El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, ha vuelto a presionar a su partido, Morena, para que se acelere el establecimiento de las condiciones que regirán la contienda interna en la que se definirá la candidatura presidencial. El funcionario ha anunciado este martes que el 5 de junio, apenas un día después de los comicios del Estado de México y Coahuila, dará a conocer una “fórmula” con “innovación tecnológica” que garantice la transparencia del proceso interno y la participación colectiva. Más allá de lo que parece ser una plataforma de votación, el mensaje del canciller —hecho a través de un video de un minuto publicado en su cuenta de Twitter— es consistente con su estrategia de intentar marcar a la dirigencia del partido sus propios tiempos, ritmo y condiciones.
“He estado pensando cómo resolver, para que nuestro proceso interno en Morena —ya próximo— garantice la unidad y que al mismo tiempo sea muy transparente y que la gente pueda participar, como es la invitación que hizo el presidente López Obrador. Estoy contento, porque ya encontré una fórmula, utilizando innovaciones tecnológicas y nuevas ideas que Morena mismo ha llevado a cabo en varios ámbitos. La voy a desarrollar y se las presento y se las comparto el 5 de junio, nada más que pase [la elección en] el Estado de México y Coahuila”, ha dicho el secretario en el video.
La dirigencia de Morena, encabezada por Mario Delgado, ha establecido que tendrá una primera reunión con los aspirantes presidenciales después de los comicios del 4 de junio, hacia el final de la primera semana del mes. Además de Ebrard, están convocados la jefa de Gobierno de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum; el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, y el líder de la mayoría de Morena en el Senado, Ricardo Monreal. El diputado federal del Partido del Trabajo Gerardo Fernández Noroña también ha manifestado su interés en contender por la candidatura. En esas reuniones, teóricamente, los aspirantes —bautizados por el presidente López Obrador como corcholatas— y la dirigencia pactarán cuántas encuestas se llevarán a cabo para designar al candidato o candidata presidencial, en qué fechas, con qué encuestadoras y qué tipo de pregunta se planteará.
Desde que López Obrador instruyó al partido acelerar los tiempos para definir quién va a abanderar a Morena en las elecciones presidenciales de 2024, Ebrard ha pisado el acelerador en su campaña y ha mostrado algunas de sus cartas, en un esfuerzo por que los otros aspirantes hagan lo mismo. El secretario de Exteriores ha exigido que se apure la convocatoria interna, que los interesados renuncien a sus cargos y que haya debates entre las corcholatas. Algunos colaboradores leales a Ebrard ya han renunciado a sus puestos en la Cancillería para lanzarse abiertamente a promover su causa, algo que no ha sucedido en los cuartos de guerra enemigos, donde los aspirantes y sus círculos rojos siguen actuando como si no estuvieran a tope en campaña y aprovechando sus cargos públicos para promover sus candidaturas.