Hijo de El Chapo, aprehendido tras 6 meses de investigaciones; general Sandoval: es “golpe contundente” a la cúpula del Cártel del Pacífico; llevan al detenido al Altiplano; no habrá extradición fast track; EU lo acusa de distribuir cocaína y metanfetamina y ofrece 5 mdd por él; en Sinaloa jueves negro por violencia y zozobra; balaceras, bloqueos...; atacan avión comercial y uno militar; suspenden 134 vuelos; pobladores narran terror; hay 27 heridos y dos agentes muertos; en Escuinapa emboscan a militares; oposición liga captura a visita de Biden
En un operativo que tuvo detrás seis meses de trabajos de inteligencia, ayer fue capturado Ovidio Guzmán, alias El Ratón, y trasladado a la Ciudad de México, de donde más tarde fue llevado al penal de máxima seguridad del Altiplano, en el Estado de México.
Su captura desató una respuesta violenta de su grupo delictivo, que sumió en la zozobra y el miedo a los habitantes de Culiacán y de gran parte de Sinaloa, pero que no logró frenar la captura y encarcelamiento de uno de los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán.
Desde hace medio año, elementos de inteligencia militar seguían los pasos de Ovidio Guzmán López, quien había sido detenido momentáneamente en octubre del 2019, pero cuyo cinturón de escoltas impidió que fuera trasladado a la Ciudad de México y obligaron a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) a liberarlo.
Ayer, el titular de la Sedena, Luis Cresencio Sandoval, informó que luego de un operativo en el que participaron el Ejército Mexicano y la Guardia Nacional, en coordinación con el Centro Nacional de Inteligencia, el Centro de Fusión de Inteligencia (Cenfi), la Fiscalía General de la República (FGR) y la Secretaría de Seguridad Pública de Sinaloa, finalmente pudieron arrestarlo.
“Detuvieron a Ovidio ‘N’, presunto líder de la fracción Los Menores, afín al Cártel del Pacífico. Con base en la planeación, coordinación interinstitucional y en los trabajos de inteligencia para detectar organizaciones criminales con presencia en el país, el personal militar, al realizar reconocimientos terrestres al noroeste de Culiacán, llevó a cabo la detención de Ovidio ‘N’”, detalló el general secretario en conferencia del Gabinete de Seguridad.
Esto es lo que las autoridades han detallado sobre la captura de El Ratón
El operativo de captura se estableció luego de que se recibieran informes sobre la posible ubicación de Ovidio Guzmán en la ranchería de “Jesús María”, al noreste de Culiacán, la capital de Sinaloa.
Luego de ser notificados de la presencia de El Ratón, los elementos castrenses iniciaron la revisión de vehículos.
“Personal de la Guardia Nacional, con apoyo a distancia del Ejército Mexicano, lograron identificar personal armado a bordo de varias camionetas tipo Pickup, algunas con blindaje artesanal, característico de las organizaciones criminales. Bajo este escenario, la Guardia Nacional se coordinó de manera inmediata con la Novena Zona Militar, ahí en Culiacán, Sinaloa, misma autoridad que hizo las coordinaciones con todas las instancias correspondientes”, informó.
En uno de esos puntos, personal de la Guardia Nacional fue agredido por tripulantes de un auto, entre los que identificaron a Ovidio Guzmán.
“Después de controlar la agresión directa en contra de las fuerzas de seguridad, se identificó a Ovidio entre los integrantes de este grupo delincuencial, logrando su aseguramiento en posesión de armamento exclusivo del Ejército y Fuerza Aérea Mexicana. Momentos después de la detención, células integrantes de su grupo delictivo realizaron 19 bloqueos y agresiones armadas en diferentes partes de la ciudad de Culiacán, entre las que destaca el aeropuerto internacional federal de Culiacán y la Base Aérea Militar Número 10”, detalló el titular de la Defensa.
Los enfrentamientos se generalizaron en toda la ciudad y se trasladaron a otros enclaves de Sinaloa, como Guasave, Ahome, Los Mochis y Navolato, e incluso al aeropuerto de Culiacán, donde los criminales dispararon contra un avión militar y luego contra uno comercial que pretendía despegar, pero fue obligado a regresar.
