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López Obrador resiste el desgaste y mantiene una aprobación del 59% a las puertas de la revocación de mandato

Un 74% de los votantes se muestra favorable a que el presidente termine el sexenio, según una encuesta de SIMO para EL PAÍS. Los mexicanos valoran las políticas sociales de la Cuarta Transformación. El Gobierno reprueba en la lucha contra la inseguridad, el narco y las agresiones a periodistas

 

Andrés Manuel López Obrador resiste el desgaste del poder. El presidente de México mantiene una elevada aprobación ciudadana cuando faltan poco más de tres semanas para la consulta sobre la revocación de mandato convocada para el 10 de abril. Una encuesta de SIMO Consulting realizada para EL PAÍS entre el 8 y el 12 de marzo refleja que la popularidad del mandatario sigue rondando el 60%. Un 30% de los encuestados “aprueba mucho” su trabajo al frente del Gobierno y un 29% lo “aprueba algo”. Solo un 22% impugna sin matices su gestión. Una amplísima mayoría, un 74%, está de acuerdo además con que López Obrador agote su mandato y rechaza que deje su cargo antes de las elecciones de 2024.

El estudio muestra una erosión en la valoración del presidente con respecto a su mejor promedio, el 68% que conservaba en julio de 2021. Sin embargo, los datos más recientes se enmarcan en un contexto político especialmente turbulento: a un arranque de año marcado por la crisis de seguridad y la inflación se sumaron a finales de enero los cuestionamientos al hijo mayor del mandatario, José Ramón López Beltrán, por la vivienda que ocupó a las afueras de Houston, en Texas. Las acusaciones no probaron responsabilidades legales, pero el caso acaparó la conversación pública durante semanas y ahondó el enfrentamiento con sus adversarios. Con todo, ninguno de estos frentes debilitó de manera irreversible a López Obrador. Su antecesor, Enrique Peña Nieto, afrontaba a estas alturas del mandato un enorme desgaste, con una aprobación que oscilaba entre el 20% y el 30%.

El sondeo confirma un fenómeno habitual desde 2018: la figura del presidente resulta mucho más sólida y valorada, según el imaginario de los mexicanos, que algunas de las medidas que él mismo impulsa. El balance de los avances y retrocesos del primer Gobierno federal de Morena lo corrobora. Lo más aplaudido por los ciudadanos son las políticas sociales del Gobierno. “El apoyo a los más pobres” supone para el 75% una mejora frente a las anteriores Administraciones del PRI y del PAN. Un 61% también ve con buenos ojos la promoción de grandes obras públicas, un 52% considera otro progreso la lucha contra la corrupción, uno de los ejes de la llamada Cuarta Transformación, y el 51% valora la creación de empleo después de dos años muy difíciles debido al desplome de la economía acelerado por la pandemia de coronavirus.

Al mismo tiempo, el Ejecutivo suspende en materia de seguridad, en el combate contra los carteles del narcotráfico que siembran el terror en estados como Michoacán, Morelos, Zacatecas y Tamaulipas, o en la estrategia para hacer frente a la violencia contra periodistas. Ocho reporteros han sido asesinados en lo que va de año, el último el pasado martes, y el presidente no ha renunciado a polarizar con algunos comunicadores especialmente críticos y a lanzar ataques contra la prensa. A pesar de todo, el 71% opina que en México sí hay libertad de expresión. Los votantes también ven insuficientes también las iniciativas de esta Administración para eliminar la violencia contra las mujeres. Desde principio de enero, cinco mujeres han sido reportadas como desaparecidas cada día en México, según el Registro Nacional de Personas Desaparecidas.

“La población percibe como el mayor retroceso en este Gobierno todos los temas relacionados con la inseguridad y violencia (mujeres, periodistas, narcotráfico). Sin embargo, el presidente ha sido muy hábil en esquivar la valoración negativa sobe dicho tema para que no afecte a la aprobación de su mandato. Da la impresión de que la población no espera ya que la situación de inseguridad vaya a cambiar radicalmente, es decir una normalización, o al menos no depositan esta responsabilidad sobre el mandatario”, señala Santiago Rodríguez, director de estudios estratégicos de SIMO Consulting.

En su opinión, “otra forma de ver la complacencia de la ciudadanía con los flancos débiles del presidente es que son compensados de gran manera con lo que consideran sus fortalezas, principalmente el apoyo a los más pobres”. “A pesar de que los expertos en política social critican el clientelismo implícito que hay en repartir dinero para, por ejemplo, mejorar los servicios públicos, lo cierto es que mucha gente tiene más efectivo en la mano gracias al Gobierno y eso tiene un peso muy relevante sobre las preferencias. No parece importar mucho que ese dinero vaya a tener que ser invertido en servicios privados. Este es el caso de la cancelación de las escuelas de tiempo completo que permite a muchas mujeres trabajar mientras sus hijos estudian”, continúa Rodríguez.

Combate a la corrupción
52%
46%
 
Combate a la inseguridad
34%
63%
 
Combate a los cárteles del narcotráfico
30%
66%
 
Creación de empleos
51%
46%
 
Apoyo a los más pobres
75%
22%
 
Construcción de obras públicas
61%
36%
 
Combatir la violencia contra periodistas
31%
64%
 
Eliminar la violencia contra las mujeres
41%
53%
 

 

 

 

 

Ámbito: 
Nacional
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