La Asamblea General del Pueblo en Tepoztlán, determinó desconocer la representatividad comunal de esta localidad toda vez que “ha propiciado el desorden ecológico, ambiental, agrario y social que vulnera los derechos colectivos del municipio”.
La Asamblea–conformada por los pueblos barrios y colonias--, sesionó para evidenciar la grave crisis de deterioro ambiental por la que atraviesa actualmente el Valle Sagrado, y desconocer la representatividad comunal de Tepoztlán, toda vez que “han propiciado el desorden ecológico, ambiental, agrario y social que vulnera los derechos colectivos del municipio”.
Al acuerdo asumido a mano alzada por la representación popular reunido en una atiborrada explanada municipal, se sumó el cabildo en pleno del Ayuntamiento de Tepoztlán, encabezado por el edil David Demesa Barragán.
Al repique de campanas y antecedido por un ceremonial prehispánico, un número importante de oradores, dieron cuenta de los problemas que enfrenta la localidad y que lo está colocando en una situación “de grave crisis”, resultado de la venta indiscriminada de tierras, que los va dejando sin agua y sin la infraestructura sanitaria mínima para satisfacer la afluencia desbordada y sin control de visitantes que no muestran respeto ni mesura en el disfrute del entorno ambiental.
Advirtieron en torno al tema, hay desatención, corrupción e ineficacia por parte de las autoridades municipales y de las autoridades federales del sector agrario y del medio ambiente; “pero también de la apatía, del conformismo o de la ambición desmedida de una parte importante de sus habitantes y de nuevos empresarios”.
Los vecinos y representantes populares, hicieron un llamado urgente a las autoridades municipales para frenar el conflicto comunal –con una doble representación--, que ha permitido la venta de predios, la instalación de nuevos proyectos habitacionales que están empujando a un crecimiento desmedido de la mancha urbana.
La asamblea se realizó bajo la amenaza de que grupos de choque, enviados por “grupos externos” a la comunidad, llegarían a tratar de reventar el accionar popular, a costa de lo que sea. Empero, el acto se desarrolló sin contratiempos.
Al grito de ¡Tepoztlán no se vende, se ama y se defiende!; ¡representación comunal, legitima y legal!, el contingente se trasladó a las oficinas comunales y les coloco sellos de clausura. Fueron los mismos integrantes del cabildo Tepozteco, los que colocaron los sellos de clausurado sobre la puerta principal.