Las entradas a la ciudad fueron bloqueadas con autos y tráileres, a los que los grupos delictivos prendieron fuego, por lo que Culiacán quedó sitiada.
Ante los altos niveles de violencia que se vivieron, fueron trasladados 120 soldados del vecino Durango, mientras que otra patrulla del 43 batallón de infantería de Nayarit también acudió en auxilio.
Mientras las Fuerzas Armadas luchaban por restablecer el control y evitar daños a la población en Culiacán, el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha, declaraba en entrevistas radiofónicas que había seis muertos; 29 lesionados, de los cuales 21 son policías y ocho civiles; 12 enfrentamientos, y 259 vehículos robados.
El gobierno estatal anunció la suspensión de todas las actividades administrativas hasta nuevo aviso, mientras que la Secretaría de Educación Pública notificó que las clases y actividades se suspenderían en la totalidad de planteles de la entidad. También la Secretaría del Bienestar canceló todas las actividades de los programas de la institución. Las autoridades civiles prácticamente desaparecieron de Sinaloa.
El Ratón fue trasladado a las instalaciones de la Fiscalía Especializada en Materia de Delincuencia Organizada (FEMDO) de la FGR, donde fue sometido a estudios médicos para garantizar que se ha respetado su integridad física.
Fuentes de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana y de la FGR confirmaron a La Razón que no hay ninguna orden de aprehensión y que sólo pesa en su contra una solicitud de extradición presentada por EU, que lo quiere enjuiciar en la Corte del Distrito de Columbia, Washington, por delitos como tráfico de cocaína, metanfetaminas y mariguana. Alrededor de las cuatro de la tarde, enormes camiones, conocidos como rinocerontes, salieron de este lugar custodiados por patrullas militares. Eran un señuelo.
En realidad, Ovidio Guzmán había sido trasladado en un helicóptero al penal del Altiplano, en Almoloya de Juárez, Estado de México, el mismo en el que estuvo su padre, hasta antes de fugarse el 11 de julio del 2015.
“Su detención representa un golpe contundente a la cúpula del poder del Cártel del Pacífico”, dijo el titular de la Sedena.
El llamado Rey del fentanilo, de los mayores traficantes de droga a EU
Ovidio Guzmán López, El Ratón, o el Rey del fentanilo, capturado ayer, se ubica como uno de los 17 mexicanos considerados objetivos prioritarios por los que el Gobierno de Estados Unidos está dispuesto a pagar hasta 95 millones de dólares.
A pesar de lo relevante que resulta su detención, para dar un golpe más contundente al tráfico de fentanilo hacia aquel país, aún resta la aprehensión de su hermano Iván Archivaldo Guzmán Salazar, identificado como el líder principal de esta práctica criminal y de la facción de los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán, apuntó el experto Andrés Sumano, de El Colegio de la Frontera Norte.
La recompensa por la información que lleve a la captura de estos dos y de Jesús Alfredo Guzmán Salazar y Joaquín Guzmán Loera López, conocidos como Los Chapitos, es de 20 millones de dólares en total, cinco por cada uno.
Ovidio es ubicado por las autoridades de EU como un miembro de alto rango del Cártel de Sinaloa. Sin embargo, se distingue por liderar, junto a su hermano Joaquín, una organización propia dentro del grupo criminal mayor: Organización Criminal Transnacional Guzmán López.
Informes del Departamento de Estado de Estados Unidos los identifican por haber comenzado su actividad delictiva con la compra de marihuana y cocaína en Colombia, para luego comerciar elevadas cantidades de efedrina de Argentina, la cual trafican hacia México, a la vez que iniciaron la producción de metanfetaminas.
Se presume que los hermanos Guzmán López supervisan 11 laboratorios de metanfetamina en Sinaloa, donde se estima una producción de tres mil a cinco mil libras de esta sustancia por mes, equivalentes a entre mil 360 y dos mil 268 kilos.
