NUEVO LAREDO.- Uno de los dos sobrevivientes de la balacera donde militares abatieron a cinco jóvenes el domingo pasado dio su versión sobre los hechos y aseguró que no estaban armados, que los soldados los persiguieron y balearon sin motivo.
Alejandro Pérez, de 21 años, sobreviviente del incidente, compareció ayer ante abogados del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo.
Declaró que Gustavo Suárez, el dueño de la camioneta baleada, pasó por él y su hermano Gustavo, a las 00:00 horas del domingo, y fueron a la discoteca de la zona centro llamada Mister Pitt.
Alrededor de las 04:00 horas, dijo, salieron del antro, subieron a la camioneta, ya sin beber alcohol, y se enfilaron por la calle Madero, tomaron luego Vicente Guerrero, Perú, Munguía, carretera a Anáhuac, carretera a Aeropuerto, Luis Calderón y la Huasteca.
Según explicó, en todo el recorrido no percibieron que militares los siguieran, pero al entrar a la Colonia Cavazos Lerma una camioneta con soldados se les emparejó y les ordenó que se pararan.
Al mismo tiempo, otra camioneta de Sedena les chocó por atrás y de inmediato empezaron a dispararles.
Alejandro declaró que por ir en el asiento trasero del chofer se agachó y no fue herido, pero que sus compañeros sí, que gritaban pidiendo ambulancias, y que luego ya no escuchó sus gritos.
Cinco jóvenes fueron abatidos, Pérez sobrevivió y otro está en coma.
Pérez dijo a los abogados que bajó, decidió hincarse y subir las manos para que no le dispararan, pero que los soldados amenazaban con matarlo, y uno de ellos le colocó una pistola en la cabeza y lo obligó a grabar un video declarándose culpable porque huían.
EL RELATO
Según una publicación del periódico El País, basada en el Informe Policial Homologado (IPH) de los hechos, Alejandro Pérez declaró que en la camioneta iban siete personas.
Al momento de ser chocados por la unidad militar, dos se bajaron y corrieron, pero cinco quedaron en el interior. Tras ser baleados, tres murieron, uno resultó herido y él quedó ileso.
Según el relato, su hermano y otro amigo que descendieron para correr, fueron ultimados y sus cuerpos quedaron frente a una casa baleada.
La casa baleada presenta más de 20 impactos en las paredes. Las balas destrozaron los vidrios, el televisor, descompusieron el refrigerador y la estufa, según El País.
"Cuando ya salí de la camioneta escuché que los militares decían: "¡mátenlo, mátenlo!". Me pusieron pechotierra. Luego aún escuché dos disparos más y ya al rato vi a mi hermano (Gustavo) tirado en el piso", narró Pérez.
El sobreviviente explicó que un soldado lo obligó a grabar en su celular una declaración de culpabilidad.
"Alcancé a ver cómo un elemento le disparó a un compañero que ya estaba herido. Él pedía ambulancia, pero un elemento militar le disparó de nuevo", declaró.
"Luego me preguntaron que si quería vivir o morir, y yo les respondí que quería vivir. Y ellos me dijeron que me declarara culpable. Mientras ellos me grababan en video. Que dijera que íbamos huyendo, lo cual no es verdad".
Según Pérez, tuvo que acceder y por eso sobrevivió.
La Sedena emitió un comunicado donde los militares aseguran haber escuchado un estruendo que les hizo reaccionar disparándole a la camioneta, que no portaba placas y circulaba a exceso de velocidad y sin luces.
Sin embargo, El País destaca que la versión del sobreviviente remarca que no llevaban armas, y que la Sedena, en su comunicado y en el IPH, tampoco reporta aseguramiento de armas, municiones o cargadores.
El IPH lo firma un capitán de Caballería que se identifica como "Elio N.", quien asegura que la camioneta donde iban los siete jóvenes chocó contra un vehículo civil y avanzó una cuadra más, después del choque.
Después, abundó, dos camionetas militares se emparejaron con la camioneta blanca y fue cuando escuchó disparos. Sin embargo, argumentó que él no autorizó el uso de las armas a la tropa.
"Escuché que varios elementos accionaron sus armas sin que yo diera tal orden, por lo que de manera inmediata, vía radio, ordené alto al fuego", suscribió.
Cuatro de los cabos reconocieron que dispararon, narró en el IPH el capitán militar, quien además admitió que en el interior de la camioneta inspeccionada no encontraron armas.
El País entrevistó a Enrique Pérez, de 47 años, padre del sobreviviente Alejandro y del fallecido Gustavo, quien detalló que sus hijos trabajan arreglando cajas de tráileres.
El sábado, un día antes de los hechos, habían quedado de reunirse en su casa para convivir con carne asada, pero al final sus hijos decidieron irse al antro con sus amigos.
El padre de familia contó que se durmió y que fue hasta la mañana siguiente, cuando iba por barbacoa, que se dio cuenta de la tragedia.
INCONSISTENCIAS
El reporte de la Sedena y la declaración de uno de los sobrevivientes de la balacera en Nuevo Laredo, según el reporte policial, no coinciden.
· Un soldado desenfundó su pistola y disparó al suelo cuando un joven lo increpó por quitarle el celular.
· Vecinos lanzaron insultos a los militares, mientras que estos les exigían retirarse y dejar de grabarlos.
ENCUENTRO
Sedena
· Visualizaron un vehículo tipo pick up con siete individuos, quienes se trasladaban a exceso de velocidad con luces apagadas y sin placas, cuyos integrantes, al observar la presencia de las tropas, aceleraron, deteniendo su marcha al impactarse con un vehículo estacionado.
Sobreviviente
· Alrededor de las 04:00 horas salieron del antro y subieron a la camioneta (...) al entrar a la Colonia Cavazos Lerma, una camioneta con soldados se les emparejó y les ordenó que se pararan. Luego, otra camioneta de Sedena les chocó por atrás y empezaron a dispararles.
ATAQUE
Sedena
· Los militares dispararon debido a que escucharon un "estruendo" desde la camioneta en la que viajaban los ahora fallecidos. "Tras los disparos, se observó una persona ilesa, una herida y cinco personas sin vida".
Sobreviviente
· Cuando empezaron los disparos, dos jóvenes salieron corriendo de la camioneta y fueron baleados frente a una casa. "Cuando salí de la camioneta escuché que los militares decían: '¡mátenlo, mátenlo!'(...) un elemento le disparó a un compañero que estaba herido".
TENSIÓN. El enfrentamiento entre vecinos y familiares con militares comenzó luego de que acordonaron el área para llevarse la camioneta donde viajaban los jóvenes asesinados.