El ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Alberto Pérez Dayán, ha abierto este lunes un nuevo capítulo dentro de los desencuentros entre el tribunal Constitucional y el Ejecutivo. Durante la presentación del libro La Defensa y Remediación de los derechos sociales, de Isidro E. Muñoz Acevedo, Pérez Dayán ha criticado algunos de los temas por los que el Gobierno del presidente López Obrador mantiene una disputa con el Supremo, como la elección de los jueces por voto popular, o las constantes críticas hacia el ejercicio del poder judicial. Después de disculparse con el autor del libro por probablemente “echar a perder su obra” con su presentación, aseguró: “Estamos fuertes, convencidos de lo que hacemos. Nada nos va a doblar”, en referencia a los frentes abiertos en los últimos meses con el actual Gobierno.
El encuentro de este lunes ha marcado una clara posición por parte del juez, que no ha hecho más que rectificar su postura ante los planteamientos del presidente López Obrador, al que no ha mencionado directamente. Al inicio de su intervención, ha profundizado en la crítica hacia la propuesta del partido del Gobierno, Morena, para modificar un artículo de la Constitución y que, de esa forma, los jueces sean elegidos por voto popular. “En estos momentos se han convertido en uno de los temas sociales más presentes el hecho de que si el juez es o no democrático, elegido por las urnas, el juez demócrata diría yo. ‘El juez demócrata’ siempre me había resultado una idea exótica, y bajo la perspectiva de lo que hoy se dice, parece difícil entender que en un sistema en donde el derecho sea la constante de la convivencia y las normas y las reglas de su conducta, el juez pueda llegar a acceder a esos cargos a través de una elección popular. No dudo que se pueda; sin embargo, hoy por hoy me parece verdaderamente difícil alcanzar los ideales objetivos y funciones de la judicatura a través de un sistema electoral”, aseguró.
En una larga lista de desacuerdos y convulsiones entre ambos poderes, fue precisamente Pérez Dayán quien propuso invalidar la primera parte del llamado “plan B” electoral del mandatario, al considerar que los legisladores aprobaron sin discutir las reformas electorales propuestas por este e incurrieron en violaciones graves al proceso legislativo. Solo unos días después, el Supremo invalidó la primera parte del plan y los jueces concluyeron que la mayoría oficialista en el Congreso sí había cometido múltiples violaciones al proceso legislativo.
Además, el magistrado ha insistido en que la función del poder Judicial es ofrecer un equilibrio de fuerzas entre los representantes y las instituciones. “Claro que somos jueces demócratas, lo somos no por provenir de una elección popular, lo somos porque sabemos que existen derechos contenidos en la norma que obligan a la autoridad a proveer lo necesario para que se cumplan, y cuando no se cumplen somos nosotros, quienes a través de los juicios podemos hacer que se cumplan”, aseguró.
Pérez Dayán aseguró que mientras la ley y las normas plasmadas en la Constitución dicten las tareas que han guiado desde siempre a los magistrados de la Suprema Corte, no habrá duda sobre lo que se tiene que hacer: “Se lo he dicho a todos, el día que la Constitución cambie y diga otras cosas, ya haremos que esas otras cosas se cumplan, pero mientras no estén haremos que se cumplan las que están a costa de lo que sea”, sentenció al final de su participación. Y se permitió una última broma: “Y si después de todo lo que suceda me voy a ir a vender tamales, ahí les mando el menú”.