Votación. Desde hace 69 años el voto de la mujer es una realidad.
Este 17 de octubre de 2022 las mujeres conmemorarán el aniversario 69 del reconocimiento en la Constitución de su derecho a votar y ser votadas con un tema pendiente en la agenda: lograr que los partidos políticos les abran el paso sin condicionamientos y puedan ejercer de forma auténtica el poder.
La recientemente designada presidenta del Instituto de la Mujer, Isela Chávez Cardoso, aseguró que el avance de las mujeres en la vida democrática ha sido progresivo, sin duda, sobre todo en la última década.
Sin embargo, reconoció que aún hay resistencias, por parte de los partidos políticos, a la participación de las mujeres.
Pero agregó que, pese a ello, los paradigmas han empezado a caer y, como ejemplo, planteó que en el escenario actual, con una legislatura paritaria y ayuntamientos con más apertura a las mujeres, “las juanitas”, del periodo 2009-2012, están desapareciendo.
Lo anterior, porque consideró que hoy las mujeres “están participando con mucha decisión, convicción y la autonomía de tomar decisiones y hacer una agenda pública de género”.
Las integrantes del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM y de la Red de Politólogas #NoSinMujeres, México, Flavia Freidenberg y Karolina Gilas, elaboraron en 2020 el estudio “¡Ellas tienen los escaños, ellos el poder!”, en el que analizaron el caso del Congreso de Morelos.
Encontraron que, a partir de la aprobación de la paridad de género, entre 2014 y 2019, en Morelos el número de mujeres electas incrementó 162%, desde 1997, lo que colocó al Congreso local como un ejemplo entre las legislaturas estatales del “avance” de las mujeres, con el mayor número de diputadas en el periodo 2018-2021 (14), gracias a una acción afirmativa.
“La expectativa era que un mayor número de mujeres el Congreso impulsaría iniciativas orientadas a reducir la brecha de género y promover igualdad sustantiva”, refiere el análisis, publicado en la “Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales”, UNAM.
Agrega que, los resultados de la investigación dieron cuenta de lo contrario, pues a pesar de su número, no contribuyeron a la representación simbólica ni sustantiva, y un ejemplo de eso fue el hecho de que no accedieron a la presidencia de la Mesa Directiva.
Las especialistas concluyeron que el principio de la paridad para postulación de candidaturas y/o integración de los órganos “no se traduce, por sí sola y de manera automática, en la eliminación de los obstáculos que las mujeres enfrentan en el ejercicio del poder y en la realización de sus intereses”.