El Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) no ha ejercido recursos presupuestales para la rehabilitación del sistema de drenaje y cárcamos, al menos así ha sido hasta marzo pasado, de acuerdo con información obtenida por EL UNIVERSAL.
Esto hace vulnerable de encharcamientos e inundaciones a las plataformas y pistas de la terminal, como sucedió el pasado domingo por la fuerte lluvia.
El programa de rehabilitación fue diseñado al arrancar la actual administración, pero no obtuvo recursos al inicio, sino hasta 2022, cuando mediante una modificación presupuestal logró recibir 3 millones de pesos, revela el observatorio del gasto de la Secretaría de Hacienda.
Sin embargo, hasta marzo no había ejercido ni un solo peso y el avance físico de la obra es de 0%, pese a que deberá estar lista el 31 de diciembre del próximo año.
En la actualización del análisis costo-beneficio de la rehabilitación, con fecha del 21 de noviembre de 2021, se detalla que originalmente estos trabajos tenían que haberse concluido el año pasado, con un costo de 38 millones de pesos.
No obstante, se solicitó “nuevo alcance”, que incluiría la rehabilitación de los cárcamos 2, 3, 4, 5 y 6 del AICM, a fin de desalojar el agua pluvial y residual de la terminal aérea más importante del país, mediante la sustitución de 25 bombas y la ampliación a ocho adicionales en los cárcamos, las cuales son antiguas, por lo que su mantenimiento es costoso, lo que elevó la inversión total requerida a 108.4 millones de pesos, incluyendo IVA.
El UNIVERSAL solicitó al AICM una postura al respecto, pero no hubo respuesta al cierre de la edición.
Documentos en poder de este diario indican que el proyecto, cuyo tramo abarca entre las posiciones 1 a la 22 de la Terminal 1, planteó sustituir el drenaje en una longitud aproximada de 834 metros; cambiar los tubos de polietileno de alta densidad de cuatro pulgadas de diámetro a otro del mismo material, pero de 12 pulgadas.
Esto permitiría, según la Dirección de Operaciones del AICM, “disminuir el daño a la superficie de rodamiento de las pistas y calles de rodaje provocado por las inundaciones con aguas combinadas (residuales y combinadas), lo cual incrementa los costos de mantenimiento para conservar las superficies en condiciones de operación”.
Sobre la problemática del sistema de drenaje y cárcamos, el AICM señala que, debido a que la terminal se estableció con asentamientos y edificaciones con distintas características constructivas y operativas dentro de su poligonal, y el terreno en el que se encuentra es de tipo lago (blando), y con arcillas altamente compresibles, “las tuberías destinadas al drenaje han sido afectadas desde que fue construido y además sus materiales perdieron características de operación eficiente por haber alcanzado su vida útil”.
“Esto empeoró con los asentamientos y edificaciones desiguales que han ido fracturando las tuberías y generaron contrapendientes que provocan menores flujos por pérdida de la pendiente, limitando aún más el desalojo de las aguas fuera de las áreas de operación”.
La autoridad reconoce que el sistema hidráulico actual puede ser insuficiente contra niveles de lluvia intensa “que dificultan o impiden el aterrizaje, despegue y rodaje de las aeronaves e implica un riesgo de derrape de las mismas. También, la carpeta asfáltica sufre daños por el acumulamiento del agua y los daños que causan los aviones; provocando mayores costos de mantenimiento en diversos sistemas del área de operaciones como pistas, señalizaciones, drenajes, comunicaciones, entre otros”.
En una primera etapa, se requiere poner en operación las bombas que se encuentran en reparación para lograr la capacidad instalada.
En una segunda etapa, se deberá analizar el aumento a un mayor número de bombas en los cárcamos, sustituciones de bombas con motor a combustión interna por eléctrico, junto con obras de modernización y ampliación en tanques, y las posibles reubicaciones de los cárcamos 2 y 7.