Más de 60 buques con gasolinas importadas por Pemex se encuentran varados en el Golfo de México debido a que no hay espacio de almacenamiento para que descarguen; los costos de espera representan unos 48 millones de pesos por día, los cuales absorbe la petrolera.
Los buques transportan aproximadamente 18 millones de barriles de combustible, principalmente gasolina y diésel importados por Petróleos Mexicanos.
Las multas diarias son de unos 40 mil dólares por barco por cada día de espera, por lo que el costo de no recibir a tiempo el combustible de los buques atascados en fila asciende a 2.4 millones de dólares, unos 48 millones de pesos por día.
De acuerdo con el reporte de la agencia Bloomberg, el crecimiento de las importaciones de combustibles derivó en la acumulación de barcos petroleros a más de tres veces el volumen habitual.
Los aproximadamente 60 buques en espera tienen suficiente combustible para satisfacer alrededor del 60 por ciento de la demanda mensual del país.
La última vez de un atasco similar fue a principios de 2020, cuando la pandemia de Covid-19 desplomó las importaciones por la caída en la demanda.
La congestión en el mar es el resultado de varios factores adicionales a la falta de almacenamiento disponible.
El Gobierno mexicano anunció a principios de este año subsidios a los combustibles para controlar la inflación, lo que importadores
-como la unidad comercial de Pemex, PMI-, están utilizando para compensar el costo de las compras de combustible en el extranjero.
Al mismo tiempo, Pemex incrementó sus compras de gasolina y diésel para satisfacer la alza esperada en la demanda a medida que cede la pandemia, además de abastecerse antes de lo peor de la temporada de huracanes.
Mientras tanto, las refinerías de México están operando a menos de la mitad de la capacidad en medio de actividades de mantenimiento, lo que resulta en la necesidad de impulsar las importaciones.
En junio, Pemex importó cerca de 888 mil barriles de productos refinados, un récord para este año, con compras de gasolina que aumentaron 17 por ciento en comparación con mayo, y las de diésel que subieron 34 por ciento.
"Tiene sentido que pequen de precavidos en su afán de asegurar los suministros porque si un huracán azota el Golfo de México, podrían estar en serios problemas", dijo Felipe Pérez, director de downstream de S&P Global Inc. en Los Ángeles. "Los inventarios domésticos de gasolina en México son un poco ajustados".