En esta ocasión no hubo pintas, pero sí fueron más de 2 mil las mujeres, principalmente y algunos hombres los que realizaron una marcha para exigir resultados, justicia para las féminas que han sido asesinadas en Morelos, y sobre todo en la Región Oriente. Ahí estaban los familiares de algunas mujeres a las que mataron, entre ellas, la de Evelin Afiune Ramírez, una de las últimas víctimas, que salió en busca de trabajo y nunca más regresó.
La Fiscalía Regional del Oriente del Estado estaba cerrada; se evidenció que fue atrancada, y que el personal no saldría para dar atención a esas miles de mujeres que ayer se unieron en un solo grito de justicia.
Con pancartas, con mantas y con consignas, partieron a partir de las 15:20 horas, desde la Alameda para hacer un largo recorrido por varias calles del centro de la ciudad de Cuautla, hasta llegar a las instalaciones de la Fiscalía Regional del Oriente. Frente al moderno edificio, gritaron por la atención de los Ministerios Públicos o del mismo fiscal regional, lo que no sucedió.
Después fueron familiares de mujeres desaparecidas, muertas por delincuentes que aun hoy, como lo dijeron, están libres, están impunes porque nadie hace una investigación sobre esos presuntos criminales. Una de ellas, madre de una menor de edad, relató que a pesar de las evidencias por los golpes que presentaba el cadáver de su hija, le dijeron que su muerte había sido de manera “natural”, y se dejó libre al supuesto homicida.
En otros casos, fue la denuncia de las millonarias cifras que se manejan al interior de la Fiscalía General del Estado (FGE), aún están solicitando más sin dar un solo resultado y ahí están los feminicidios que se han registrado y que tienen a Morelos en uno de los primeros lugares en muertes violentas de mujeres.
También denunciaron que al interior del Servicio Médico Forense (Semefo) de la Fiscalía Regional del Oriente, se encuentran 2 cadáveres más de mujeres que no han sido identificadas y tampoco se ha dado a conocer de qué o por qué murieron. “Es extraño lo que sucede, y lo que queremos es justicia, “justicia para Evelin y para muchas otras mujeres más”.
La larga fila llamó la atención de cientos de personas, que en algunos casos se fueron integrando a la marcha; eran gritos de miedo, de temor y de esperanza, porque también manifestaban que ahora entre ellas mismas se van a cuidar, porque ya no confían ni en la policía ni en la Fiscalía.
De igual forma llamaron a la población a no ser ni omisa ni indiferente, sino que apoyaran, que ayudaran a las mujeres que vean que están en posible riesgo, en peligro; “nosotras tenemos hoy que cuidarnos, porque no confiamos ni en policías ni en la Fiscalía; ya basta de tanta violencia en contra de las mujeres”.