De acuerdo con el Colegio de Pilotos Aviadores de México, el rediseño del espacio aéreo para que opere el AIFA contribuye a los retrasos en el viejo aeropuerto Benito Juárez
La operación del Aeropuerto Felipe Ángeles (AIFA), una de las joyas de la corona de las obras de infraestructura de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, está en duda. La Federación Internacional de Pilotos de Líneas Aéreas (IFALPA, por sus siglas en inglés) ha alertado a los pilotos que sobrevuelan el país sobre “algunos incidentes de aeronaves que llegan al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México”.
De acuerdo con la comunicación oficial, se han registrado varios incidentes de aeronaves que llegan al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y que aterrizan con bajos niveles de combustible, además de que presentan desvíos por la saturación del puerto aéreo. Los pilotos alertan que “la apertura del aeropuerto de Santa Lucía ha traído nuevas complicaciones para los controladores aéreos, que al parecer no recibieron la capacitación necesaria para operar el rediseño del espacio aéreo en el Valle de México”, indican,
“No vamos a tapar el sol con un dedo”, ha dicho Humberto Gual, secretario general del sindicato de los pilotos de México. “Se han incrementado temas en el aire, que los controladores no han tenido, en mi punto de vista, adiestramiento”, dice en entrevista el operador aéreo.
La Federación de aviadores agrega que las tripulaciones han recibido indicaciones de que no se adhieren a las restricciones para evitar obstáculos, además, denuncian que no se utiliza la fraseología adecuada de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).
“Se recomienda que las tripulaciones consideren llevar combustible adicional para permitir la prolongada espera y posibles desvíos y también considerar que el AICM es un aeropuerto de gran altura”, dicen. La Federación pidió que, ante la poca capacitación de los controladores aéreos en la Ciudad de México, los pilotos deben resolver a su criterio las operaciones que consideren “cuestionables”.
El presidente de México señaló la semana pasada que había pedido ayuda a Eduardo Tricio, presidente de Aeroméxico, “para que se ampliaran vuelos”. Al comienzo de su mandato, López Obrador canceló la construcción de otro aeropuerto que se había comenzado a construir durante la Administración de Enrique Peña Nieto, en el municipio de Texcoco, e impulsó un nuevo proyecto a partir de la ampliación de la base militar de Santa Lucía, a unos 50 kilómetros de la capital. “Se trata de un buen aeropuerto”, señaló el presidente hace unos días.
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes confirmó esta semana que tiene previsto publicar un decreto en los próximos días para reducir los vuelos desde y hacia el aeropuerto Benito Juárez, en el que las operaciones bajarán de 62 a alrededor de 50 cada hora. El objetivo de la medida es reducir la saturación del antiguo aeródromo e incentivar la actividad del Felipe Ángeles.