CIUDAD DE MÉXICO.
Los estados del país dejan de cobrar en promedio 12 de los 22 tipos de impuestos que están facultadas para realizar, lo que genera una tasa de subutilización de 56%, de acuerdo con datos de las Finanzas Públicas Estatales y Municipales del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Esta situación, denominada por analistas como “pereza fiscal” de las estados, es lo que está detrás de sus bajos niveles de ingresos tributarios propios como proporción de los ingresos totales, donde el promedio a nivel nacional en 2015 fue de 3.9%, que contrasta con la alta dependencia a las transferencias federales, que representan el 86% del total.
Los estados que más recaudan impuestos como proporción de sus ingresos totales son Nuevo León, Campeche, Querétaro, con 10, 8.2 y 8% en 2015, respectivamente; y los que menos recaudaron por esta vía fueron Zacatecas, Michoacán y Tlaxcala, con 1.2, 1.4 y 1.7%, respectivamente.
Por tipo de impuesto, el único que cobran todos los estados es el de la nómina, en cambio de los que hacen menos uso son el de adquisición de inmuebles, al transporte público, al comercio de libros y revistas y al de infraestructura urbana, donde 30 entidades no hacen uso de su facultad de cobrarlos.
Las Fuentes de la “pereza”
Especialistas consultados por Excélsior explicaron que los estados son propensos a la “pereza fiscal” debido a que no quieren pagar el costo político de cobrar impuestos, que se agudiza con la garantía que tienen de recibir las transferencias federales.
“En muchos estados sus gobernantes usan como bandera política el no cobrar impuestos, y eso lleva a una falta de planeación para hacer sostenibles sus finanzas en el largo plazo, lo que induce a que tengan que recurrir más a la deuda”, expresó Kristobal Meléndez, investigador de Cuentas Subnacionales del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
“La mayoría de las entidades se quejan de que la Federación no les permite cobrar impuestos, pero eso no es cierto, vemos claramente que las facultades que tienen no las explotan a cabalidad ni hacen uso de todos sus instrumentos tributarios”, manifestó Diego Díaz, analista de finanzas públicas del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco).
Disciplina obligada
Los expertos coincidieron en que la nueva Ley de Disciplina Financiera para Estados y Municipios, que entró en vigor en abril de este año y que pone límites al endeudamiento de los gobiernos locales, obligará tarde o temprano a las entidades a usar cabalmente sus facultades tributarias.
“Ahora que se está poniendo límites al endeudamiento, las entidades se verán forzadas a aumentar sus ingresos propios para mantener su gasto, es decir echar mano de todos los instrumentos que tienen”, dijo Kristobal Meléndez del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria.
“Al no poder endeudarse más y con la coyuntura de menores ingresos petroleros, las entidades o usan sus facultades tributarias para recaudar más o ajustan fuertemente su gasto, incluso las dos”, dijo Diego Díaz del Imco.
Ambos expertos manifestaron que un buen inicio para que las entidades pueden empezar a aumentar sus ingresos propios es cobrando eficazmente la tenencia vehicular y el impuesto predial de la mano de los municipios, puesto que son tributos con alto potencial recaudatorio y que son progresivos, es decir las personas de mayores ingresos pagan la mayor proporción del mismo.