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REPORTE ÍNDIGO: La fundación fachada de Felipe Calderón

Casi nueve años después, cuando el exmandatario está por residir en España con una autorización para trabajar en el Instituto Atlántico de Gobierno como profesional "altamente calificado"

La Fundación Desarrollo Humano Sustentable (FDHS) fue la excusa con la que el expresidente de México, Felipe Calderón  Hinojosa, reapareció para recobrar su vida civil y pública después de una estancia académica en la Universidad de Harvard.

El 12 de febrero de 2014, el exmandatario presentó el proyecto filantrópico ante empresarios y miembros de la clase política mexicana en una cena en el Club de Industriales de la Ciudad de México. A la organización, según sus palabras, se dedicaría en los siguientes años.

 

Fausto Barajas Cummings, exfuncionario del gobierno calderonista y en ese momento director de la FDHS, definió la esencia del proyecto en la invitación al evento.

“La fundación será un referente nacional e internacional en el análisis de políticas públicas en México; juntos lograremos una institución que, de manera responsable y constructiva, aporte soluciones viables y concretas en los temas de mayor relevancia para México”, escribió.

Desde ese momento, la nueva fundación asentó en su página de Internet que su objetivo era aumentar la conciencia para hacer frente a los desafíos de la humanidad como el cambio climático.

Aquella noche, Felipe Calderón Hinojosa, logró reunir a 500 invitados. Entre ellos estaban Luis H. Álvarez (uno de sus mentores, fallecido el 18 de mayo de 2016), Javier Lozano Alarcón (quien fuera secretario del Trabajo en su gabinete) y Juan Ignacio Zavala (hermano de Margarita, su esposa). A cada comensal se le pidió un donativo de cinco mil pesos. De modo que fueron recaudados dos millones 500 mil pesos.

Casi nueve años después, cuando el exmandatario está por residir en España con una autorización para trabajar en el Instituto Atlántico de Gobierno como profesional “altamente calificado” –según publicó el diario El País–, la FDHS se encuentra en estado de desmoronamiento.

Sus donativos muestran un declive y la única persona que integra la plantilla laboral es el propio exmandatario y su producción de estudios es mínima.

El objetivo de influir en la vida pública, planteado en su inauguración, está lejos de reflejarse en su portal.

Los más recientes análisis publicados sobre la realidad mexicana (una suerte de alerta sobre el incremento de homicidios) datan de 2016.

En el ámbito político también hay desfase. El último informe especial de la fundación es de 2018 y se refiere a la propuesta en materia de seguridad pública de los candidatos presidenciales que ese año contendían por la Presidencia de la República.

Sobre el gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador no hay nada.

El declive de una fundación

La euforia de las aportaciones para la fundación filantrópica de Calderón Hinojosa se desvaneció en el primer año de operaciones de acuerdo con una revisión de los reportes de donatarias autorizadas de 2014 a 2022 entregados por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público al Congreso de la Unión.

Si en 2014 el reporte de la FDHS presentó 23 millones 662 mil 580 pesos; en 2015 expuso siete millones 710 mil 500 pesos, una caída de 67.4 por ciento.

La captación no mejoró. En 2016, la fundación calderonista reportó tres millones 606 mil 400 pesos, un decremento de 84.7 por ciento respecto al año del lanzamiento.

Con el paso del tiempo el declive fue más pronunciado. En 2017, los donativos fueron de un millón 256 mil 100 pesos, una caída de 94.6 por ciento.

En 2018, la cantidad fue la misma. En 2019, subió un poco: fue de un millón 274 mil pesos, pero ello significó un descenso de 94.6 por ciento.

Para 2020, los donativos registrados fueron de un millón 200 mil pesos, una caída de 94.9 por ciento. El siguiente año, la cantidad fue la misma.

Ahora que el expresidente está a punto de irse de México, la cifra es de un millón 220 mil pesos; es decir, un declive de 94.8 por ciento respecto a 2014, cuando el dinero fluyó en una sola noche.

Madrid: el destino

En 2006, Felipe Calderón Hinojosa, postulado por el Partido Acción Nacional (PAN), venció a Andrés Manuel López Obrador, candidato del Partido de la Revolución Democrática, con una diferencia del 0.58 por ciento de la votación.

Desde entonces, López Obrador, quien se convirtió en presidente en 2018, lo ha acusado de fraude.

Apenas con 12 días en el gobierno, Felipe Calderón Hinojosa tomó la decisión de dirigir una embestida en contra de los grupos de delincuencia organizada.

En el centro de esa política quedó Genaro García Luna, quien fue nombrado secretario de Seguridad Pública.

Pronto, los efectos de esta determinación fueron visibles y palpables. Millones de muertos, desaparecidos y desplazados –en una contabilidad que aún no es precisa– empezaron a integrar una galería de horrores.

Genaro García Luna fue arrestado en Dallas, Texas, en diciembre de 2019, acusado por las autoridades de Estados Unidos de enriquecimiento ilícito y tráfico de cocaína.

Desde el gobierno, habría estado en contubernio con el Cártel de Sinaloa, al cual decía perseguir.

El exfuncionario se encuentra en una prisión de Nueva York. Su audiencia está programada para el 17 de enero próximo.

Mientras, Felipe Calderón prepara su mudanza a Madrid, España.

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Nacional
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