El encargado del CDE, Rodolfo Becerril Straffon, consideró que el Congreso en lugar de conciliar asume el papel de confrontar.
Ante la serie demandas y exigencias acompañadas de protestas, destacó nadie puede negar que existe en la sociedad morelense una gran inconformidad, desencanto y enojo. "Los agravios son diversos. El más notable es el nivel de inseguridad. Tal inconformidad tuvo su más reciente expresión en la marcha que promovieron diversas organizaciones sociales".
No obstante, que antes cuando surgieron las críticas contra los legisladores priístas, la dirigencia tricolor había convalidado la actuación de sus cinco diputados locales, sin embargo esta vez criticó a sus representantes populares, y es que al advertir que en medio de las posiciones en pugna y el Gobierno ha llegado a posturas extremas que se alejan de una posibilidad de diálogo, como mecanismo para distender el ambiente que afecta a toda la sociedad.
Lo peor es que «el Congreso del Estado en vez de contribuir a la distensión entre el Ejecutivo y las organizaciones sociales, ha asumido una actitud de confrontación, de manera particular al priísmo le ha resultado extraña, sobremanera, la actitud que algunos diputados de sus filas han asumido en defensa a ultranza del Ejecutivo local».
Becerril Straffon, aseveró que como partido de oposición «podemos eventualmente convalidar decisiones y programas de gobierno cuando beneficien a la sociedad, pero políticamente nuestro rol debe ser crítico y no nos corresponde defenderlo y mucho menos ser su vocero.
Tal actitud ha lastimado el prestigio de nuestra organización, toda vez que la ciudadanía tiende a generalizar y a guardar en su memoria los comportamientos asumidos. De ahí la importancia de esta aclaración».
A raíz de las últimas reformas en el Congreso, aseguró, las expresiones de la militancia priísta han aumentado sobre todo de rechazo a la postura asumida por los diputados del PRI.