El gobierno estadounidense apunta que la metanfetamina es vendida al por mayor a otros miembros del Cártel de Sinaloa y a distribuidores en EU y Canadá.
Los dos cuentan con cargos en EU, por conspiración para distribuir más de cinco mil kilogramos de cocaína, 500 gramos de metanfetamina y mil kilos de marihuana.
Aunque a Ovidio se le presume como el capo más relevante para autoridades de EU, es a su hermano Iván Archivaldo el que es acusado por conspiración para importar metanfetamina, cocaína y marihuana.
Además, se le ubica como uno de los principales exportadores de otra droga sintética que es de extrema preocupación para Estados Unidos: el fentanilo.
En su expediente, resalta por haber “ampliado su empresa” con sofisticados laboratorios de fentanilo en Culiacán y ampliar sus operaciones de transporte utilizando vías marítimas y aéreas, además de túneles y cruces fronterizos.
Para Andrés Sumano, la captura de Ovidio representa más un acto mediático y con motivo de la visita del mandatario estadounidense, Joe Biden, que un golpe relevante a la criminalidad en México y para los propios “Chapitos”.
“No es un tema fortuito; hay dos explicaciones: la visita del presidente Biden y, por otro lado, para el Presidente mexicano es quitarse de encima esa losa, ese evento del ‘culiacanazo’, de cara a un fin de sexenio y que viene una elección presidencial. Parece que en algún momento él iba a querer nota para llegar a los comicios presidenciales sin ese antecedente”, comentó, en entrevista.
Tampoco, dijo, es una respuesta a las “exigencias” del gobierno estadounidense y su insistente reclamo para enfrentar el tráfico de fentanilo, pues aseguró que es Iván Archivaldo quien tiene las riendas sobre este negocio.
“Ovidio era un personaje importante dentro de este grupo de ‘Los Menores’, no era el líder; el líder es Iván. Dentro de la organización, era uno de los precursores en el tema del fentanilo y los opioides, aunque la mayor afectación podría ser en el debilitamiento ante las pugnas que traen con otras organizaciones. Su captura va a tener más impacto mediático que uno real en el mundo criminal”, explicó.
Ebrard rechaza que se acelere su extradición
El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, descartó que Ovidio Guzmán, alias El Ratón, vaya a ser extraditado de inmediato a Estados Unidos, pues se deben cumplir las “formalidades” que marca la ley.
“Hay un procedimiento que se tiene que seguir según la ley mexicana, se tendrá que presentar, me imagino el día de hoy, según lo que escuché, ante las diferentes autoridades. Pero, no podríamos extraditarlo o proceder a extraditarlo en estas circunstancias el día de hoy o mañana o pasado, no se podría, tenemos que cumplir las formalidades que la ley nos impone”, reconoció.
Además, dijo el canciller que hay un procedimiento abierto en su contra en México, por eso actuaron las autoridades.
“Y, además, tiene un proceso aquí en México abierto que es lo que da origen a la orden. Entonces, yo supondría que lo que vamos a ver es un proceso en México conforme a la ley. De la extradición, pues veremos conforme se vaya avanzando qué elementos aportan y cuál es el criterio que va a seguir la Fiscalía, pero al día de hoy yo esperaría un proceso aquí en México” manifestó el titular de Relaciones Exteriores luego de participar en el inicio de las celebraciones por el 135 aniversario de las relaciones diplomáticas entre México y Japón.
Sin embargo, ni la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), ni la Fiscalía General de la República (FGR) han confirmado que haya una orden de aprehensión por parte algún juez mexicano contra el hijo de Joaquín El Chapo Guzmán.
Ebrard Casaubón recordó que existe una petición de extradición en contra del hijo de Joaquín Guzmán Loera, exlíder del cártel de Sinaloa o del Pacífico.
El canciller rechazó que se trate de “un regalo” para el Presidente Biden y descartó que tenga algún tipo de relación con la Cumbre de Líderes de América del Norte que se celebrará en nuestro país.
