El acoso y discriminación laboral que ejercen mandos superiores de empresas u oficinas de gobierno en contra de sus subordinados provocan que cada hora 12 trabajadores renuncien a sus fuentes de empleo en el país.
De acuerdo con estadísticas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en 2022 se reportaron 109 mil 319 abandonos de empleo de personas que recibieron maltratos psicológicos por el desempeño de sus actividades e incluso algunos sufrieron amenazas y agresiones físicas.
Esta cifra representa el 3.4 por ciento de todas las renuncias registradas en el país; sin embargo, en algunos estados, como la Ciudad de México y Aguascalientes la discriminación laboral o mobbing llega a tener una prevalencia 7.8 y 6.3 por ciento, es decir, que estas entidades duplican la media nacional.
La Organización Internacional del Trabajo señala que el acoso profesional se caracteriza por conductas ilícitas que se repiten durante un tiempo prolongado, como le ocurrió a María Rosalba Barranca, una administrativa de la clínica 54 del IMSS de Tlaquepaque, Jalisco, a quien su jefa le exigió su renuncia en varias ocasiones hasta que sucumbió a la presión.
“Renuncias o renuncias, yo tengo muchas palancas que hasta me han salvado la vida y que te obligarán a renunciar, ya me tienes harta y yo me encargo de que renuncies”. Esas palabras causaron terror en Rosalba, por lo que se vio orillada a dejar su puesto de trabajo tras 21 años de servicio en el sector público.
Los maltratos comenzaron en diciembre de 2021 cuando María fue transferida a la clínica y su jefa comenzó a decirle que su trabajo no servía, la llamaba en privado para humillarla e intimidarla, pero a esas conductas se unieron algunos compañeros que querían aprovecharse de la situación y se unieron al mobbing, incluso en los momentos más vulnerables para Rosalba.
“Tuve problemas de covid-19 y eso me provocó estar conectada a un tanque de oxígeno en casa, perdí capacidad de concentración y ante esa situación mis compañeros de trabajo se burlaban, pero aun así yo era resolutiva en mi trabajo y cumplía con todas mis responsabilidades”, recuerda la víctima de acoso.
Una situación similar fue experimentada por 66 mil 581 mujeres que reportaron durante 2022 que dejaron su empleo por sufrir violencia psicológica de manera consciente, excesiva y frecuente por parte de su entorno laboral. A ese número se suman otros 42 mil 738 varones que renunciaron a sus puestos de trabajo.
Uno de ellos fue Oscar Mercado, un cirujano cardiaco especializado en válvula mitral, quien experimentó el celo profesional de sus compañeros por haberse capacitado en el extranjero. Esto derivó en que le dejaran de saludar y lo segregaran de los grupos de WhatsApp en los que circulaba información importante sobre la dinámica laboral.
“No me asignaban ninguna función y me difamaban. Decían que era una persona floja, que no quería trabajar, que no hacía nada literalmente. Decían que no sabía hacer nada y no servía para nada. Esto me empezó a ocasionar una gran carga de frustración, tristeza y deterioro de la autoestima”, explicó el cirujano.
Esos tipos de maltrato fueron una constante durante casi 5 años de labores en el Hospital de Especialidades del Centro Médico del Occidente del IMSS en Jalisco, pero actualmente Oscar tiene una demanda abierta en contra de sus superiores para que reparen el daño moral que le causaron.
Ante la adversidad el cirujano decidió informarse legalmente sobre el acoso laboral y entender los daños físicos y emocionales que provoca esta actividad ilícita hacia sus víctimas. De esta forma ha podido guiar a por lo menos una treintena de víctimas mediante el grupo de apoyo Mexicanos Contra el Mobbing.
Una de las personas que buscó ayuda de la organización es María Rosalba, quien comenzó a ser reacomodada en el sector público para que pueda cumplir los seis años que le restan para jubilarse; mientras tanto, trata de recuperarse de los estragos físicos que le dejó el maltrato laboral.
Se disparan casos
Las renuncias provocadas por los malos ambientes laborales registraron un incremento notorio a partir de 2019 cuando 103 mil 939 personas abandonaron sus fuentes de ingresos, esto significó un incremento de 29 por ciento en comparación con lo registrado en 2018.
Para 2020 se presentó el récord de renuncias en el país por acoso y discriminación laboral, al tener 111 mil abandonos; pero en 2021 la cifra cayó a 95 mil casos. En 2022 se registró la segunda cifra más alta en lo que va del registro hecho por el Inegi.
Las estadísticas muestran que al menos 95 de cada 100 personas que deciden renunciar en su empleo por motivos de mobbing percibían salarios inferiores o iguales a tres salarios mínimos, es decir que ganaban menos de 518 pesos.
Ruta del acoso
Mercado explicó que los acosadores realizan una tortura psicológica y se dirigen a destruir las redes de comunicación de la víctima, aislarlo de las personas, destruir su reputación como profesional y físicamente; además de realizar intimidaciones manifiestas como gritos, golpes, jalones, robos de pertenencias y la intimidación oculta mediante rumores.
“El acoso en sus inicios es tan sutil que la víctima cree que es algo normal, la persona se siente rara y atacada, incluso cuando le pregunta a sus compañeros éstos le dicen: ‘no pasa nada, estás imaginando cosas’, pero todo el mundo nota que le están dando un trato diferente”, explicó.