Ante la impotencia, los vecinos sólo esperan a que baje el nivel de la barranca. Y es que los chubascos de la onda tropical número 21 dejó estragos en la localidad ubicada en las faldas de la Sierra de Huautla.
El puente vado, construido en 2014 para sustituir al anterior que había sido dañado, también resultó afectado.
Para los vecinos de Coaxitlan esta creciente fue equiparable a los daños que dejó la del 30 de agosto de 2011 y 26 de junio de 2014.
Durante la madrugada del miércoles fueron sorprendidos por la creciente de la barranca, misma que dañó a ocho familias, una de las cuales registró pérdidas totales.
El ayudante municipal, Alfredo López Ocampo, realizó un recorrido por las ocho viviendas damnificadas por el desbordamiento de la barranca.
Entre las consecuencias se enumeran daños materiales; pérdidas de animales, cultivos y enseres domésticos. En algunas casas el nivel del agua llegó hasta los dos metros de altura.
López Ocampo estimó que la creciente empezó a las 2:00 o 3:00 horas, pero el golpe fuerte ocurrió alrededor de las 7:00 horas. Sin embargo, ante la afectación del puente vado, la gente del pueblo ya no pudo pasar la barranca para auxiliar a los vecinos que viven al otro lado.
Uno de los perjudicados contó su amarga experiencia: sufrió pérdidas materiales, trató de rescatar a sus animales pero sólo consiguió poner a salvo a marranos y burros; los conejos que tenía murieron.
Otra de las familias perdió en su totalidad las milpas de cultivo, misma que quedaron tendidas en el lodo.
Por su parte, Abner Cortés Salgado, coordinador de Protección Civil de Tlaquiltenango, confirmó daños totales en tres familias.
Reconoció que la comunidad quedó incomunicada al colapsarse el puente, ante lo cual buscarán estrategias para que la gente pueda entrar y salir en tanto se restablezcan las actividades de la localidad.