A lo largo de la historia ha existido gran cantidad de mujeres que han luchado por conseguir un espacio destacado en un mundo que parecía estar dominado por los hombres.

Durante más de un siglo han protagonizado una larga batalla para que reconozcan plenamente sus derechos políticos, desde el derecho al voto hasta ser votadas, así como respetar y aplicar la paridad en todos los cargos de toma de decisiones públicas, esto ha modificado por completo el panorama de la mujer actual.

Pero la lucha va más allá, es constante en los espacios públicos, en las calles, en los centros de trabajo, en los círculos sociales; es una batalla que enfrentan día con día y que parece no tener fin, pese al marcado avance que se ha registrado.

Actualmente, muchas de ellas han sobresalido en diferentes ámbitos, en la cultura, la política, el deporte y demás, son mujeres que sin buscar el reconocimiento saLlen todos los días a las calles para trabajar, para luchar, para alzar la voz, que sostienen a sus fa

Mujeres luchan por el reconocimiento de sus derechos y exigen frenar la violencia que las aqueja todos los días

milias, pero sobre todo que están dispuestas a dar la mano para ayudar a los demás.

En el marco del Día Internacional de la Mujer, El Sol de Cuernavaca y El Sol de Cuautla buscaron a esas mujeres, a aquellas mujeres que mueven el estado, que lo sostienen y que son el motor del desarrollo económico y social de la entidad.

Entrevistamos a 16 mujeres que comparten sus experiencias, parte de su historia, pero sabemos que no son las únicas; existen muchas más que luchan cada día por salir adelante.

Cuando tenía apenas 15 años Anna Carina Chumacero hacía activismo sin saberlo. Incluso desconocía el término feminismo. Aun así, a esa edad se inició en el acompañamiento de mujeres víctimas de violencia en asentamientos irregulares de Morelos.

Hoy en día es presidenta de la organización Huitzitzilin A.C. y directora nacional de la Red por los Derechos de las Mujeres, además integrante de Marea Verde Morelos.

El primer programa que impulsó junto a compañeras de luchas se llamó “Vecindades Seguras”, en el cual organizaban kermeses junto a mujeres que habitan en asentamientos irregulares.

Ahí preparaban comida y aguas para vender y recuerda que con un modesto estéreo organizaban un baile para recaudar fondos que empleaban para brindar un espacio donde dormir a la mujer que estuviera siendo víctima de violencia.

Acudían con los propietarios o administradores de vecindades para tener un cuarto donde albergar a la mujer, el cual se pintaba y acondicionaba con colchonetas y algunos trastes o utensilios de cocina.

Si estas mujeres tenían algún oficio o sabían cocinar se les compraba lo necesario para que ellas pudieran desarrollar una actividad y así solventar sus gastos.

“En ese momento no sabía que hacía activismo y acompañamiento a víctimas; con el paso del tiempo conocí el feminismo, el cual me llevó a identificarme con otras mujeres, a ser lo que ahora soy: una mejor persona, una mejor mujer, un mejor ser humano. A caminar con otras mujeres, acompañarlas en su dolor y poder exigir justicia con ellas”, expresó.

Chumacero comentó que tuvo que estudiar mucho para contar con la preparación y herramientas necesarias para poder acompañar a víctimas mujeres que viven violencia de género.

RETOS Y SATISFACCIONES

El reto más grande con el que se ha topado es la negligencia y la omisión con personalidades políticas que piensan que en lo que trabajan no existe, “que esa violencia que vivimos, esta violencia estructural, social, familiar, económica, sexual, es porque queremos”.

Actualmente trabaja en las organizaciones y en los protocolos de atención a la violencia digital en los municipios.

ANNA CARINA CHUMACERO, ACTIVISTA/ FEMINISTA

“Las mujeres no nacimos viéndonos como competencia, a nosotras nos hicieron vernos así, pero es hora de romper toda esa parte patriarcal.”