El desabasto en el sector público afecta incluso a las sustancias contra gastritis y reflujo
Los Servicios de Salud de Morelos (SSM) presentan un desabasto de uno de cada cinco medicamentos, según el informe del Instituto Nacional de Salud para el Bienestar (INSABI), con quienes mantienen un esquema de Compra Consolidada, es decir, que la federación se encarga del suministro de los mismos.
A finales del año pasado los SSM solicitaron al instituto dos millones 503 mil piezas de medicamentos, 764 órdenes de suministro y 225 números de clave, pero sólo recibió un millón 938 mil piezas, ya sea tabletas, jarabes, y demás, es decir, 20 por ciento menos a la cantidad solicitada.
Morelos solicitó adhesivo dental para resinas con 42 piezas solicitadas, tabletas masticables de aluminio y magnesio con 24 piezas requeridas; 120 piezas de solución inyectable de asparaginasa, usada con otros medicamentos en el tratamiento quimioterapias para combatir la leucemia linfocítica aguda.
Tabletas de Irbesartán-hidroclorotiazida 900 piezas un medicamento que es antidepresivo, alopurinol 90 piezas; valproato de magnesio suministrado para la epilepsia, solicitó mil piezas; para el cáncer también solicitó doxorubicina, bleomicina, vinblastina, clopidogrel; también fumarato ferroso, tramadol, anticoagulantes como la heparina.
Solicitó más de 71 mil piezas de “baberos” de tela, más de cinco mil piezas de ampicilina, entre decenas de medicamentos más, las cuales no fueron del todo surtidas.
Bajo la dirección de Héctor Baron Olivares, los SSM no compartieron qué medicamentos hace falta surtir en los centros de salud, ni en los hospitales que atienden a más de 500 mil morelenses.
De acuerdo a la organización Morelos Rinde Cuenta, los SSM son la dependencia más opaca en la administración de Cuauhtémoc Blanco Bravo, misma que se negó a transparentar los más de 18 mil millones de pesos recibidos entre el 2019 y el 2022.