Los sicarios que atacaron este domingo un funeral en San José de Gracia, en Michoacán, tuvieron casi cinco horas para ejecutar a sus víctimas, deshacerse de los cuerpos y hasta limpiar la escena del crimen sin que nadie los molestara.
Según el Fiscal Adrián López, el ataque se produjo a las 15:30 horas, pero los cuerpos de seguridad estatales y federales llegaron hasta las 8 de la noche.
En San José de Gracia sólo había tres policías municipales que no hicieron frente al comando, pero tampoco preservaron la escena del crimen, lamentó el Fiscal del estado gobernado por el morenista Alfredo Ramírez Bedolla.
Agregó que se está investigando si los agresores se llevaron los cuerpos en camionetas, pues al llegar al lugar sólo encontraron el piso lavado, bolsas con restos de masa encefálica y una más con envases de productos de limpieza, además de que se recolectó una centena de cartuchos percutidos de armas de fuego.
Conforme los primeros datos de la investigación, se conoció que el velorio era de la señora Elisa, madre de Alejandro G., "El Pelón", quien operaba desde Colima para uno de los cárteles que controlan territorios en Jalisco y Michoacán, de donde se había ido dejando rencillas con uno de los integrantes del comando que realizó la ejecución.
"Se obtuvo información de que Alejandro G. y otro sujeto, cuya identidad nos reservamos, mantenían rencillas por la desaparición y homicidio de familiares, lo que se atribuían de manera recíproca", se indicó.