Ríos de migrantes corrían en diversos puntos fronterizos. Era visible que la mayoría acudía con niños. Iban esperanzados en ser aceptados a unas horas de que Washington retomara las medidas vigentes antes de la pandemia y aferrados a que, conforme la política de Joe Biden de no separar familias, ingresaran con los menores.
"Estimamos que más de 60 mil migrantes están esperando alrededor del área fronteriza inmediata", dijo Raul Ortiz, jefe de la Patrulla Fronteriza, en una entrevista ayer en El Paso.
"Nos enfocamos en asegurarnos de que estamos haciendo todo lo posible para asignar recursos para abordar esos flujos".
Ayer, desde la Casa Blanca, el Secretario de Seguridad Interna, Alejandro Mayorkas, reiteró que la frontera no está abierta, y recordó a los migrantes que, tras la conclusión del Título 42, las expulsiones continuarán bajo el Título 8, norma que conlleva consecuencias más severas por entrada ilegal, entre ellas una prohibición mínima de cinco años de reingreso y un posible proceso penal.
Los cruces de migrantes sin documentos se dispararon esta semana a más de 10 mil diarios y las unidades de la Patrulla Fronteriza ayer ya se encontraban rebasadas con alrededor de 28 mil personas bajo custodia.
El Gobierno de Estados Unidos, dijo Ortiz, esperaba ayer disuadir los cruces ilegales al deportar o retornar a aquellos que no califican para el asilo y al enjuiciar a aquellos que realicen varios intentos.
Bajo las nuevas normas impuestas por Biden será más difícil para los migrantes solicitar asilo, pues aquellos que hayan transitado por un tercer país sin pedirlo, estarán descartados.
También se descarta para aquellos que se presenten en la frontera sin tener una cita.
USAN A NIÑOS DE 'SALVOCONDUCTO'
Migrantes acompañados de menores, cruzaron ayer a Estados Unidos en un intento desesperado por recibir asilo antes de la conclusión del "Título 42" y en espera de que se mantenga la política de que familias con menores no sean detenidas ni separadas.