Sinaloa se encuentra en estado de sitio por el “jueves negro”
La captura de Ovidio Guzmán López, alias El Ratón, generó que diversos medios locales calificaran la jornada violenta de ayer como “jueves negro”, debido diversos hechos que afectaron el orden y la paz pública y tuvieron a los habitantes de buena parte del estado de Sinaloa en un virtual asedio.
El saldo que oficialmente se dio a conocer hasta el cierre de esta edición fue de un policía muerto, un elemento de la Guardia Nacional gravemente herido y al menos 27 personas lesionadas en distintos hechos, como narcobloqueos, quemas, despojo de vehículos y balaceras.
Cerca de las 9:00 horas, el gobernador del estado, Rubén Mocha Moya, llamó a la población a no salir a las calles y resguardarse en su domicilio.
Por medio de su cuenta de Twitter, Rocha Moya dijo: “Ante los eventos que están ocurriendo en Culiacán, pido a las y los ciudadanos conservar la calma y resguardarse en sus hogares. Las autoridades están ejerciendo su tarea y los mantendremos enterados”.
Y agregó: “He sido informado por el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, que las Fuerzas Armadas realizaron desde la madrugada de este jueves un operativo en la sindicatura de Jesús María, municipio de Culiacán”.
Ya para entonces, hombres armados habían atacado la base aérea militar número 10, ubicada en Culiacán, y el Aeropuerto Internacional, en donde algunas balas alcanzaron a un avión de pasajeros.
Estos ataques obligaron a las autoridades a cerrar las instalaciones de la terminal aérea por el resto del día, lo que implicó la cancelación de muchos vuelos.
Horas más tarde, y cuando ya se había confirmado la detención de Ovidio Guzmán, el mandatario aseguró, en una breve entrevista radiofónica a un medio local, que desconocía el motivo de los hechos de violencia y que no fue informado del operativo para capturar al líder delincuencial. Y por la noche, el mandatario precisó que fueron robados 250 vehículos.
El clima de violencia registrado desde la madrugada fue tal, que la Secretaría de Educación Pública y Cultura del estado decretó la suspensión total de actividades docentes y administrativas, mientras que Protección Civil estatal emitió un mensaje de alerta para que la población no saliera de sus casas.
A este llamado también se sumó la Universidad Autónoma de Sinaloa, la cual pidió a los estudiantes “no salir a las calles, con la finalidad de exponerse”.
Cristóbal Castañeda, secretario de Seguridad Pública del Estado de Sinaloa, informó que había despojo de vehículos y bloqueos en diferentes puntos de la ciudad y expresó: “Por favor, no salgan a las calles”.
Cerca de las 16:00 horas se reportó que hubo un intento de fuga en el penal de Aguaruto, el cual dejó siete policías preventivos heridos. Sin embargo, el intento de evasión se frustró y las autoridades controlaron la situación dentro del centro de reclusión.
Los bloqueos, y el despojo e incendio de vehículos se extendió a lo largo del día a municipios como Los Mochis, Ahome, Guasave y Navolato, en donde incluso hombres armados robaron dos ambulancias supuestamente para atender a compañeros suyos que habían resultado heridos.
Según el titular de Seguridad del estado fueron en total 19 bloqueos, aunque medios locales reportaron una cantidad superior, que en algunos casos llegó a ser hasta de 50.
Pero la violencia no terminó pronto. Después de las 18:00 horas todavía se reportó el saqueo de tiendas departamentales en especial de las cadenas Walmart y Soriana.
En redes sociales circularon videos en los que se aprecia a decenas de personas, algunas con armas y otras no, saliendo de los establecimientos con todo tipo de mercancías, sobre pantallas y hasta refrigeradores.
El secretario de Seguridad informó por la noche que seis personas fueron detenidas por estos hechos.
El “jueves negro” provocó que incluso la Liga MX decidiera posponer el partido de Mazatlán vs León y Dorados ante Correcaminos que se iban a llevar a cabo hoy y ayer, respectivamente y la Liga del Pacífico de béisbol, también canceló el Juego 5 entre Naranjeros y Venados.
