Puerto Morelos, Quintana Roo. – La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y las constructoras subcontratadas por los militares avanzan en la colocación de pilotes para sostener un viaducto elevado de 42 kilómetros por donde pasará el Tren Maya, en el Tramo 5 sur, con el fin de proteger cavernas, cenotes y ríos subterráneos detectados, a lo largo de los 67.6 kilómetros que mide el trazo de Playa del Carmen y Tulum.
Los pilotes son marcados con el logotipo de la Sedena en color rojo, característico del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, como una probable demostración de poder militar.
Las estructuras de concreto son enclavadas por grúas a 25 metros de profundidad en aparente suelo firme, lo cual no garantiza que debajo de ese suelo kárstico, lleno de oquedades, pueda haber otra cueva, por lo que el riesgo de colapso se mantendrá, advierten biólogos y ambientalistas consultados por EL UNIVERSAL durante un recorrido por esta zona.
El biólogo Roberto Rojo calcula que más de 9 mil estructuras de ese tipo se instalarán, tan sólo en este tramo, además de un puente atirantado para salvaguardar la cueva “Garra de Jugar”, lo que multiplicará los daños.
Ni los pilotes, ni el puente atirantado se mencionan en la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) ingresada extemporáneamente a evaluación de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y autorizada en junio del 2022, cuando ya se había iniciado el desmonte de la selva.
“La solución que plantean para cada cueva tienen que repetirla por lo menos 100 veces en este Tramo 5 Sur porque es el número de cuevas que conocemos que hay en este tramo. Además de ese desafío tecnológico, viene toda la afectación a los ecosistemas y a las cuevas”, alerta Rojo.
“Garra de Jaguar”, cueva semi seca, se ubica por la localidad de Puerto Aventuras, cerca de Paamul II; abarca 47 kilómetros comunicados entre sí por entradas y salidas, como el colapso de Vencejos, por cuya gran bóveda está trazada la ruta del Tren Maya.
Las dificultades técnicas para enclavar los pilotes ahí son evidentes, por eso, la “solución” fue el puente atirantado, sostenido por columnas.
En el interior de la caverna, Elias Sieberborn, integrante del colectivo “Sélvame del Tren”, subraya que aun cuando las vías no pasen sobre Vencejos, la cueva será afectada por las vibraciones de la maquinaria ahora y después por el paso del tren de turistas y de carga, que se tiene previsto inaugurar en diciembre de 2023.
En el lado norte del Tramo 5, que conectará a Cancún con Playa del Carmen, el megaproyecto enfrenta problemas para surtirse de balastro. Se ha tenido que importar piedra porfirita desde Cuba, pero los detalles de la compra-venta y las cantidades o la contratación de los barcos involucrados, se mantiene oculta por el gobierno federal.
La longitud del tramo es de 43.5 kilómetros, de los cuales 29.7 irán con terraplén a 2.5 metros de altura sobre el suelo que, en la zona cercana al Aeropuerto Internacional de Cancún ya lucen casi listos y con centenas de durmientes de concreto esperando ser utilizados en el tendido de la vía del Tren Maya.
Ahí, la presencia del Ejército mexicano es evidente. Vehículos militares entran y salen del lugar, al igual que volquetes con material de construcción.
El polígono de actuación incluye la construcción de una estación en Cancún y un edificio administrativo, con su centro de capacitación para el personal operativo, de acuerdo con lo informado por el director general del Fonatur, Javier May Rodríguez, el 20 de febrero de 2023.
EL UNIVERSAL logró ingresar a la zona de obras y constató que parte de los trabajos se realiza en zonas inundables, en donde la exposición del agua superficial es visible.
Ahí se observó que el Tren no irá a ras de suelo, sino a desnivel, lo que equivale a levantar un muro que corta comunicación entre ambos lados, afectando el tránsito, reproducción, refugio y alimentación de la fauna silvestre, aun cuando se contemplen los llamados “pasos de fauna”.
Tren Maya
Sobre el arribo de la piedra, vía Puerto Morelos, no existe claridad. El 24 de abril la gobernadora, Mara Lezama, declaró a la prensa local que la llegada de la piedra porfirita importada de Cuba, al muelle fiscal operado por la Administración Portuaria Integral (APIQROO) en Puerto Morelos, quedaría suspendida.
Se acordó que el arribo sería por Puerto Progreso, en Mérida, Yucatán, para llevarla por carretera hacia la Ruta de los Cenotes, en Leona Vicario, Quintana Roo.
