La historia de Luis Felipe Yzquierdo, quien durante dos años fue violado por sacerdotes en Campeche encubiertos por Castro, no es caso cerrado y el obispo debe acudir a declarar.
El escándalo en el que se vio envuelto Ramón Castro Castro, cuando fue obispo en Campeche, es un tema no finiquitado. Autoridades judiciales de aquel estado andan tras los pasos del prelado, acusado de haber tenido conocimiento de las atrocidades sexuales cometidas en seminarios y parroquias de Campeche.
Ramón Castro, quien se ha manifestado públicamente y en diversas ocasiones en contra de los matrimonios igualitarios, por considerar que las relaciones entre personas del mismo sexo van en contra de las leyes naturales y de la Iglesia, está acusado de haber encubierto una serie de violaciones contra un menor de edad, por parte de sacerdotes bajo su supervisión en Campeche, de donde fue oispo de 2006 a 2013.
Luego de la denuncia en contra de Castro Castro por encubrimiento de ≤sacerdotes pederastas, en Campeche en 2007, el Poder Judicial del Estado peninsular emitió en diciembre pasado un exhorto a las autoridades de Morelos, para llevar a cabo las diligencias necesarias y emplazarlo como acusado, para dar respuesta a la demanda iniciada en su contra.
Fue Sagrario Guadalupe González, secretaria de acuerdos interna del Juzgado Tercero de Primera Instancia de lo Civil, del Primer Distrito Judicial de Campeche, quien emitió el documento 946/15-2016/J3C-I, del expediente 135/15-2016/J3°C-I, con fecha del 4 de diciembre de 2015.
En él se hace referencia al exhorto 46/15-2016/3°JC-I relativo al Juicio Ordinario Civil de Daño Moral y Psicológico, promovido por Luis Felipe Yzquierdo Cundafe, en contra de un grupo de sacerdotes que abusaron sexualmente de él en 2007 y donde acusa a Ramón Castro de haberlos encubierto.
Y es que después de haber sido intoxicado con bebidas alcohólicas y obligado en múltiples ocasiones a tener relaciones sexuales con sacerdotes, Luis Felipe, misionero de tan solo 16 años en ese entonces y quien intentó suicidarse en tres ocasiones -debido a los abusos que sufría-, acudió a quien en ese momento era la máxima autoridad eclesiástica de Campeche, Ramón Castro Castro, pero la respuesta fue devastadora.
Luis Felipe Yzquierdo, después de dos años de violaciones y de ingerir en dos ocasiones una gran cantidad de pastillas, además de intentar ahorcarse, rompió el silencio y se acercó a Castro Castro, quien escuchó atento las historias de acoso y abuso sexual que habían ocurrido en la Parroquia de la Divina Providencia, la Casa Parroquial de Hecelchakán y la Casa Parroquial del Sagrado Corazón de Jesús.
Lejos de actuar en contra de los presuntos abusadores, la solución del obispo fue cambiar a Luis Felipe de parroquia y ofrecerle dinero para que guardara silencio. El joven refiere que meses después, en enero de 2010, Ramón Castro se volvió a poner en contacto con él, para reprocharle sus denuncias y lo amenazó con meterlo a la cárcel.
Ante las amenazas de Ramón Castro, Luis Felipe acudió al arzobispo primado de México y cardenal Norberto Rivera, así como al obispo de Tabasco, de donde es oriundo, situación que según el afectado enfureció al actual obispo de Cuernavaca, quien en octubre 2014 le envió un correo electrónico.
En ese texto le recordó que le había dado una fuerte cantidad de dinero para que guardara silencio, por lo cual le reprochó el hecho de que insistiera en su afán de que se hiciera justicia.
Luis Felipe refiere que en ese mismo correo electrónico, Castro Castro, quien en julio de 2013 se instaló en la sede episcopal de Cuernavaca, le mencionó: “¿Sabes qué? Yo ya no soy de Campeche, así que ya no me toca a mí, sino al obispo Francisco González”, intentando evadir su responsabilidad como cómplice de los ataques sexuales.