Tras considerar que México vive una ola de violencia histórica, con 122 mil homicidios en lo que va del sexenio, la Arquidiócesis Primada de México demandó ayer acciones que conlleven a un país seguro y pongan fin a la "vergonzosa impunidad" que prevalece.
En su editorial dominical Desde la Fe, titulado "No olvidaremos. Queremos paz y justicia", la Iglesia católica indicó que el asesinato de los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora en Cerocahui, Chihuahua, refuerza el llamado a examinar la estrategia de seguridad en México.
Criticó que casos mediáticos obliguen a las autoridades a dar celeridad en las averiguaciones.
"El laico Pedro Palma y los sacerdotes Javier Campos y Joaquín Mora fueron despojados de sus vidas el lunes 20 de junio a manos del crimen organizado. Es grande el dolor que nos dejan sus muertes, pero más grande es el dolor de saber que son miles de muertos en México", manifestó la Arquidiócesis a cargo del Cardenal Carlos Aguiar Retes.
"Queremos justicia y queremos paz. Queremos un México seguro y queremos ver el fin de esta vergonzosa impunidad. Si en 72 horas lograron recuperarse los cuerpos de 2 sacerdotes y un laico, y avanzar en las averiguaciones, ¿por qué no hacer esto con tantos y tantos casos impunes?
"El nivel de impunidad en México es muy alto; la presión de la opinión pública motiva a las autoridades a resolver contados casos mediáticos, pero, ¿qué pasa con las miles de familias que, además de fracturarse con el asesinato de un ser querido, nunca verán justicia?", añadió la Arquidiócesis.
Los sacerdotes jesuitas y el promotor turístico Pedro Palma fueron asesinados el lunes pasado a manos de José Noriel Portillo, alias "El Chueco", en Cerocahui, pero debido a que había amenazas contra la comunidad, la noticia se difundió hasta el martes en la madrugada.
Organizaciones religiosas y defensoras de derechos humanos así como políticos condenaron el hecho y exigieron a las autoridades federales revisar la estrategia de seguridad.
"Nos sumamos al llamado del padre Javier 'Pato' Ávila, sacerdote jesuita de la Sierra Tarahumara: 'nuestro tono es pacífico, pero alto y claro. Invitamos a que las acciones de gobierno finalmente acaben con la impunidad imperante en nuestra sociedad', señaló ayer la Arquidiócesis en el editorial.
"La promesa de atrapar al asesino de estos sacerdotes jesuitas ya no es suficiente, pues atrapar a un líder del crimen organizado no resolverá la violencia en México. Queremos una promesa de un mejor futuro, donde reine la paz y la justicia, donde la impunidad sea nula y donde las personas puedan caminar seguras por las calles".
La Arquidiócesis recordó el llamado de los Obispos de México a un diálogo nacional para emprender acciones que construyan el camino de paz.
"Suscribimos este llamado: queremos trabajar en conjunto para construir puentes, dejar atrás la polarización y reconstruir el tejido social en beneficio de un México mejor", expresó en el editorial.