CRÓNICA: ENTREGA A MEDIAS. En el último acto de su gira del fin de semana, el Presidente inaugura una autopista inconclusa. 'Todavía falta, pero vamos a abrirla', admite En pintura.
CUAUTLA.- El Presidente Andrés Manuel López Obrador aceptó que no está terminada la obra. Falta terminar de pintar y pavimentar, el pago de tierras, la reparación del daño ambiental, revisar 21 puentes, evitar los deslaves, acordar con los pobladores que amenazan aún con cerrarla.
"Me dicen: 'Es que nos falta todavía'. Pero, bueno, vamos a abrirla. Entonces, les acepté, a sabiendas de que todavía falta, porque si no vengo no le meten más", dijo en su acto dominical.
No sería la única obra que se inaugura sin estar terminada. Ahí están el aeropuerto Felipe Ángeles, la refinería de Dos Bocas, la "cuarta transformación", que se da como un hecho. La ampliación de la autopista La Pera a Cuautla comenzó en 2011; hace 11 años, con Felipe Calderón, y sigue en retraso. La última fecha prometida era para finales de septiembre y ya era 23 y seguía en retraso y el Presidente con prisa.
"Un aplauso a los constructores, a las empresas que cumplieron", decía López Obrador. "¡No han cumplido!", le respondían los dos grupos que habían logrado pasar las vallas. Uno de comuneros, otro de pobladores. "Porque también a veces no se terminan las obras, en este caso ya cumplieron". "¡Que no!". Y de todos modos cortó el listón, posó para la foto.
El bosque en el kilómetro 2+400, donde se colocó la carpa, estaba nublado. Sobre la carpeta se montón una carpa y llegó la porra del Gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco, los comuneros que reclaman el pago de tierras y le entrada libre a Tepoztlán. Los que reclaman justicia por el asesinato del activista nahua Samir Flores, opositor a una termoeléctrica de la CFE en Yecapixtla, el 20 de febrero de 2019.
"Nos cobran 35 pesos para entrar a nuestro pueblo", se quejó José Luis Mesa, de la Asamblea de Barrios y Colonias del Pueblo de Tepoztlán, "y queremos paso libre, y además, cuál va a ser la restitución de las empresas que afectaron 170 mil metros y se tumbaron miles de árboles", dijo todavía detrás de las vallas. En medio del grupo de chinelos, una banda de música y manifestantes que cargaban una manta: "¡Paso libre sí, peaje no!". Presionaron y entraron silbándole a Cuauhtémoc Blanco y con sus pancartas: "Autopista ilegal".
"¡Justicia para Samir!", gritó una mujer durante su discurso.
Sí, decía, el Presidente. Que los vecinos tendrán paso libre. Sí, a todo. Claro. "Vamos a cumplir con todos los compromisos. Yo soy aval de esos acuerdos, para que se cumplan. Porque todavía me falta para concluir mi mandato como dos años, 23 meses", dijo.
Pareció que sería un discurso corto. López Obrador cerraba su gira por Guerrero, Puebla y Morelos que comenzó el viernes. Por la otra vía, las motos pasaban como ráfagas, los autos silbando. Comenzó reconociendo que faltan trabajos en la obra de 27.2 kilómetros y 4 mil 396 millones de pesos, pero siguió con los programas sociales, las promesas contra la corrupción. Llegó hasta el hackeo de miles de documentos a la Sedena.
"Decían que venía un bombazo con toda esa información y que se iba a caer el Gobierno. ¿Pues qué creen que fue lo más importante de toda esa información? ¿Cuál fue el bombazo? Que estaba yo enfermo", dijo.
Dejó fuera los reportes de venta de armas de militares al crimen, el conflicto de interés de su amigo Daniel Chávez que ofreció hoteles para el Tren Maya, los nexos de la Guardia Nacional con el huachicol.
"Pues claro que tengo achaques, ya estoy chocheando. Pero estoy bien, tengo que tomarme unas pastillas, un coctel de pastillas, pero estoy bien", decía. "Enfermito, enfermito, pero todavía hay fuerza para seguir luchando", agregaba entre risas. El público siempre dispuesto a creerle todo.
Le levantó la mano a Blanco, antes abucheado. No lo hizo un día antes con Miguel Barbosa, cuando en Puebla le mentaron la madre. Gobernador polémico, acusado de nexos con el narco, mejor futbolista, ex capitán del América, que había quedado fuera del campeonato. "Siempre lo apoyo, pero el día de hoy lo apoyo más, por lo que pasó anoche. Siempre lo voy a apoyar", afirmó.
"Tiene una salud de hierro", dijo Josaphat Hernández, un ceramista y pintor de 74 años que llevó un cuadro de más de dos metros y marco dorado para regalárselo.
Hidalgo, Madero, Zapata y Benito Juárez, aparecían con López Obrador; detrás, un paisaje de volcanes, refinerías, el Tren Maya, indios y batallones contra la invasión extranjera.
"Ojalá y estuviera más joven para que se reeligiera, es que ya está cansado y ha hecho mucho. Entonces pedirle otros seis años sería ya forzarlo", dijo Josaphat en entrevista.
Camino a la salida, Amado Morales Solís, integrante de un comité de comuneros, contó que hace tres días se reunieron con la Secretaría de Comunicaciones y Transportes. Que les prometieron el paso libre y un porcentaje de las ganancias, incluso la pavimentación de Tepoztlán a San Juan Tlacotenco.
"En caso de no hacerlo, nos veremos forzados a cerrar la caseta, no para afectar a nadie, sino para defender los derechos", advirtió.