Sujetos armados disparan a avión de Aeroméxico antes de despegar
El llanto de un niño, la voz de un hombre ordenando: “agáchate, agáchate”, y los pasajeros de un avión tratando de ocultarse entre los asientos, agachados o de plano en el piso, retratan los momentos de pánico que los pasajeros del vuelo Embraer 190 de Aeroméxico vivieron la mañana de este jueves, durante la balacera en las instalaciones del Aeropuerto Internacional de Culiacán, en Sinaloa.
Se trató de un hecho inédito, en el que un vuelo civil fue blanco de un ataque por parte de un grupo delictivo, instantes previos al proceso de despegue del avión, en cuyo fuselaje hizo impacto al menos una bala de alto calibre.
En redes sociales, los pasajeros del avión compartieron los videos de lo que sucedió en la terminal aérea antes de las 9:00 horas, cuando la aeronave, que tenía la ruta de Culiacán a la Ciudad de México, se disponía a levantar el vuelo.
En ese momento, se observaron civiles armados, integrantes de un grupo delictivo, en las instalaciones de la terminal aérea, al tiempo que se escucharon disparos.
Al interior del avión de Aeroméxico, un menor insistía en saber “qué pasó, qué pasó”, sin obtener respuesta de sus padres; el único sonido que se escuchó fue la ráfaga de balas afuera del avión, el cual intentaba elevarse, lo que finalmente no pudo realizarse.
Pero los sucesos tuvieron consecuencias, ya que la aeronave no sólo no pudo despegar en medio de la balacera, sino que recibió un impacto en el fuselaje, por lo que se activaron los protocolos de seguridad, se detuvo el vuelo y, más tarde, se resguardó a los pasajeros en un hotel cercano.
Los hechos, inusitados en el país –no se había registrado una agresión de este tipo en contra de un vuelo comercial–, quedaron documentados en el reporte que se presentó ante la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC).
De acuerdo con el informe realizado por el inspector verificador en turno, la agresión en contra del vuelo de Aeroméxico provocó daño en el sistema hidráulico, por lo que se canceló su despegue.
“Impacto de bala en parte trasera del fuselaje durante la carrera de despegue, provocando daño en el sistema hidráulico, aborta despegue, se desciende el pasaje, se queda estacionado en aviación comercial, posición 10”, señaló.
Explicó que, ante la situación extraordinaria, se tomó una decisión definitiva: “Se suspenden la totalidad de los vuelos comerciales y aviación general, se protege a los pasajeros”.
La Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA) confirmó que, pese a lo sucedido, todos los pasajeros se encontraban a salvo, al igual que la tripulación, encabezada por el capitán Carlos Mario Campos, que privilegió la seguridad de todos los que se encontraban a bordo.
Sin embargo, reconoció que sus pilotos y miembros de tripulación no están preparados para una situación de violencia como la que vivieron, derivada de la detención de Ovidio Guzmán, El Ratón, hijo de Joaquín El Chapo Guzmán, lo que, además de bloqueos carreteros, generó una importante movilización en la terminal aeroportuaria.
Los hechos fueron atestiguados por los pasajeros y los trabajadores del Aeropuerto Internacional de Culiacán, que también compartieron lo sucedido con las aeronaves de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) que trasladaban elementos de refuerzo, las cuales también fueron recibidas a balazos por presuntos miembros del crimen organizado.
En uno de los videos compartidos en redes sociales, los trabajadores en pista evidenciaron el momento en el que uno de los dos aviones de la FAM fue agredido: “Lo carraquearon”, gritaba uno de los usuarios en el video que compartió del momento en el que se registró la balacera, mientras que otro afirmó: “Le están tirando al avión de la Guardia Nacional”.
En un video más, tomado desde las rejas que cercan la terminal aérea, se escuchaban las ráfagas, mientras que quienes realizaron la grabación aseguraron que estaban agrediendo a las Fuerzas Armadas.
Las imágenes también documentaron el impacto de una bala en el fuselaje de una de las aeronaves militares.
