Arrimo a OTAN de Finlandia y Suecia genera tensión

La guerra en Ucrania rompió con la neutralidad de Finlandia y Suecia, que buscan adherirse a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) ante la amenaza rusa, pese a que al inicio de la guerra advertían que este paso comprometería la estabilidad y seguridad regional.

La decisión que ampliaría la zona de operación del organismo de 30 a 32 Estados es un claro desafío a Rusia, que atacó Ucrania para evitar que se uniera a la alianza estratégica y, ahora, a más de 80 días en guerra orilla a que otros gobiernos cambien su postura, a fin de reforzar su seguridad, agravando las tensiones por las que exigen un cese el fuego.

Pese al cierre del suministro de gas del país vecino, Finlandia ratificó su solicitud al admitir un peligro. Sostuvo que se requiere contrarrestar cualquier amenaza bélica, en referencia al invasor, aunque aseveró que ello no busca perjudicarlo.

Al calificar la decisión como un paso “histórico” a una nueva era, el presidente finlandés, Sauli Niinisto, refirió que no se escabullirán del conflicto y ampliarán la seguridad y territorio de la OTAN, si lo apoya el Parlamento. Esto pese a que su homólogo ruso, Vladimir Putin, le hizo ver que su incorporación es un error.

Y apuntó que el objetivo es claro: ser una región “estable, fuerte y consciente”.

Horas después, el gobierno socialdemócrata sueco siguió sus pasos, al dejar atrás su postura de que una adhesión arriesgaría la estabilidad, pues advirtió que es la falta de unidad la que aumenta las condiciones de peligro en la región y en el mundo, como aseveró en múltiples ocasiones el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, previo a la invasión.

Al respecto, la primera ministra, Magdalena Andersson, precisó que se asegurara que hoy el Parlamento les dé su respaldo ante esta crisis, mientras que varios medios adelantan que hoy mismo podrían remitir el anuncio para oficializarlo en conjunto con el gobierno aliado.

Por separado, la ministra de Exteriores, Ann Linde, sostuvo que este paso busca revertir el empeoramiento de la seguridad del país y del continente.

Ante el posible ajuste, el secretario de la OTAN, Jens Stoltenberg, garantizó una respuesta rápida para ambas solicitudes, como lo adelantó la ministra de Exteriores alemana, Annalena Baerbock, pues Ucrania ha advertido que en esta guerra el mundo se expone a una geopolítica dictada por un agresor.

Por ello, el organismo ya evalúa un despliegue por tierra, mar y aire en ambas zonas al garantizar una mayor seguridad, aunque no especificó cuándo se daría éste, paso en el que enfrenta un posible retraso de parte de Turquía, pues externó su negativa a nuevas adhesiones en medio de la guerra, pues si así lo aprueba el organismo se aproximaría más al territorio del gobierno en la mira por presuntos crímenes de guerra.

En tanto, el Kremlin anticipa “represalias militares”, en rechazo a los intentos de Occidente de actuar en su contra.

El presidente del Comité de Defensa, Viktor Bondarev, sostuvo que “aumentarán la presencia de tropas en la frontera”, sin hacer énfasis en qué parte, lo que supone una advertencia a Finlandia en torno a un posible despliegue como lo hizo meses antes de desatar la “operación de desnazificación” en Ucrania. En tanto, medios estatales dijeron que esta acción obliga a Rusia a reagruparse y reorientar sus objetivos, sin entrar en detalles.

Pese al panorama devastador, para Stoltenberg Ucrania está cerca de ganar esta guerra, según las condiciones actuales, pues durante el fin de semana se confirmó otro fracaso del ocupante con la salida de Járkov. Al destacar la valentía de la resistencia, dijo que ésta cuenta con la capacidad de defenderse como hasta ahora, mientras que el ejército ocupante está diezmado, muestra de ello es que otra vez se replegó en una zona clave.

A la par de estos intentos de adhesión, Ucrania resiste nuevos ataques, principalmente en el este con avances contra Donetsk, Lugansk y Mariupol, donde la resistencia acusó el uso de armas de fósforo para apoderarse de la planta de Azovstal, en la que el invasor ha negado el intercambio de soldados heridos por tropas rusas. Además, ayer se reportaron bombardeos en Leópolis y Dnipro.

En tanto, datos del gobierno británico y otros aliados revelan un nuevo golpe al rival, pues como hace semanas en Kiev ahora retrocedieron en Járkov, pues no consiguieron tomar el control de la zona, luego de que los invasores perdieran hasta la tercera parte de las tropas que incursionaron en el país desde febrero pasado, lo que se acerca a la estimación de 26 mil bajas enemigas que contabiliza la gestión de Zelenski de las hasta 100 mil que habría acumulado en la frontera.