Pese al deterioro en la calidad de vida, la falta de certeza en la tenencia de la tierra provoca el incremento de precios de casas y terrenos
Con casi 24 mil construcciones sin registro ante catastro, y el 40 por ciento de la tierra de origen ejidal o comunal, Cuernavaca atraviesa un momento difícil para la industria inmobiliaria y la venta de bienes raíces. En los anuncios que ofrecen viviendas a precios medianos es frecuente la leyenda de “no créditos”, y aquellos que la omiten ofrecen propiedades pequeñas a precios muy por arriba del valor catastral y del que deberían tener en el mercado de una ciudad que padece deficientes servicios públicos, inseguridad y un muy escaso crecimiento económico.
Las condiciones geográficas de Cuernavaca, clima, cercanía con la Ciudad de México, y buena comunicación con otras entidades, la vuelven ideal para vivir, aún con el deterioro en la calidad de vida que ha padecido las últimas décadas. Pese a ello, el valor de los inmuebles no se ha reducido en los últimos años.