“Estamos encerrados, como presos en casa”
Ante los enfrentamientos armados que se suscitaron tras la detención de Ovidio Guzmán, habitantes de Sinaloa y visitantes vivieron una jornada de miedo y zozobra.
Carlos Rosas, habitante del sector Barcelona de Culiacán, expresó a La Razón su miedo, preocupación y asombro por la situación que se vivía a pocas cuadras de su hogar, pues durante horas no habían parado las ráfagas de armas largas, por lo que estableció protocolos de seguridad para él y su familia.
“Tengo mis límites de hasta dónde puedo llegar, qué es lo que puedo hacer, no he salido de mi casa. La violencia está a unas cuantas cuadras de mi hogar, no me atrevo a realizar una transmisión en vivo sabiendo que esto puede tener consecuencias”, aseguró.
Rosas indicó que la situación no ha sido controlada por las autoridades, a diferencia del 2019, cuando se registró el “culiacanazo”, en la que la violencia duró varios días, por lo que teme que esto se repita.
“Estaba con un amigo y empezaron a llegar videos de lo que ocurría. Este año fue diferente, ya que una vecina me alertó a las 5 de la mañana de lo que pasaba en su sector, me levanté y empecé a escuchar las detonaciones de arma de fuego y me dijo que tenía bastante miedo. Le dije que me enviara algunos videos y me dijo que no podía, que tenía miedo”, mencionó.
Aseguró que no quería ni sacar la camioneta por temor a que lo despojaran, pues intentó acercarse a la zona de los hechos, distante a un kilómetro y medio de su casa: “No me animé, porque veíamos la cortina de humo y vimos gente caminar, y ante el temor de que fueran los delincuentes que estaban merodeando las calles, nos regresamos”.
Hacia las 15:00 horas, cuando se realizó esta entrevista, Carlos aseguró que todavía había balazos, “por fortuna, mi familia y yo estamos resguardados, no nos asomamos a la ventana”.
Alicia Alfaro, residente de Colinas de la Rivera, en Culiacán, contó a este rotativo que su hermana le mandó un mensaje para pedirle que no saliera de su casa, ante la violencia que se desarrollaba en la carretera internacional Las Carolinas, cerca de su hogar.
“Me dice: ‘no salgas, está tremendo para el lado donde tú vives’”. Debido a esto, Alicia decidió no asistir a su trabajo. Por medio de mensajes, sus compañeras compartieron videos sobre los disturbios que ocurrían a los alrededores.
Añadió que ningún local cerca de su hogar abrió: “Culiacán está paralizado, en cuestión de que no tenemos ahorita dónde comprar algo, estamos nada más aquí encerrados en casa como presos. La verdad con mucho temor de salir”.
Alicia, quien trabaja como asistente educativa, narró que hace tres años -cuando también se capturó a Ovidio Guzmán- ella venía atrás de una camioneta que tenía personas con armas largas de fuego y observaba cómo corrían las personas: “Hoy, bendito Dios, fue en la madrugada esto y nos agarró aquí”.
Agregó que Canal 3, una televisora local, emitió un comunicado informando a la población que no salieran de sus hogares.
Usuarios de redes sociales también compartieron en videos lo ocurrido este jueves. Arturo, quien se encuentra de vacaciones en Culiacán, compartió en sus historias un material donde se observa humo en el aire, al parecer por la quema de un vehículo.
“En la madrugada que empezó la balacera pensamos que eran cuetitos, pero luego empezaron las ráfagas de metralleta y el ruido de los carros del Ejército”, expresó en entrevista con este medio.
En el hotel donde se encuentra resguardado, dijo que pudo ver por los pasillos a otros huéspedes alterados en los pasillos, “pero hasta ahorita todo bien”.
Agregó que la ciudad se encontraba vacía y que el hotel donde se encuentra alojado no emitió ningún tipo de recomendaciones o comunicado sobre la situación.
Ernesto N, un usuario del aeropuerto de Culiacán, aseguró que los videos que circulan sobre un ataque a un avión civil son falsos. En entrevista con este diario, comentó que 10 minutos después de que llegó a la terminal aérea, ya estaba circulando ese material en redes sociales.
