Antes de que los campesinos llegaran al Zócalo de Ayala, los empleados municipales desalojaron poco a poco el edificio de la Alcaldía, hasta que quedó prácticamente vacío. Cuando llegaron, los manifestantes reclamaron la presencia del edil y exigieron que les dijera si ya había firmado la ampliación de la licencia del acueducto construido por la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Colgando pancartas en el edificio, levantando cartulinas y gritando consignas, los ejidatarios tomaron la Presidencia Municipal y anunciaron que dicha determinación duraría hasta que llegara el presidente, pues en ese momento no se encontraba.
"Al presidente no le notificamos que íbamos a venir, pero ya sabía, por sus alfiles, que íbamos a llegar y no nos está atendiendo. Nos han comentado que él ya firmó el convenio de la licencia de construcción para la conexión de los acueductos", aseguró el comisariado ejidal de Tenextepango, Armando Cervantes Benítez.
Efectivamente, un día antes, el alcalde dio a conocer a medios de comunicación que ya sabía de las acciones de los campesinos. Explicó que él no se encontraría en el Ayuntamiento, debido a otras actividades que requerían su presencia en la Ciudad de México. Sin embargo, insistiendo en que la administración municipal ha decidido mantenerse al margen del conflicto por el acueducto de la CFE, reveló que lo que firmó fue la ampliación de la licencia de construcción que el Ayuntamiento otorgó desde el año 2012, cuatro años antes de que él llegara a la presidencia.
"Este permiso del acueducto se dio en el 2012, pero cada año se ha estado actualizando la ampliación, porque hay que decirlo así: es muy diferente un permiso que una ampliación", aseguró.
De acuerdo con Domínguez Aragón, el Ayuntamiento ha tenido que enfrentar la presión de las dos demandas iniciadas por la CFE por haber incumplido la licencia, y la presión que también supone una deuda de cerca de dos millones 800 mil pesos por energía eléctrica, la cual se habría generado en la administración anterior.
En torno a esta probable presión, los campesinos, aún sin la certeza de que el edil hubiera firmado documento alguno, aseguraron que de no haberlo hecho habrían sido capaces de respaldarlo de tal forma que las demandas en contra del Ayuntamiento no supusieran un riesgo para él, siempre y cuando se comprometiera a respetar la voluntad de los ejidatarios, quienes se oponen a que el agua que usan para regar sus cultivos sea arrastrada hacia la planta termoeléctrica de Huexca, también incluida en el PIM.
Tras permanecer varias horas en la Alcaldía, esperando la llegada del presidente, los campesinos se trasladaron al municipio de Cuautla, donde llevaron a cabo una reunión para acordar nuevas acciones de resistencia. Por lo pronto, anunciaron que esta mañana volverían al lugar.