El Gobierno federal presentó el nuevo Plan de Estudio para los alumnos de educación básica en el país, el cual deja más dudas que certezas en cuanto a los beneficios que obtendrán los estudiantes.
El documento que ya se encuentra publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) está plagado de ambigüedades y carece de una estrategia clara que ayude a resolver, lo que hoy se sabe con hechos, son las mayores carencias de los estudiantes mexicanos: razonamiento matemático, comprensión lectora y el uso adecuado del español, tanto a la hora de escribirlo como de hablarlo, aseguran especialistas consultados por Reporte Índigo.
“El problema con el plan dado a conocer por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador es que quieren hacer un gran cambio en el peor momento.
“Seguimos viviendo los estragos de la pandemia, no se conocen con certeza las afectaciones que la crisis sanitaria dejó en los alumnos y maestros ni en la educación en general, entonces partir del desconocimiento y sin un diagnóstico claro es un grave error”, asegura en entrevista Eduardo Backhoff, presidente del Consejo Directivo de Métrica Educativa A.C y exconsejero del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación.
El experto en la materia explica que a grandes rasgos, México enfrenta tres problemas en materia educativa: “la deserción escolar, la pérdida de aprendizajes durante el tiempo que las escuelas estuvieron cerradas y los estudiantes a merced de un programa a distancia que no estuvo a la altura, y la falta de acceso a tecnologías digitales por parte de la mayoría de los alumnos. A esto hay que sumarle el deterioro de las aulas durante el encierro”
Estrategia improvisada
El Plan de Estudio que la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador busca implementar para la educación básica no tiene precedentes en el mundo, asegura Backhoff.
“En la estrategia de esta administración hay mucha improvisación, mucha intención política, una pedagogía muy mal entendida y que no está basada en ningún modelo que de manera comprobada funcione, es más bien una invención de este gobierno.
El programa que la SEP busca implementar para educación básica no cuenta con ningún tipo de respaldo y no tiene precedentes en el mundo ya que fue inventado por esta administración
“Entonces parte de la gran preocupación es que se están poniendo a hacer pruebas con los estudiantes del país con un esquema educativo sin fundamentos”.
Como ejemplo, el presidente del Consejo Directivo de Métrica Educativa A.C, cuestiona el modelo comunitario que el gobierno busca promover.
“Está muy bien que los niños contextualicen, pero inventar un modelo basado en la comunidad difícilmente va a traer buenos resultados. En un país como México, únicamente creará más desigualdad. Además sabemos el contexto de violencia, inseguridad y pobreza que se vive en la mayor parte del territorio, imagínate las comunidades que están controlados por los grupos del crimen organizado, ¿ahí van a salir a aprender los estudiantes?”.
Borrón y cuenta nueva
El bajo nivel educativo de los alumnos de educación básica en el país no es algo que llegó con este sexenio, pero que puede agravarse si no se comienza a pensar en la educación como una política de Estado y no de cada gobierno en turno.
“Todos los gobiernos, al menos los últimos tres, han modificado el plan educativo. Desgraciadamente, en la mayoría de los casos, los cambios se han querido aplicar ya que la administración va a terminar, entonces al final nunca se avanza porque al llegar el nuevo partido al poder, se vuelve a sustituir.
“Para que un plan de estudio entre en vigor y se vean resultados toma aproximadamente 20 años. Por eso nunca alcanzamos a ver cambios. Porque cada sexenio se borra lo que el gobierno anterior hizo para tratar de edificar desde cero”
Plan de estudio, del papel a la realidad
Para Eduardo Backhoff, poder hacer realidad los cambios señalados en esta reforma educativa será extremadamente complicado por la cantidad de factores con los que la Secretaría de Educación Pública tendrá que lidiar.
“Una cosa es lo que se ponga en el papel y otra muy distinta lo que suceda en las aulas. Este modelo, el cual va en contra de la globalización, de los conocimientos científicos, del uso de las tecnologías, y el cual pretende recuperar conocimientos comunitarios y nacionalistas, será muy difícil de implementar porque, para empezar, no hay maestros capacitados para esto.
“Siendo realistas, todos los docentes del país a lo largo de su trayectoria han sido formados bajo el modelo que el presidente hoy llama “neoliberal”, por lo tanto, todas sus herramientas y conocimientos están basados en lo que esta administración busca erradicar.
“Si además tomamos en cuenta que en los maestros recaerán todas las responsabilidades, desde formar, idear las estrategias pedagógicas, hasta determinar la manera de evaluar, pues cada uno terminará haciendo lo que pueda con lo que tiene”.
Por último, el también exconsejero del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, critica que no se sabe con claridad cómo se acreditarán los conocimientos de los estudiantes.
“Las evaluaciones serán solamente formativas, es decir, únicamente se hará una revisión del trabajo de los alumnos y se les señalarán los puntos donde pueden mejorar. No queda claro cómo se les evaluará para determinar si adquirieron los conocimientos requeridos. Eso lo van a dejar a criterio del maestro también.
“Así como vamos, hay estudiantes que van a llegar a tercero o cuarto de primaria sin saber leer y escribir bien o realizar operaciones matemáticas básicas, especialmente los más pobres”, dice Backhoff.