“Yo llegué al aeropuerto 6:50, y tipo para las 7 ya circulaba un video que aquí adentro del aeropuerto estaba pasando algo así fuerte, como que habían entrado o algo así. Y ese video no es actual, tiene que ser viejo; por eso yo les digo: Adentro del aeropuerto no hay sicarios, no ha entrado nadie”, refirió.
En Escuinapa emboscan a militares
El coronel Juan José Moreno Orzúa, comandante del 43 Batallón de Infantería y su escolta, fueron emboscados en el poblado de Palmillas, municipio de Escuinapa, Sinaloa, cuando se dirigían como apoyo para controlar los disturbios ocasionados por parte de integrantes del Cártel de Sinaloa, tras la detención de su jefe, Ovidio Guzmán.
La situación en Sinaloa provocó que se llamaran refuerzos, por lo que 120 militares de Durango se trasladaron vía aérea a Culiacán, pero el coronel Moreno viajó por carretera, cuando fue sorprendido en una emboscada en el poblado ubicado a unos 300 kilómetros de Culiacán.
Fuentes castrenses y el académico y asesor de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Javier Oliva, confirmaron que Juan José Moreno Orzúa resultó herido de gravedad y falleció mientras era atendido en una clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), ubicada en Acaponeta, Nayarit, a donde fue conducido para recibir asistencia médica. Su muerte se declaró a las 14:50 horas.
Otros cuatro militares, miembros de su escolta, también fueron abatidos, de acuerdo con la información disponible al cierre de la edición. Durante la emboscada también resultaron heridos dos elementos de las Fuerzas Armadas, de acuerdo con la información proporcionada.
El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha, primero negó en una entrevista radiofónica que se hubiera presentado una emboscada contra elementos del Ejército, pero en una segunda entrevista confirmó que en la entidad hay seis muertos, incluidos el coronel y sus cuatro escoltas.
Oposición reconoce a FA por lograr recaptura
Integrantes de la oposición reconocieron las acciones implementadas por las Fuerzas Armadas para lograr la recaptura de Ovidio Guzmán, pero observaron que es “sospechoso” que este hecho se registre de cara a la visita del presidente estadounidense, Joe Biden, a México.
El dirigente nacional del PAN, Marko Cortés, señaló que desde que el Presidente Andrés Manuel López Obrador ordenó liberar a Ovidio Guzmán, cuando se registró el llamado “Culiacanazo” en octubre del 2019, abrió el camino para que todos los narcotraficantes ataquen a la población civil.
Aseguró que el Gobierno federal tiene un pacto y complicidad con el crimen organizado y recordó que en julio del año pasado hizo un llamado a incluir a los narcos en un pacto por la paz, porque en ese momento dijo que son seres humanos y las autoridades también debían cuidar de su integridad.
Cortés mencionó que es sospechoso que el gobierno de Estados Unidos haya firmado una orden ejecutiva para capturar a los cuatro hijos de Joaquín El Chapo Guzmán y herederos del Cártel de Sinaloa, “y qué casualidad que, a días de pisar territorio mexicano, se realice la captura”.
El dirigente nacional del PRD, Jesús Zambrano, consideró que el operativo podría haber sido en secreto, sin informes al Presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Si Andrés Manuel López Obrador no estaba informado en su reunión mañanera de seguridad, del operativo en curso para detener a Ovidio Guzmán, quiere decir que los militares no le informaron para que no abortara el operativo, además de que esa detención responde a exigencias de Estados Unidos”, estimó en redes.
El perredista dijo que el presidente Biden debe venir más seguido a México para que detengan más capos. “Lo de hoy en Sinaloa subraya el fracaso de los abrazos, no balazos, aunque no quieran reconocerlo”, destacó.
Senadores de oposición también señalaron que, con la detención de Guzmán, el actual gobierno demuestra que sí puede detener a otros narcotraficantes.
