Violencia, inseguridad y la pandemia acabaron con los centros nocturnos en la capital de Morelos, afirma
Cuernavaca, Mor., Doce discotecas operaban en 2009 en esta ciudad y actualmente sólo una sobrevive, dio a conocer Humberto Arriaga, representante de la asociación que agrupaba a propietarios de esos establecimientos.
En entrevista, explicó que la violencia, la inseguridad pública, la ineficacia de autoridades municipales que se han enriquecido
y la pandemia acabaron con los centros nocturnos en la capital de Morelos.
Señaló que el organismo que encabeza, sobre todo en la década de 1970, incluyó a las discotecas más emblemáticas que tuvieron Tequesquitengo, Cuautla y Cuernavaca.
Recordó que en esta última ciudad operaron Barba Azul, Mamá Carlota y Taizz, entre otras que debieron dejar de funcionar porque autoridades municipales, estatales y federales no garantizaron la seguridad de los parroquianos y se negaron a apoyarlas como parte del sector económico.
Asimismo, destacó que la pandemia de covid-19 terminó con la vida nocturna en esta capital, y la única discoteca que sobrevive es Kaoba, ubicada en la avenida Morelos, en la zona centro.
Arriaga relató que el cierre de estos centros de entretenimiento en el estado comenzó a principios de 2000, y se agravó a partir de diciembre de 2009, cuando fue asesinado en Cuernavaca el narcotraficante Arturo Beltrán Leyva, en el fraccionamiento Altitude.
Proliferan chelerías
Consideró que ante esta situación proliferaron las chelerías
, que, según su opinión, propician la violencia por las condiciones en que operan, casi en la clandestinidad
.
Agregó que los tres niveles de gobierno deberían garantizar la seguridad pública, para que los habitantes del estado, al igual que los turistas nacionales e internacionales, disfruten de una vida nocturna sin sobresaltos, como fue en las últimas décadas del siglo 20.
Lamentó que las actuales autoridades municipales y estatales no ofrecen a su gremio ningún apoyo
.
“Queremos que razonen en qué quieren ofrecer y cómo hacer que la actividad mejore en generación de empleos y en efectos económicos para el restaurantero y para los hoteleros (…) lo más fácil es decir ‘no quiero problemas, vida nocturna no’, y ahí están las consecuencias, casi todas las discotecas cerradas y prácticamente muerta la vida nocturna en Morelos”, dijo.
Afirmó que durante los últimos 15 años, los gobernadores de la entidad y los alcaldes de Cuernavaca ya no sirven a su ciudad ni al estado; al contrario, se sirven de ellos
.
La política se distorsionó, se ha convertido en un negocio personal donde se compra la franquicia y le van sacar todo lo que puedan a esa inversión, los políticos han perdido su razón de ser
, sostuvo.
La secretaria de Turismo y Cultura estatal, Julieta Goldzweig, coincidió con Arriaga en que por el coronavirus bajó mucho la afluencia en los establecimientos nocturnos de la capital y en todo el estado.