de los créditos hipotecarios bancarios y la falta de prestaciones, como el INFONAVIT, en la mayoría de trabajos, aunque sean formales.
Rodrigo Luna busca independizarse y salir de la casa de sus padres. Al igual que la mayor parte de su generación, la millennial, lo primero que hace antes de llevar a la práctica un plan es googlear por opciones, consejos o experiencias similares.
Así fue como se dio cuenta en la página inmuebles24.com que a la larga le era más factible dar el enganche para un “departamento del INVI” que comenzar la odisea de una renta interminable que no le garantizaría ningún patrimonio.
Además, la oportunidad era inigualable, un departamento en pleno corazón de la Roma en la calle de San Luis Potosí, por tan solo 300 mil pesos. Dos recamaras, un baño y sesenta metros de construcción listos para estrenar.
Si se animaba, su nuevo hogar tendría cuarto de servicio, cisterna, gas, seguridad privada, escuelas y centros comerciales cercanos. Lo mejor de todo, no debería de comprobar ingresos, pero algo no le cuadró.
“Los contacté por Inmuebles24 y a su vez me redireccionaron a otras tres personas y ahí fue cuando me comenzó a brincar la cosa (…) Me dieron una lista de requisitos y me dijeron que tenía que pagar por el terreno 139 mil pesos. Me brincó porque se supone que este tipo de viviendas son para un sector desprotegido. Se me hizo tan raro que mejor agendé una visita directa con el INVI”, narra.
Ya en las oficinas del Instituto de Vivienda, ubicadas en la Calle Canela de la colonia Granjas México, alcaldía Iztacalco, Rodrigo confirmó que se salvó de un fraude y que poder acceder a un departamento del INVI era más complicado de lo que imaginaba.
“Un fraude como estos representa muchísimo dinero, los ahorros de toda una vida. Yo como joven tal vez lo pueda volver a juntar, pero en la fila del INVI vi a mucha gente de procedencia indígena, vi, incluso, a una mujer que ni siquiera llevaba tenis, son personas de un estrato socioeconómico muy bajo”, recuerda.
Al llegar a las oficinas del INVI, a Rodrigo y a otro grupo de personas, les dieron un papel y les explicaron someramente que debían de esperar a que se abriera la convocatoria, que actualmente la lista de espera para vivienda era de alrededor de 18 mil personas y que antes de acceder a un departamento deberían de guardar aportaciones voluntarias en una especie de monedero.
Después, dependiendo del dinero que tuvieran ahorrado, se podían inscribir al proyecto para el que les alcanzara y el monto del crédito que les otorgaría el INVI dependería del estudio socioeconómico. También les comentaron que el proceso podría durar varios años.
“Me dijeron que lo de Inmuebles24 estaba super oscuro y que era un fraude. Afortunadamente no caí pero terminé desmoralizado al saber que el proceso dura años.
“Es muy complicado adquirir vivienda y el problema es que no hay una política pública que ayude a orientar o a facilitar a los jóvenes que no tenemos un crédito INFONAVIT. Nuestro reto no es subir el escalón económico que subieron nuestros padres, es mantener el estatus”, concluye.
¿Qué dice el INVI sobre las estafas de vivienda?
A finales de noviembre del 2020 el INVI comenzó a alertar sobre anuncios fraudulentos en los que se ofrece la venta o traspaso de inmuebles construidos con créditos del instituto.
“No te dejes sorprender. Si algún supuesto funcionario o funcionaria del INVI te ofrece la venta o traspaso de una vivienda a través de redes sociales, WhatsApp o portales inmobiliarios, ten cuidado, podrías ser víctima de un fraude”, alertaron.
En abril del año pasado, el instituto lanzó otra alerta similar, e incluso el director general, Anselmo Peña Collazo, pidió a la ciudadanía no dejarse sorprender por presuntos gestores.
“El INVI no promueve proyectos de vivienda a través de WhatsApp, ni ningún otro tipo de red social y tampoco en portales inmobiliarios. No promovemos la venta o traspaso de inmuebles, puesto que esa no es la forma de operar de los programas sociales con los que se cuenta para acercar el derecho a la vivienda a los capitalinos”, insistió.
El funcionario también explicó que los proyectos que son financiados por el instituto tienen como requisito tener un padrón verificado de beneficiarios desde antes de iniciar la construcción
“Invito a las personas que fueron víctimas de fraudes, que presenten su denuncia ante la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México”, pidió.
Y aunque desde hace más de un año las autoridades tienen conocimiento de la problemática y han habido cientos de víctimas, los anuncios de falsos departamentos del INVI a la venta siguen en redes sociales al igual que quienes llevan a cabo estas prácticas.