A casi un año de la elección Presidencial, las cuatro corcholatas de Morena pelean por el apoyo de los gobernadores de la llamada Cuarta Transformación. Pese a que no ha iniciado el proceso interno, los aspirantes han recorrido prácticamente todo el país con el objetivo de generar más simpatía entre los ciudadanos para ser considerados en las encuestas y convertirse en el abanderado que buscará suceder a Andrés Manuel López Obrador.
De acuerdo a una revisión de EL UNIVERSAL, de los 21 gobernadores de Morena y aliados (sin contabilizar a la Ciudad de México), hasta el momento 10 han manifestado abiertamente su apoyo a Claudia Sheinbaum, cuatro respaldan a Adán Augusto López; uno se muestra cercano a Marcelo Ebrard y otro a Ricardo Monreal, mientras que hay dos gobernadores que han manifestado sus apoyos a por lo menos, dos aspirantes: Alfredo Ramírez Bedolla (Michoacán) y Ricardo Gallardo (San Luis Potosí).
Hay tres gobernadores indecisos: Sergio Salomón Céspedes, de Puebla; Américo Villarreal, de Tamaulipas y María del Pilar Ávila, de Baja California.
Algunos mandatarios estatales, sus estructuras y los equipos de las corcholatas han organizado eventos masivos, encuentros con la sociedad civil, conferencias y presentaciones de libros, entre otras cosas, para mostrar el apoyo a sus favoritos.
Si hablamos en términos presupuestales y de votantes, Sheinbaum Pardo tiene el apoyo de mandatarios con un presupuesto que rebasa los 507 mil millones de pesos, los cuales cuentan en su lista nominal con 21 millones 160 mil 377 votos; López Hernández tiene el apoyo de entidades que en su conjunto logran recursos por más de 189 mil 500 millones, y 7 millones 151 mil 779 mil electores.
Ebrard Casaubon tiene el apoyo de Hidalgo, entidad cuyo presupuesto es de 53 mil millones y una lista nominal de 2 millones 291 mil 607 ciudadanos; mientras que Monreal Ávila, con el apoyo de Zacatecas alcanzaría a contar con un millón 220 mil 444 posibles votantes, en un estado cuyos recursos alcanzan los 31 mil 856 millones de pesos.
Sin embargo, para los expertos, la estrategia de los guindas es riesgosa para la estabilidad de país, al considerar que “este proceso sumamente anticipado” derivará en competencia desigual, división interna, tribus políticas, riesgos de fractura, peligro de desvío de recursos y un sinnúmero de impugnaciones por parte de la oposición, pero también entre morenistas.
Entre los mandatarios que quieren que Sheinbaum Pardo sea la abanderada de Morena se encuentra la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, quien el pasado 21 de agosto de 2022 escribió en Twitter: “Te recibimos con alegría, querida @Claudiashein. Eres y seguirás siendo una figura emblemática para este movimiento, por tu sensibilidad, capacidad e inteligencia. Estás en casa, #Campeche es tu tierra para siempre!”.
Indira Vizcaíno, gobernadora de Colima, declaró el pasado 5 de marzo: “A muchos les puede generar miedo que entre tanta mujer talentosa, hoy y aquí, esté entre nosotros la siguiente presidenta de México”.
La gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, agradeció a Sheinbaum Pardo “por unir a las mujeres y luchas hombro con hombro” y manifestó “todo nuestro respaldo” durante una visita de la capitalina a la entidad.
Salomón Jara, gobernador de Oaxaca, acompañó a la jefa del Gobierno de la Ciudad de México a dos eventos, y “abandonó” al canciller que también visitó la entidad: “Este día recibimos con mucha alegría a nuestra amiga, la jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum… ¡Es una gran mujer que es una referente de la transformación a nivel local”.
También están los gobernadores de Sinaloa, Rubén Rocha; de Veracruz, Cuitláhuac García; de Tlaxcala, Lorena Cuéllar; de Sonora, Alfonso Durazo y de Quintana Roo, Mara Lezama.
Al secretario de Gobernación lo respalda el gobernador de Baja California Sur, Víctor Castro Cosío, quien dejó claro: “Yo no me ando con medias tintas. Para que quede grabado, va todo mi respaldo en este trecho a Adán Augusto López Hernández hasta donde tope”.
El mandatario de Chiapas, Rutilio Escandón, entregó a López Hernández, el pasado 12 de abril, en Zinacantán, el bastón de mando, que es símbolo de poder. Lo hizo mientras los asistentes gritaban al unísono: “Presidente”.
Miguel Ángel Navarro, gobernador de Nayarit, indicó el pasado 21 de abril; “No me gusta esconder mis cartas, me gusta ponerlas boca arriba a los ojos de todos y el día de hoy vengo a dar mi apoyo a Adán Augusto López”. Así como Carlos Manuel Merino Campos, gobernador de Tabasco.
Para el canciller, sólo Julio Menchaca de Hidalgo sería uno de los mandatarios que lo respalda.
Ricardo Monreal corre con suerte similar, pues su hermano, el gobernador de Zacatecas, David Monreal, no se ha decantado abiertamente; sin embargo, fuentes cercanas lo informan.
Entre los gobernadores morenistas que han mostrado su respaldo a dos corcholatas, destacan el de Michoacán, Alfredo Ramírez, quien en un encuentro con Adán Augusto le dio el espaldarazo, pero que también ha elogiado a Sheinbaum, a quien bautizó como “la dama de Hierro”.
El otro es Ricardo Gallardo, de San Luis Potosí, quien declaró que él apoya a Manuel Velazco, y elogia a Adán Augusto.
Son tres los mandatarios guindas ques no se han decantado. Se trata de poblano, Sergio Salomón Céspedes; la de Baja California, María del Pilar Ávila y el de Tamaulipas, Américo Villarreal.
Para Alberto Aziz, doctor en Ciencias Sociales, la “sucesión anticipada” de Morena y sus corcholatas va en contra de las normas de los procesos electorales, por lo que advirtió inestabilidad política en diversos sentidos.
“Dentro de Morena están aprovechando sus gubernaturas para hacer un trabajo muy activo de promoción de las corcholatas, y lo que vemos es que hay una cargada muy fuerte en favor de Claudia, lo que deriva en que no hay piso parejo, es una competencia muy desigual. También está el riesgo del uso de recursos públicos para desviarlos a estas campañas y estoy seguro que en las próximas semanas comenzará a haber reclamos en este sentido”, subrayó.
Luis Carlos Ugalde, expresidente del IFE, consideró que la estrategia para posicionar a las corcholatas está centralizada, controlada"y es de bajo riesgo: “Queda claro que el gran decisor será López Obrador”.
“Precampañas tan adelantadas, lo que generan es que los aspirantes recurran a donantes privados que dan dinero a cambio de favores futuros”, afirmó
La politóloga Arlene Ramírez Uresti consideró: “Ni siquiera en Estados Unidos, donde las elecciones internas se dan un año antes, se da este involucramiento nacional con gobernadores porque eso genera mucha inestabilidad política”, sentenció.