En 2006 se otorgó la concesión de recolección a PASA, lo que generó una serie de problemas ambientales y económicos para el Municipio
Hace 17 años comenzó la historia entre la empresa recolectora de basura PASA y el Ayuntamiento de Cuernavaca, un conflicto que tal parece podría llegar a su fin. Todo inició cuando en 2006, el entonces presidente municipal Jesús Giles Sánchez, agobiado por la cancelación del tiradero de Tetlama, decidió privatizar los servicios de recolección a la empresa Promotora Ambiental S.A. de C.V. (PASA). El pretexto para la autoridad panista en ese momento fue el cierre definitivo del tiradero de Tetlama, justo en la recta final de la administración de Adrián Rivera, pero a la llegada del también panista Jesús Giles y su cabildo se decidió concesionar el servicio de limpia y recolección como una solución inmediata, y el 25 de enero de 2007 fue publicada la convocatoria para la licitación correspondiente, todo con la autorización del Congreso local. Hace unos días el Municipio pagó más de 37 millones de pesos a la empresa que podría volver a prestar el servicio en la ciudad.
Hace 17 años comenzó la historia entre la empresa recolectora de basura PASA y el Ayuntamiento de Cuernavaca, un conflicto que tal parece podría llegar a su fin. Todo inición cuando en 2006, el entonces presidente municipal Jesús Giles Sánchez, agobiado por la cancelación del tiradero de Tetlama, decidió privatizar los servicios de recolección a la empresa Promotora Ambiental S.A. de C.V. (PASA).
El pretexto para la autoridad panista en ese momento fue el cierre definitivo del tiradero de Tetlama, justo en la recta final de la administración de Adrián Rivera, pero a la llegada del también panista Jesús Giles y su cabildo se decidió concesionar el servicio de limpia y recolección de desechos como una solución inmediata, y el 25 de enero de 2007 fue publicada la convocatoria para la licitación correspondiente, todo con la autorización del Congreso local.
El Ayuntamiento acordó como titular de la concesión a la persona moral denominada Promotora Ambiental de La Laguna, Sociedad Anónima de Capital Variable (PASA), bajo el título de concesión respectivo a favor de la empresa con fecha 4 de abril de 2007.
De inmediato, PASA instaló un relleno sanitario en el paraje denominado Loma de Mejía, en plena zona boscosa de la capital morelense, lo cual funcionó de manera breve aún con la oposición de un grupo de ciudadanos; entre ellos, familias de pepenadores que vieron afectada su actividad con la llegada de la empresa.
Para 2009, el escenario cambiaría al ganar las elecciones municipales el candidato del PRI, Manuel Martínez Garrigós. Con argumentos como la continuación de los mantos freáticos y el pago exagerado del Municipio a la empresa, un día fue suspendido el pago los meses de mayo, junio y julio; y a falta de pago PASA suspendió parcialmente sus labores y el alcalde Manuel Martínez anunció la rescisión del contrato.
El 2 de agosto de 2010, El Sol de Cuernavaca daba cuenta de esta información: “A partir de este día la empresa PASA anunció que suspenderá el servicio de recolección y disposición de basura, hasta en tanto el ayuntamiento de Cuernavaca cubra el adeudo que asciende a un total de 16 millones 117 mil 138 pesos por la prestación del servicio correspondiente”. En esos momentos únicamente prestaban el servicio a hospitales, guarderías y asilos "como una forma de apoyo", señaló en su momento la empresa. Un día después los camiones dejaron de salir a las calles a cubrir las rutas para el servicio de recolección y disposición final de la basura. En ese entonces, el gerente de la empresa,
Villalobos Adán elevó los costos hasta 30 millones de pesos, con el hoy alcalde la recolección fue acordada en 20 millones.
Sergio Urzua, señalaba a través de un comunicado que intentaron llegar a acuerdos con las autoridades, pero no obtuvieron respuesta. En esas fechas ya se pagaban más de 23 millones de pesos mensuales a la empresa.
Sin duda, desde esa fecha comenzó una intensa batalla jurídica entre el municipio y la empresa concesionaria, al grado que, en diferentes momentos, el exalcalde Manuel Martínez anunció que se había ganado la batalla legal, pero en realidad se alargó.
“Nosotros siempre cumplimos, dejamos un cheque en la tesorería y nunca quisieron pasar por el cheque; lo que se les adeudaba eran 38 millones de pesos, ellos cobraban casi 23 millones de pesos mensuales”, asegura Martínez Garrigós.
Subrayó que una vez que la empresa norteña se negó a cumplir con el contrato, se contrató a sindicatos morelenses para que ayudaran en la recolección de emergencia como NGS y CTM, y el costo bajó a 8 millones de pesos.
“Lo que es realmente singular es que ni Jorge Morales Barud, y mucho menos Cuauhtémoc Blanco hayan cometido el error jurídico de permitir el regreso a PASA, y fue un gobierno del PAN que le dio la concesión que hoy tratan de revivir”, expresó el abogado.
Al incio de la actual administración, se dio a conocer que el Ayuntamiento enfrentaba dos deudas millonarias por el servicio de recolección de basura.
“Lo que es realmente singular es que ni Jorge Morales Barud, y mucho menos Cuauhtémoc Blanco hayan cometido el error jurídico de permitir el regreso a PASA, y fue un gobierno del PAN quien le dio la concesión que hoy tratan de revivir”.
MANUEL MARTÍNEZ GARRIGÓS,
EXALCALDE DE CUERNAVACA