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La UNAM reconoce “un alto nivel de coincidencias” entre la tesis de la ministra Esquivel y la del año anterior

 

Lla Biblioteca Central de la  UNAM en agosto de 2021.

Lla Biblioteca Central de la UNAM en agosto de 2021.Andrea Murcia (CUARTOSCURO)

La Universidad Autónoma Nacional de México (UNAM) ha dado el primer paso adelante en el escándalo que atenaza desde hace días a la institución educativa. En un comunicado, la Dirección General de Bibliotecas ha reconocido que se ha encontrado “un alto nivel de coincidencias” entre la tesis de la ministra Yasmín Esquivel, presentada en 1987, y la publicada por Edgar Ulises Báez justo un año antes. Este “cotejo pormenorizado” va a ser entregado al Comité de Integridad Académica y Científicas de la FES Aragón, la instancia encargada de investigar el caso.

La polémica ha terminado de rodear en las últimas horas a la UNAM, después de que la tesis copiada de Esquivel revelara toda una cadena de plagios ocurridos dentro de la institución desde hace más de dos décadas. La universidad anunció ayer que sería un comité quien deliberaría sobre qué sucedió con el trabajo presentado por la ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en 1987. Sin embargo, este proceso puede alargarse durante meses y conforme pasan las horas se ponen al descubierto más documentos copiados. La presión ha obligado a la universidad, una de las más prestigiosas de México y América Latina, a avanzar un paso más.

“Al llevar a cabo el cotejo pormenorizado de las tesis profesionales de una alumna de la Facultad de Estudios Superiores FES Aragón, presentada en 1987″, reza el comunicado en referencia a la ministra Esquivel, “con la de un alumno de la Facultad de Derecho sustentada en 1986, la Dirección General de Bibliotecas y Servicios Digitales de Información de esta universidad encontró que existe un alto nivel de coincidencias entre ambos textos”.

EL PAÍS ha podido comprobar que el trabajo de Esquivel es idéntico al de un año anterior. Las dos tesis, ambas asesoradas por Martha Rodríguez y tituladas igual: “Inoperancia de los sindicatos en los trabajadores de confianza del Artículo 123 Apartado A”, se pueden revisar de forma gratuita en el repositorio de la UNAM. Palabra por palabra, son exactas: comparten índice, introducción, capítulos y repiten hasta los mismos errores gramaticales. Solo hay una diferencia, Esquivel no incluye el trabajo de campo que sí incorpora Edgar Ulises Báez Gutiérrez, en 1986. “Es un plagio tan burdo que es hasta grosero. Lo único que falta por plagiar son los agradecimientos”, apuntaba el investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, Juan Jesús Garza Onofre a EL PAÍS.

Yasmín Esquivel durante un acto público.

Yasmín Esquivel durante un acto público. Andrea Murcia (CUARTOSCURO)

Garza Onofre explica que la sanción a la que se enfrenta la ministra puede ir desde un apercibimiento público por parte de la universidad hasta la más extrema: la revocación del título. Como si fueran fichas de dominó, esta última sanción podría desencadenar una pérdida de la cédula profesional y en última instancia, incluso, una relevación de su puesto en la Suprema Corte. “Por más que ya hayan pasado muchos años y la ministra haya hecho un máster y doctorado, hay una mancha en el expediente. La ministra es una exalumna, es un caso difícil, no hay un abc, pero hay posibilidad de que deliberando puedan tomar la determinación de revocarle el título”, apunta el abogado.

Todos los focos apuntan así ahora a la UNAM, que ha visto con este tema cómo se manchaba la imagen de la universidad, especialmente porque en solo nueve días, el 2 de enero, Yasmín Esquivel se presenta, junto a otros cuatro ministros, como candidata para presidir la SCJN, el máximo tribunal del país.

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Nacional
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