La ventaja de Morena es cómoda, rumbo a las elecciones de 2024. Claudia Sheinbaum, la jefa de Gobierno de Ciudad de México, se ha consolidado como la aspirante mejor valorada de la llamada Cuarta Transformación y la que tiene mayor intención de voto entre la ciudadanía, según una encuesta publicada este martes por Enkoll para EL PAÍS y W Radio. Sheinbaum tiene un 45% de las preferencias efectivas, frente a un 29% del secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard. Gerardo Fernández Noroña, diputado del Partido del Trabajo (PT), ocupa el tercer puesto con un 12%, por delante del titular de Gobernación, Adán Augusto López (8%), y el senador Ricardo Monreal (6%), que no han logrado recortar distancias frente a los punteros. La formación de Andrés Manuel López Obrador tiene el doble de intención de voto que la alianza Va por México del Partido Acción Nacional (PAN), el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD). La coalición opositora ha batallado para encontrar al candidato que le ayude a cerrar esa brecha, mientras que el bloque gobernante se acerca a semanas decisivas y está previsto que empiece a perfilar cómo y cuándo va a elegir a su abanderado en junio próximo.
Las preferencias efectivas no consideran el porcentaje de personas que no se inclinan por ninguno de los candidatos en la contienda interna de Morena, un 16%. Tampoco toma en cuenta al 9% de indecisos, que respondieron que no saben por quién votarían o que no quisieron contestar. En las preferencias brutas, que sí reflejan estas variables, Sheinbaum obtiene un 34%, mientras que Ebrard alcanza un 22%. El secretario de Relaciones Exteriores avanzó en comparación con la última medición de Enkoll, publicada en febrero, y logró acortar la distancia un 2% en las preferencias brutas y efectivas frente a la mandataria, que se quedó prácticamente igual que hace dos meses. Solo Adán Augusto López ganó más terreno en este periodo, un 3%.
A finales de abril, López Obrador se reunió con los principales aspirantes en la carrera por la sucesión y les pidió que priorizaran la unidad de Morena hasta que concluyeran las elecciones en Coahuila y el Estado de México el próximo 4 de junio. La instrucción fue una especie de tregua y definir la candidatura de Morena en un máximo de tres meses, y no a finales de año, como se tenía pensado, de acuerdo con fuentes que acudieron al encuentro en el Palacio Nacional. El anuncio hizo que el equipo de Ebrard acelerara el paso para acercarse a Sheinbaum. Martha Delgado, subsecretaria de Derechos Humanos, renunció para dedicarse de lleno a la campaña del canciller, al igual que Bernardo Aguilar, el director para Europa. “Por lo que veo, en todas las encuestas está muy difícil anticipar, aunque no se puede descartar porque todavía no son las elecciones, cuál va a ser el resultado”, dijo Ebrard a los medios de comunicación el lunes. “Son libres expresiones, no cargadas”, dijo Sheinbaum el fin de semana ante el apoyo que ha recibido de algunos gobernadores de Morena.
Horas antes, López Obrador había advertido de la posibilidad de que “los conservadores” ganaran las elecciones en 2024. La encuesta de Enkoll apunta que es un escenario remoto. A poco más de un año de que los mexicanos salgan a las urnas, Morena tiene el 61% de las preferencias efectivas de los votantes contra un 30% que suman los integrantes de la alianza Va por México. El PT y el Partido Verde Ecologista de México, parte de la coalición de gobierno, tienen un 2% cada uno. A la pregunta “¿por cuál partido votaría?”, un 8% no se decanta por ninguna fuerza política y otro 8% está indeciso.
Estos resultados solo consideran el peso de los partidos y no preguntan sobre algún candidato en particular. El problema para el frente opositor es que ningún candidato le ayuda a que la diferencia sea menor. Enkoll planteó cuatro escenarios electorales a las personas encuestadas, ahora sí, con nombre y apellido. En dos competía Ricardo Anaya, el candidato del PAN en 2018, y en otros dos competía la senadora Lilly Téllez. La encuestadora midió como le iría los aspirantes del PAN enfrentando a Luis Donaldo Colosio, el alcalde de Monterrey de Movimiento Ciudadano, y a Sheinbaum o a Ebrard como candidatos de Morena. Los resultados son casi los mismos en todas las combinaciones hipotéticas: Los morenistas se imponen con comodidad, seguidos de Colosio y tanto Anaya como Téllez tienen que conformarse con el tercer puesto. En el peor escenario, los candidatos de la alianza están más de 30 puntos por debajo que los de la coalición Juntos Hacemos Historia.
“La encuesta interna de Morena será, de facto, la elección presidencial de México”, comentó el columnista Jorge Zepeda Patterson en una entrevista con este diario la semana pasada. Al margen de las elecciones de este año, que no parecen tener ningún efecto claro en las presidenciales del año próximo, Heidi Osuna, directora de Enkoll, señala que el éxito de Morena puede explicarse por tres factores: la popularidad del presidente, el respaldo a sus programas sociales y su capacidad de posicionarse como la propuesta política que representa el cambio, a pesar de estar en el poder. “López Obrador sigue siendo un activo muy importante para Morena”, afirma Osuna.
Hace un mes, Va por México presentó en un acto a una docena de aspirantes a la candidatura de la oposición. El problema para la coalición es que en muchos casos son políticos poco conocidos entre los votantes. Ocho de cada diez personas, por ejemplo, no saben quién es Ildefonso Guajardo, el exsecretario de Economía, ni José Ángel Gurría, el exsecretario general de la OCDE, según la encuesta. Los más conocidos son los senadores Santiago Creel, del PAN, y Beatriz Paredes, del PRI, que rondan el 50%. La excepción es Anaya, que tiene un 72% de conocimiento entre los electores.
Pero conocimiento no se traduce necesariamente en intención de voto. Lilly Téllez es considerada por el 33% de los encuestados como la mejor opción para el PAN, mientras que Anaya tiene un 29% de las preferencias efectivas. Creel completa el pelotón de punteros con un 24% de respuestas a favor cuándo se pregunta quién es la mejor opción entre los aspirantes panistas. Paredes es la priista mejor valorada, con un 37%, seguida de Enrique de la Madrid, que tiene un 25%, y Claudia Ruiz Massieu, con un 20%, sin contar a indecisos e indefinidos.
“Los candidatos tienen un impacto directo en las preferencias de los ciudadanos, le suman y restan a los partidos”, comenta Osuna. El caso que más llama la atención del efecto que puede tener un candidato sigue siendo el de Colosio y Movimiento Ciudadano. Sin el alcalde de Monterrey en la boleta, la formación naranja ronda el 5% de los votos. Con el hijo del antiguo candidato presidencial del PRI, el partido se va por encima del 20% cuando se le compara con otros candidatos.
El bando opositor enfrenta el problema de que sus candidatos no convencen o no son conocidos. Cuando se preguntó a los encuestados quién sería el mejor candidato para el PAN, el 33% dijo que ninguno. Cuando se hizo lo mismo para el PRI, ese porcentaje aumentó hasta el 45%. En ambos casos fue la opción más popular entre los 1.208 adultos mexicanos que participaron en la encuesta, levantada entre el 28 de abril y el 2 de mayo