Así lo manifestó el grupo de Acción Nacional en la Cámara alta, que coordina Julen Rementería, que en un posicionamiento ironizó que sería positivo para el país que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, visitara México más seguido.
No obstante, el coordinador del Grupo Parlamentario Plural, Emilio Álvarez Icaza, expresó su preocupación por las consecuencias que dejó el operativo para detener a Ovidio Guzmán.
El presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, Ricardo Monreal, se pronunció por hacer un frente común de apoyo al Presidente López Obrador y al gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, para que se recupere la normalidad y comentó que “la ley debe imperar en nuestro país”.
Para expertos, preocupa que detención sea un tema político
Expertos en temas de seguridad consideraron que la detención de Ovidio Guzmán fue un logro de las Fuerzas Armadas, ya que se debe detener a todos aquellos que generan violencia en el país.
En entrevista con La Razón, Francisco Rivas, director del Observatorio Nacional Ciudadano (ONC), señaló que la detención no debe sorprender, ya que es una función del Estado. No obstante, aclaró que en el contexto de la estrategia de “abrazos y no balazos”, es significativo.
“El Estado tiene una función sustantiva de hacer respetar la ley. Hay que reconocer que una administración haga lo propio, pues si hay un delincuente que viola las leyes, la administración debe sancionarlo.
“El discurso de abrazos y no balazos es sólo un discurso, porque lo que se vio es que no se estaban abrazando, sino que hubo una serie de confrontaciones armadas que apuntan a la necesidad del Estado de hacer cumplir la ley y usar la fuerza de manera efectiva”, añadió.
Indicó que la detención se realiza también en el marco de la última aprehensión de Ovidio Guzmán en la entidad, cuando se dejó en libertad por orden del Ejecutivo para prevenir ataques en contra de la población, pero aclaró que “ahora sí son sumamente efectivos en el operativo”.
Agregó que, si bien es un logro, el narcotraficante no es la cabeza del Cártel de Sinaloa, aunque sí es una pieza importante, ya que mantiene una pugna interna con los hijos de El Mayo Zambada y por eso “habrá que ver cómo se reconfigura internamente los liderazgos”, dijo.
A pesar de ello, comentó que no es sorpresa que la detención también se haga en el marco de la visita del presidente de Estados Unidos a México, pues el mandatario mexicano intenta suavizar la relación, luego del alejamiento que desde su punto de vista se ha dado.
Por separado, Guillermo Garduño Valero, investigador de la UAM Iztapalapa y experto en seguridad, comentó que la detención del capo cambiará la forma interna de la organización, aunque seguirá operando de manera normal en sus actividades ilícitas.
“Se está reorganizando el país, pues acaban con el líder de Los Mexicles, atrapan a Ovidio y sigue impune El Mayo Zambada y su influencia; por ello, es el golpe a una persona, pero no a la organización”, indicó.
El experto aseveró que la captura no va a aliviar la situación, pues aclaró que no se afecta a la estructura; se movilizan otros y sólo se daña si se meten con sus finanzas, que es lo que realmente les pesa, evaluó.
“Hay una fuerte situación de violencia porque aparte el gobernador no puede hacer mucho, ya que fue impuesto, mientras que la ola de criminalidad continúa”, dijo.
Indicó que la estrategia de “abrazos y no balazos” seguirá, a pesar de la captura.
La directora de Alto al Secuestro, Isabel Miranda de Wallace, consideró que la detención es parte de un seguimiento que ya se venía haciendo por parte de la actual administración federal.
“Me da gusto que a final de cuentas detengan a alguien que genera violencia. Es necesario cuidar a la gente en Culiacán por los hechos que se puedan dar en las siguientes horas como reacción”, indicó.
La activista sostuvo, sin embargo, que no hay garantías de que la violencia vaya a bajar con la captura de Ovidio Guzmán, pues se requiere de un cambio de estrategia que ayude a terminar con los delitos del fuero común, que generan 90 por ciento del total en el país.
Además, señaló que se debe detener a todos aquellos que generan violencia y recuperar los espacios que han ganado los grupos delictivos.