Días después, el secretario de Desarrollo Territorial Urbano Sustentable (Sedetus), Armando Lara Denigris, dijo que la llegada de la piedra al muelle fiscal de este municipio se repondría el 28 de abril, lo cual no ocurrió.
En entrevista, Luz María Guzmán, integrante del colectivo “Puerto Morelos Sustentable” informó que la barcaza sigue pegada al muelle fiscal y que los barcos fondean frente a Puerto Morelos.
“Estuve pendiente porque dijeron que el viernes pasado sería el desembarco, pero no hubo tal”, expresó.
Por separado, el representante de la APIQROO en Puerto Morelos, Iván Ferrat, confirmó que, hasta el momento, el buque Melody se mantiene fondeando frente a la costa y que el alijo de la piedra –como se conoce a la descarga del material de una embarcación a la barcaza en el mar– se reactivará en estos días, lo que podría derivar en el desembarco de la piedra en esta semana.
La competencia de la API se remite a facilitar el uso de instalaciones para la descarga de material, pero todas las autorizaciones de desembarco y permisos de arribo e ingreso de la piedra –en este caso– están a cargo de la Secretaría de Marina (Semar), a través de la Capitanía de Puerto.
El 13 de abril, en respuesta a una solicitud de Transparencia, la Gerencia de Operaciones de la APIQROO informó que, del 01 de enero al 09 de abril, autorizó a la barcaza JMC 2508 la descarga de “piedra balasto para el proyecto del tren maya”, del 12 de marzo y hasta el 15 de ese mes.
La empresa solicitó posición en el muelle de Puerto Morelos para la descarga, a las 13 horas del 13 de marzo.
Las embarcaciones involucradas fueron el remolcador Navegante III, con bandera mexicana, 23.61 metros de eslora y 7.26 metros de manga, así como la JMC 2508, con bandera mexicana, 76.20 metros de eslora, 24.4 metros de manga y calado de un metro.
Una segunda autorización de operación de descarga fue emitida a favor de la empresa OSO I ALFA S.A. de C. V., el 7 de abril, para llevar a cabo la misma operación del 8 al 9 de abril.
Participaron las embarcaciones S. Floriana, con bandera mexicana, 34.81 metros de eslora, 9.20 metros de manga y 3.8 metros de calado, así como la JMC 2508.
La APIQROO detalló que los buques Melody y Gazibey, la barcaza JMC 2508 y los remolcadores Navegante III y S. Floriana, están autorizados para las maniobras correspondientes al transporte marítimo y el desembarco de la piedra porfirita.
En tanto, pese a que es ámbito de su competencia, la Semar respondió a una solicitud de transparencia que “no cuenta con facultades para pronunciarse” sobre la contratación de las embarcaciones o la cantidad de material comprado o traído para el Tramo 5 del Tren Maya, vía Puerto Morelos.
Tampoco sobre el costo de la compra de la piedra o a qué empresa de la isla se adquirió, de qué bancos fue extraída, ni durante cuánto tiempo estará llegando al muelle fiscal de la APIQROO.
En su respuesta, la Semar remitió a la Sedena para obtener esa información.
Al ser consultada vía Transparencia, la institución militar respondió que no es competente para otorgar esos datos y “sugirió” canalizar la solicitud a la Semar, “por considerarlo un asunto de su competencia”.
La Secretaría de Infraestructura Comunicaciones y Transportes (SICT) aclaró que el sujeto obligado competente es la Marina como “autoridad marítima nacional en las zonas marinas mexicanas, costas, puertos, recintos portuarios, terminales, marinas e instalaciones portuarias nacionales, así como en aguas nacionales donde se realicen actividades de su competencia”.
Esto, a partir de un convenio firmado entre ambas dependencias, el siete de junio de 2021, cuando se traspasó oficialmente la Coordinación General de Puertos y Marina Mercante, de conformidad con el decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) del 7 de diciembre de 2020 que reformó la Ley de Navegación y Comercio Marítimo y la Ley de Puertos.
Aunado a ello, Luz María Guzmán alertó sobre la afectación estructural del Muelle Fiscal. Integrantes de “Puerto Morelos Sustentable” bucearon debajo de las instalaciones y detectaron que las columnas presentan grietas o fracturas.
“Por las fotos sabemos que está muy peligroso para que hagan el desembarco de la piedra. Para las actividades cotidianas de los contenedores con mercancías no representa mayor problema, pero por el peso y cantidad de la piedra que desembarcan, puede haber riesgo”, consideró.
Con información de Manuel Espino