El presidente municipal de Cuernavaca reconoció que mientras más casos haya de sanciones a la corrupción los servidores públicos sabrán las consecuencias de sus actos
Después de que el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) dictó dos años de prisión al expresidente de Cuernavaca, Rogelio "N", así como ordenar la reparación del daño al municipio por más de 37 millones de pesos, el alcalde José Luis Urióstegui Salgado mencionó que los tribunales tienen los medios necesarios para establecer si existe una responsabilidad que deba de ser sancionada.
Precisó que aunque por el tipo de procedimiento el exmunícipe tendrá derecho de acudir a la vía de un amparo directo, se brindan los elementos para sostener que cualquier funcionario, sin importar el cargo que haya o esté desempeñando, se deberá conducir conforme a la ley. “No importa qué tipo de responsabilidades hayan incurrido ya que pueden ir desde las administrativas, políticas, penales o de carácter civil; éstas sanciones deben incluir a cualquiera que falte a la ley”, señaló, no solamente a administraciones anteriores, sino también las nuevas, incluyendo la de él.
El exalcalde interino de Cuernavaca, Rogelio "N", quien administró al municipio durante la ausencia de Manuel Martínez Garrigós, y Alma Graciela "N", quien en su momento fungió como tesorera municipal, fueron condenados por el delito de peculado, así como la inhabilitación por dos años en los servicios públicos.
El exedil fue condenado a prisión por dos años y tendrá que pagar 350 días de multa, es decir, una reparación de daño por 37 millones 837 mil 433 pesos.
Rogelio "N" aún puede recurrir al amparo y continuar en libertad.