En la Cámara Nacional del Comercio en Pequeño (Canacope) aumentó el número de afiliaciones y de trámites de nuevas altas de pequeños negocios, tras los dos años de la emergencia sanitaria en los que un importante número de pequeños negocios no lograron sobrevivir.
Para el representante del organismo camaral, Humberto Bahena Rodríguez, la intención de los ciudadanos de apostar nuevamente por un negocio es una señal positiva, a pesar de los factores negativos que podrían hacer pensar dos veces a cualquiera arriesgar su capital.
Entre los riesgos, sobre sale la escalada de la inflación y el encarecimiento del financiamiento, así como la competencia que representa el comercio informal, por un lado, y por otro, el de las tiendas de conveniencia, que mantienen una tendencia de acaparamiento del mercado.
Aun así, el presidente de la Canacope dijo que, en los últimos meses, la delegación de la Cámara registra todos días entre tres y cuatro solicitudes de trámite de nuevas licencias de funcionamiento, principalmente en los municipios que conforman la zona conurbada de Cuernavaca.
Los giros van desde la tradicional tiendita de abarrotes y fondas, hasta consultorios médicos, pasando por papelerías, peluquerías, tortillerías, panaderías, herrerías, etcétera, refirió al hablar sobre las áreas en los que los emprendedores están depositando su confianza.
“Se están abriendo nuevos negocios, que están llegando a afiliarse a la Cámara y a solicitar apoyo con el proceso de apertura, de todos los giros”, declaró.
El representante del comercio en pequeño agregó que después de la emergencia sanitaria y la crisis económica que acarreó, hoy la gente está tratando de retomar sus actividades, como una necesidad natural, que también se está anteponiendo a la inseguridad y la violencia que se viven en las colonias.