Autoridades de Estados Unidos detectaron que los cárteles mexicanos patrocinan a sus integrantes carreras de química farmacéutica para adquirir conocimientos especializados en la materia que les permitan elaborar ilegalmente fentanilo, opioide sintético que ya desplazó a la heroína y al clorhidrato de cocaína en el consumo de drogas ilícitas en varias regiones del mundo.
Éstos, a su vez, adiestran de forma empírica a otros miembros de la organización delictiva, expandiendo el conocimiento para la fabricación de esa sustancia en laboratorios clandestinos ubicados en diversos puntos del país, según un informe extraordinario del Centro Internacional de Investigación y Análisis contra el Narcotráfico Marítimo, organismo de cooperación entre las armadas de México, Colombia, Brasil, Ecuador, Guatemala, Honduras, Panamá, Perú y República Dominicana.
La Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) reveló en marzo pasado que han proliferado nuevas fórmulas de fentanilo producidas por las organizaciones criminales, las cuales adiestran a sus integrantes, además de que están rescatando fórmulas de medicamentos que se desecharon porque tenían efectos secundarios peligrosos, para utilizarlas en la elaboración de sustitutos de fentanilo.
El reporte señala que el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación mezclan el fentanilo con otro tipo de sustancias como la heroína, el clorhidrato de cocaína, metanfetamina y la marihuana, lo que causa un efecto superior, con el objetivo de incrementar sus ventas y sus ganancias económicas.
Ambos grupos criminales antagónicos dominan desde hace algunos años la producción ilícita de fentanilo para traficar a Estados Unidos, mediante precursores y preprecursores químicos provenientes de China e India, los cuales entran por los puertos del Pacífico mexicano.
Los puertos de Manzanillo, Colima, y Lázaro Cárdenas, Michoacán, son identificados por las autoridades como los principales receptores de precursores químicos y fentanilo que llegan ilegalmente a México, según el informe basado en documentos oficiales e información de organismos como la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés). Desde ahí, las sustancias son trasladadas a depósitos ilegales, donde se almacenan y después los criminales producen fentanilo en laboratorios clandestinos ubicados en la Ciudad de México, en Guadalajara, Jalisco, y Culiacán, Sinaloa.
Rutas de tráfico de fentanilo
“Posteriormente a que los precursores son convertidos en fentanilo puro, el alijo es además combinado con píldoras de prescripción falsas. El fentanilo en sus diferentes formas es entonces despachado junto con otras drogas, aunque no es mezclado con ellas. Esos cargamentos con múltiples tipos de drogas son transportados por tierra, aire o por mar hasta la frontera con Estados Unidos”, señalan las autoridades.
Según el informe del Centro Internacional de Investigación y Análisis contra el Narcotráfico Marítimo, a la fecha se tienen detectadas seis rutas de origen y 15 de destino de tráfico de fentanilo entre México y Estados Unidos, mismas que están siendo aprovechadas por las organizaciones criminales.
Se estima que más de 75% del fentanilo y las pastillas falsas cruzan la frontera Tijuana-San Diego en automóviles, camiones de pasajeros, contenedores o a través de las llamadas mulas.
“Otra parte de la droga ilícita es traficada a través del océano Pacífico y el golfo de California, mediante el empleo de lanchas go fast, con destino a los puertos de Tijuana y San Diego, para el consumo en el mercado ilegal de estupefacientes en Estados Unidos”, precisan los informes.
En tanto, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) tiene identificadas cinco rutas de tráfico de fentanilo a nivel mundial y dos de ellas pasan por México con destino final hacia Estados Unidos.
Se trata de las rutas China-México-Estados Unidos e India-México-Estados Unidos, con llegada a los puertos de Manzanillo y Lázaro Cárdenas, respectivamente, donde se manejan grandes volúmenes de mercancías, lo cual es aprovechado por los Cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación para traficar ilegalmente los precursores químicos.
El Centro Internacional de Investigación y Análisis contra el Narcotráfico Marítimo refiere en el reporte que los grupos criminales aprovechan también las redes sociales para el tráfico de drogas, a través de las cuales ofrecen píldoras mezcladas con dos miligramos letales de fentanilo.
Además, el sistema postal de Estados Unidos que han utilizado para envíos más pequeños de fentanilo en pastillas y polvo; sin embargo, el transporte por México a manos de las organizaciones criminales del país representa una parte sustancial de este tráfico, detalla.
“A medida que la criminalidad del país se fragmenta cada vez más, estos grupos recurren a subcontratistas en toda la cadena de distribución para que les ayuden con el desarrollo de sus actividades ilícitas”, puntualiza el informe del Centro Internacional de Investigación y Análisis contra el Narcotráfico Marítimo.