La respuesta del Gobierno mexicano al Parlamento Europeo -a cuyos integrantes acusó de “borregos”- por los señalamientos acerca de la violencia en que viven los periodistas y defensores de derechos humanos en el país, sorprendió hasta a voces afines a la 4T, y desató diversas controversias entre políticos, diplomáticos, organizaciones civiles y el sector económico.

Luego de cuestionar la veracidad del documento, el vicecoordinador de los diputados del PT, Gerardo Fernández Noroña, dijo que le parecieron poco diplomáticas las formas, ya que el posicionamiento del Gobierno federal pudo ser “enérgico sin ser panfletario”.

Aunque afirmó que comparte, en esencia, lo que se plantea en el documento, reiteró que usar la palabra “borregos” le pareció un error y sostuvo que no será la primera ni la última vez que manifieste una diferencia. Asimismo, llamó a cerrar filas ante “la majadera ofensiva” de la Unión Europea y Estados Unidos, quien también se ha pronunciado respecto a los ataques contra la prensa mexicana.

Pero la que generó más polémica fue la diputada federal morenista Patricia Armendáriz, quien en un inicio calificó de “burdo” el contenido del comunicado, e incluso pidió a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) que aclarara si el documento era real. Sin embargo, más tarde la también empresaria cambió de opinión y expresó su apoyo a la respuesta que el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador difundió el jueves por la noche.

“Efectivamente el comunicado es real. Me metí al texto provocativo del parlamento. Mi solidaridad con la respuesta de @lopezobrador_ que no es una pieza de diplomacia, pero pone un basta a este tipo de ataques de mexicanos usando órganos extranjeros de presión”, corrigió en Twitter.

En la misma red social, la embajadora emérita Martha Bárcena criticó el lenguaje “grosero e inapropiado” del comunicado oficial: “el respeto al país y al gobierno se gana con una política exterior seria y consistente y una política interior respetuosa de los derechos humanos, entre ellos el de libertad de expresión. Confrontar con un lenguaje grosero e inapropiado al @Europarl_ES no es defender a México”.

Del lado opositor, la bancada del PRI en el Senado urgió a la Cancillería “corregir con urgencia” el “lamentable” comunicado; mientras que el dirigente nacional del PAN, Marko Cortés, externó el rechazo hacia la postura del Gobierno federal y señaló que México debe respetar las cláusulas de derechos humanos y democracias del acuerdo global.

El líder de los diputados del PRD, Luis Espinosa Cházaro, calificó como un “burdo” desatino la respuesta, a la que consideró “una retórica digna de una dictadura que mancha la historia diplomática del país” y acusó al presidente de buscar “desviar la atención de la realidad nacional”.

El senador de Movimiento Ciudadano, Clemente Castañeda, aseguró que el Presidente Andrés Manuel López Obrador “ha perdido piso y nadie a su alrededor es capaz de advertírselo”, por lo que le pidió rectificar su posición sobre las observaciones del Parlamento Europeo respecto a la violencia contra la prensa en México.

Al menos, una veintena de oganizaciones civiles, como Artículo 19, Redim, Red TDT, IDHEAS, CIMAC, Cencos, Amnistía Internacional México, el Centro Pro, entre otros, también se sumaron a la crítica y externaron su preocupación a las violaciones a derechos de periodistas.

“México es desde hace mucho tiempo el lugar más peligroso y mortífero para los periodistas fuera de una zona oficial de guerra”, indicó Artículo 19, que junto con varias organizaciones firmó una carta en la que exigen al gobierno que cese la estigmatización contra periodistas y personas defensoras de derechos humanos.

El sector económico también reaccionó. El presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), José Medina Mora, afirmó que la respuesta de México a la resolución del Parlamento Europeo refleja que el Gobierno prefiere hacerse la victima antes que atender a las verdaderas víctimas.

“La carta de respuesta del Gobierno mexicano al Parlamento Europeo es, por decirlo menos, por su tono y lenguaje, falta de diplomacia, pero quizá lo más grave, refleja que en este Gobierno se prefiere hacerse la víctima antes que atender a las verdaderas víctimas”, señaló.

Durante el “Foro: Libertad de Expresión”, organizado por el organismo, refirió que según reportes de medios internacionales, han sido asesinados siete periodistas en los apenas 71 días en este año para un total de 152 periodistas y activistas que han sido asesinados sólo en este sexenio.