En el poblado de Ocotepec como cada año colocaron grandes ofrendas a los difuntos que por primera vez llegarán para el Día de Muertos, de acuerdo con las propias familias el gasto total desde el día del “novenario”, oscila en los cien mil pesos, pues colocan todos los alimentos y bebidas favoritas de sus difuntos, además de compartir el “pan y la sal” con quienes gusten visitarlos.
Doña Modesta conocida por los tacos “La Morena”, era originaria de Ocotepec y vendió en el mercado Adolfo López Mateos durante muchos años; el pasado 1 de agosto, Día del Comerciante, falleció, es así que fue una de las ofrendas “nuevas” a la que se dieron cita familiares, conocidos, y curiosos.
“La tradición es que al primer año de finada es ofrenda nueva, el segundo año ya es en casa pero a puerta cerrada. A ella le pusimos todos los alimentos que degustaba en vida, la ensalada de manzana, sus nanches su mole verde, mole rojo, tortillas a mano, tamales de manteca, de frijol”, describió Mónica Hernández Sánchez, nieta de doña Modesta quien vendía tacos acorazados.
En Ocotepec la espera de los difuntos se acompaña de grandes ofrendas porque se cree que los que recientemente fallecen invitan a otros a disfrutar de sus alimentos, cuenta Mónica sin poder sostener el llanto por el recuerdo de su abuela a la que recuerda “le gustaba compartir siempre a todos”.
En la colocación de la ofrenda participan los “Padrinos de Cruz”, quienes proporcionan las flores, los “padrinos o compadres de ella”, llevan canasta con frutas, ceras o veladoras, “en agradecimiento les damos el pan y la sal, y su itacate, que es un poco de lo que se está dando”.
Inicia con el novenario, el 22 de octubre para los niños; para los “ya casados” el 23 de octubre, el 31 se les pone el altar a los niños o jóvenes, y el 1 de noviembre se espera a los adultos”, se acompaña toda la noche y madrugada; ya para el 2 de noviembre la ofrenda continúa, se llevan flores al panteón, se ofrece mariachi o banda, y luego comienza el retiro la ofrenda y se reparte a los asistentes.